Pillamos por banda a El Sevilla para hacerle alguna pregunta entre las risas y sonrisas que el líder de los Mojinos Escozíos consigue sacarnos sin parar. Tras un intenso día de entrevistas con diversos medios, y justo antes de acudir al Fnac de Callao a firmar su reluciente “Selfie, Bragas y Rock and Roll“, Miguel Ángel Rodríguez, más conocido como El Sevilla, tiene un hueco en las oficinas de Warner para Metal Korner. Esto es una pequeña parte de lo que nos cuenta:
MK.- Ya habíais adelantado que iba a ser de un corte más directo el disco, más sencillo…
R – El objetivo era ese, que no sean canciones que tienen que gustarte a la segunda vez que lo escuchas, que también pasa, pero eso, que sean más directas, rock and roll de toda la vida, algunos más duros otros más “suavitos”, las letras el estilo de siempre… El fan lo que yo creo que se va a encontrar es un disco del que va a hacer mejor la digestión que de discos anteriores.
MK.- Son ya 15 discos, y este va con nada menos que 15 temas… ¿De dónde sale la inspiración para tantos temas?
R – Yo siempre digo lo mismo, cuando le hagáis entrevistas a más gente hacedle la pregunta a quien tenga 10 canciones en ese disco, nosotros no es la primera vez, es más, es de los discos con menos canciones, hemos llegado a meter 18 – 22 canciones… Nosotros lo que hacemos es aprovechar los 74 minutos que son grabables de un CD, porque la copia te van a cobrar lo mismo en la empresa que hace las copias si tienes 70 minutos como si tienes 20. Entonces la pregunta es a los que hacen discos de 10 temas: “¿por qué no hacéis como los Mojinos, por ejemplo, que aprovechan casi todo el espacio del CD y le estás ofreciendo eso a quien te lo compra? Ahí tienes 70 minutos de música, y acabas siendo el chungo de la historia, el raro.
MK.- Igual es que no les da para más…
R – Posiblemente, te lo explican de otra forma… Nosotros hemos dejado fuera de este disco 7 – 8 temas. Hacemos como Eurovisión, tío, vamos poniendo rayitas, esta tiene 22 votos, esta 14, esta 6 pues no va… Y se quedan ahí guardadas.
Hubo un colega que me dijo: “tío, ¿no se pueden hacer los discos más largos?” Le dije que precisamente nosotros aprovechamos todo el espacio del cd, lo llenamos… Y me dice: “jo, tío, es que conocí a una chavala, nos poníamos a follar y hasta que no terminaba el disco no parábamos de follar”… Este quiere un disco de 3 horas, ponle la vuelta automática (risas). Hazte una playlist en el Spotify, y cada dos temas paras con la publicidad, te fumas un cigarrito.
MK.- ¿Qué le cuesta más a una banda como Los Mojinos, mantener a los ya casi padres que empezaron escuchándoos o lograr seducir a las nuevas generaciones que vienen?
R – El problema no somos nosotros. Eres tú el que ya no tiene 20 años, ahora tienes 40, tienes otros gustos, otra forma de ver la vida… Nuestro público sigue teniendo 20 años, tú no. A veces se te acerca uno: “ya no sois los de antes, la otra vez vinisteis a Huelva y nos fuimos por ahí de copas”. Y me lo dice con un niño en brazos. Yo le digo “vente”, “no tío, no puedo”. Eres tú el que no puedes venir porque tienes un niño…
Hay quien tiene sus 40, 50 y sigue, sigue viniendo a conciertos. Pero sí que es verdad que lo difícil es mantener un público que tenga 20 años, o que tenga entre los 20 y los 30, que son los que suelen venir a conciertos. Lo complicado es seguir gustándole a ese público.
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“Como me saques bebiendo agua…” |
MK.- Ahora que hemos roto un poco el hielo, una pregunta que tengo yo… Fuera de los escenarios, ¿la gente siempre espera que seáis graciosos?
R – (Silencio…) ¿Tú me consideras gracioso?
