Por Nuria Linares
La banda de street glam rock PLASTIC TEARS con base en Helsinki es otro de los muchos ejemplos de rock and roll de calidad que despide este país. Si bien la fama musical de Finlandia tiende a seguir una línea fría, oscura, con abundante metal extremo, y atmósferas cargadas de temáticas como la soledad del hombre finés en la naturaleza, el consumo de alcohol o la decepción, también encontramos bandas que transmiten muy buenas vibraciones. Rápidamente y sin ir más lejos voy a mencionar ejemplos como Michael Monroe, Reckless Love o The Local Band. El buen glam rock no se queda al otro lado del charco, compañeros.
Desde su formación en 1992 hasta enero de este año, fecha de salida de Rhythm Rider, PLASTIC TEARS ha estado cultivando su propuesta musical. Sin embargo, lo que me sorprendió al principio cuando me informaba sobre la trayectoria de esta banda, es la cantidad de años de actividad y el reducido número de títulos en su discografía. PLASTIC TEARS comienzan sacando el single Velvet Flame allá por el 94, y tras sufrir numerosos cambios en sus líneas y otras contradicciones, no es hasta el 2000 cuando su primer álbum debut, Stranded in Rock’n’Roll, sale a la luz. A continuación, tardarían más de otros seis años en sacar material nuevo: la banda sufre un parón de dos años tras el cual se reúnen y sacan el disco Nine Lives Never Dies en 2009. Y desde esta fecha hasta el pasado enero no había novedades que disfrutar. Estamos de celebración en Metal Korner por el placer de haber recibido el recién salido del horno Rhythm Rider.
1. Rhythm Rider
2. Universal Kid
3. Brickfield Nights
El EP se compone de tres cortes: Rhythm Rider, que da título al conjunto; Universal Kid, un antiguo tema de la banda que han decidido revivir y mejorar; y por último, Brickfield Nights, una cover de la banda The Boys. Personalmente he disfrutado mucho de este EP, le he dado miles de escuchas porque hace mucho tiempo que mis oídos se tornaron hacia el metal extremo, pero el sonido de PLASTIC TEARS me ha devuelto a mis años de hard y glam rock, arrancándome más de un recuerdo, más de una sonrisa, y trayendo de vuelta a mi memoria mi larga lista de favoritos del estilo.
Como digo, no ando muy acostumbrada a dirigir los análisis de mis textos hacia este género porque suelo redactar más sobre metal extremo que de otra índole, pero aun así, y excusando mi falta de precisión, comenzaré mencionando el corte que más me ha gustado: Rhythm Rider. Tiene unos riffs que te arrastran, sientes la necesidad de ir con ellos, te abandonan en las estrofas y vuelven acompañados por la línea vocal en el estribillo. Un estribillo no excesivamente entusiasta pero igual de adictivo que sus riffs de guitarra. Universal Kid sin embargo, aun tratándose de una mejorada versión de un clásico de la banda, no ha despertado ningún interés en mí. Probablemente por su base punk que, a título personal, es una variante que no me gusta. Para los oyentes de este estilo simplemente diré que es un tema más rápido, animado, y aunque no me atraiga, divertido. La cover, Brickfield Nights, tiene otro estribillo muy pegadizo, y es un tema que puede dar mucho juego sobre el escenario.
En este punto y sobre el conjunto, me gustaría añadir que hay momentos en los que me falta algo en la voz principal. No sabría decir qué es exactamente, pero preferiría ver más fuerza en la línea vocal. Por otro lado, la instrumentación me ha parecido compacta y segura; el punto fuerte de las composiciones de PLASTIC TEARS . Pero, a pesar de los pros y contras que yo haya podido destacar, PLASTIC TEARS me han transmitido muy buenas vibraciones en general. Otra alegría musical de la escena finesa. ¿Cuál es vuestra opinión?
Puntuación: 8’5
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