Por Coraza
 
 
Es un hecho que KANSAS, con más de 30 millones de copias vendidas en más de 40 años de carrera, es una de las bandas de rock clásico más queridas de los Estados Unidos. Con quince álbumes de estudio y cinco en directo a sus espaldas, han conseguido ocho discos de oro (“Leftoverture”, “Point of know return” y “Best of KANSAS”), uno de platino (“Two for the show”) y dos de sus singles (“Carry on wayward son” y “Dust in the wind”) también han recibido galardones.
 
Su último disco de estudio había salido a la luz en el año 2000 (“Somewhere to elsewhere”) y parecía que la banda había abandonado cualquier perspectiva de presentar algo nuevo. Pero en 2016 sacaron otro más, después de quince años durante los que seguían haciendo giras pero sin presentar material nuevo. “The Prelude implicit” fue una contundente respuesta por parte de los sureños de que todavía pueden componer rock del bueno y que todavía les quedaba algo por hacer: un disco en directo más.
 
Leftoverture live & beyond” no es solo un live más, representa el 40 aniversario de una banda legendaria y de su primer disco, “Leftoverture”. Este año 2017 ha salido a la venta, con 19 canciones divididas en dos CD. En ellos encontraremos algunos de los mayores éxitos de KANSAS, con una calidad de sonido excepcional. Excepto por momentos entre canción y canción, y durante algún estribillo, no se oye al público. No parece un disco en directo, no se oyen gritos ni aplausos de los fans, solo su música y algún silbido, pero rara vez. Lo grabaron a lo largo de la gira de 12 conciertos de su 40 aniversario. Para su producción, contactaron con el que produjo el debut de KANSAS, hace ya 40 años, Jeff Glixman.
 
 
Phil Ehart, Billy Greer, David Manion, Ronnie Platt, David Ragsdale y Richard Williams aún están en condiciones de dar mucha guerra. No por nada siguen siendo una de las bandas que más suena en Classic Rock radio, los jugadores de Rock Band y Guitar Hero pueden interpretar temas suyos en dichos videojuegos, y han aparecido en series como Supernatural o South Park, así como en algunas películas. Estos señores sureños de melenas canosas aún tienen mucho potencial.
 
Por lo demás, el álbum contiene lo que KANSAS lleva dando muchos años: rock clásico, en ocasiones con piano, órgano, teclados o violín, de gran calidad. Canciones largas y lentas en su mayoría, melodías en las que vierten pasión en grandes cantidades y donde la letra juega un papel vital. No hay mucho más que decir al respecto. Es lo que llevan haciendo toda la vida, y no han bajado el nivel. A los fans más veteranos les gustará y a los jóvenes no les tiene por qué desagradar. Son casi dos horas de música que acaricia los oídos y abraza las emociones positivas.
 
Habrá quien piense que esto es más de lo mismo, que son canciones que ya han sido escuchadas y que la banda no se ha preocupado por salirse de su estilo, y que no aportan nada nuevo. Sinceramente, no sabemos cuándo será su retirada, pueden marcharse en cualquier momento, y que hayan hecho el esfuerzo de volver a componer y a grabar dos discos antes de retirarse, es digno de admirar. En lo personal, prefiero que hagan las cosas bien en lugar de experimentos que pueden tener un resultado desastroso, o que intenten vivir de un pasado glorioso y de la nostalgia de sus fans veteranos.
 
 
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