Por Joan de Ros

 

Se nos presentan estos alemanes con su primer larga duración. Adoration of Blasphemy and War es la culminación de cuatro años de trabajo, 3 demos y un Split CD con Nuclear Perversions. Un redondo con nada menos que 15 temas (el mas largo de los cuales dura dos 2 minutos y medio) que rezuma maldad y mala leche por los cuatro costados.

The Appearance of the Goatblood abre la orgía de blastbeats, growls y distorsiones, atizándonos un bofetón sónico tal, que cuando nos queremos dar cuenta estamos ya en el cuarto tema… y es que, a pesar de no estar enlazados, Adoration of Blasphemy and War se puede tomar fácilmente como una sola canción de 30 minutos, dada la similitud en la atmósfera y sonoridad de los distintos cortes.

Me gusta particularmente Trident Worship, directa al grano, endiabladamente rápida y violenta, llevando al extremo la esencia de lo que Goatblood nos cuenta a lo largo del disco, y, porqué no, recordando en algún momento a los antiguos Marduk. También encuentro acertadísimo el magnifico artwork que han elegido para ilustrar su ritual. Una trabajada obra en rojo y negro que resume muy bien lo que nos vamos a encontrar en el interior.

Destaca notablemente la deliberada mala producción que se ha escogido para este largo. Ciertamente aporta un ambiente underground muy inquietante, pero hace imposible apreciar ningún tipo de matiz. No solamente la distorsión de las guitarras es totalmente infernal y el sonido global parece sacado de una profunda cueva, si no que el equilibrio de volúmenes es muy cuestionable. Como decía, un ambiente creado deliberadamente para llevarnos a finales de los 80, un sonido que podrían haber firmado perfectamente los primeros Celtic Frost o los mismos Hellhammer.

En definitiva, la etiqueta Black/Death Metal con la que se describen no les hace demasiada justicia… Goatblood son sucios, MUY sucios y con Adoration of Blasphemy and War nos regalan 30 minutos de maldad, agresividad y mala leche… Música de culto no apta para oídos sensibles.