MK.- Yo sí… De hecho venía pasmado porque igual como eras tan gracioso luego ahora eras muy borde…
R – Yo… yo borde puedo llegar a serlo. Yo lo que intento es ser buena gente desde que me despierto. Te aseguro que en los Mojinos no hay más buena gente que yo, y los hay más graciosos que yo. Yo creo que nunca he sido gracioso, te has podido reír con las cosas que yo te cuento, pero yo no me
considero gracioso, sí me considero que caigo en gracia. Luego lo de borde… como me levanto por la mañana y me planteo ser buena gente por mucho problema que tenga… Yo se acaba de morir mi abuela, salgo a la calle y la gente no lo sabe. Y yo no tengo la obligación de hacerme una foto con nadie ni de pararme con nadie. Pero incluso ese día, que tuve que subirme al escenario a hacerle al Puto los chistes de “qué poco vas a durar, ya verás lo pronto que te vamos a morir…” Y tienes ahí a tu abuela que la has visto por la mañana a la pobre muerta en una cama, y sales a la calle y la peña “hostia, el Sevilla, tal…”
Una cosa es ser buena gente y otra ser gracioso, yo no me considero gracioso, que lo entiendo pero no me considero gracioso. Por ejemplo en Murcia, entramos en un restaurante, se quedó todo el mundo mirando, “hostia, los Mojinos”, y digo: “buenas tardes”: “Jaaaaaa el hijo puta ha dicho buenas tardes”. Pero no me considero gracioso, y mira que vivo casi de eso.
MK.- ¿Cómo surgen las colaboraciones televisivas de El Sevilla?
R – Surge por los Mojinos todo. Un día me escuchó Andreu Buenafuente en la radio, me lleva para la tele, en TV3, haciendo tele me salen otras teles, me ven y me llaman para esta película, he llegado a hacer 5 películas. Y lo mismo todo. Donde me veas es que he dicho que sí.
MK.- ¿Te lo ha reprochado alguien del mundo del rock, algún puritano, por ejemplo el salir en Telecinco?
R – Yo muchas veces no tengo ganas de dar explicaciones y muchas veces las doy, y luego digo… ¿seré tonto? Encima se mosquean más. Yo simplemente a mí no me seas borde, porque igual a hostias me tiras tú a mí, y corriendo seguro que me ganas, pero a borde… Yo no he trabajado nunca para Telecinco. Yo he trabajado para productoras que trabajan con Telecinco. De un programa que yo firmo con TVE, que fue “Mira quién baila” y lo cambian a T5 y de repente me encuentro que había firmado un contrato que no recogía nada del cambio de cadena, que no estoy arrepentido de haber hecho, ¿eh?
MK.- Para ti, ¿el humor es un fin en sí mismo o es un medio para decir otra cosa, algo más serio?
R – Para mí el humor es una cosa y el sentido del humor es otra, piénsatelo. Es una de las cosas que se discuten en filosofía y eso. Tú puedes tener o no tener sentido del humor, y el humor puede ser malo o bueno. Yo creo que el problema general de esta sociedad es que no tiene sentido del humor.
Tú puedes hacer las cosas con sentido del humor, y otra cosa es dedicarme al humor, que realmente sin quererlo me dedico. Tengo un grupo, las letras son de humor, cuando salgo en la tele, aunque sea bailando, mi arma era el humor y si te llamaban era, si no para despertar la risa, sí al menos la sonrisa. Se puede decir que vivo del humor, o que es mi medio de vida. Y aparte intento hacer las cosas con sentido del humor, y tener buen humor desde por la mañana, aunque me acueste malhumorado, que no lo parezca. Tener sentido del humor hasta cuando estoy malhumorado. Esto es demasiado profundo para ti, me parece a mí, tienes cara de filósofo, a ti te pongo yo una túnica y pareces Sócrates o Aristóteles (risas).
MK.- ¿Recomendáis alguna banda que haya surgido hace poco?
R – Pero… ¿Qué grupo ha salido en los últimos 5 años? Ese es el problema. ¿Qué hay? No hay, tío. Pablo Alborán, y poco más. Yo lo que ahora soy muy aficionado es poner un grupo que me gusta en Spotify y darle a “artistas relacionados”. Pero, por desgracia, no hay oferta de grupos nuevos. Con la crisis es lo primero que se ha caído, la apuesta de las discográficas por grupos nuevos.
MK.- Antes me comentabas lo de la túnica, ódiame pero descubrí preparando la entrevista lo de “Reflexiones del Hombre Lengua”. ¿Qué es este proyecto? ¿Va a seguir ahora que empezáis con gira y demás?
R – Eso lo he parado el día 7 porque salía el disco, con 44 teatros, una cosa que empecé por hacerle un favor a un colega. Y es algo que dentro del humor no había hecho, y vamos, sí sigo. Terminaremos de tocar aproximadamente después del Pilar y lo retomaré seguramente.
A continuación nos comenta anécdotas del espectáculo y cómo funciona, así como una pequeña parte. No desvelamos para no romper el misterio, pero lo recomiendo encarecidamente.