Por Juan Ángel Martos

 

Propuesta de stoner metal de estos chicos, CRIMSON STONE, que nos llegan desde Las Palmas de Gran Canarias. Aunque ya formados en 2003 por Eduardo Salazar (guitarra y voz) y tras varias demos, nos presentan su primer LP de titulo homónimo, grabado y mezclado en los estudios Malasangre y pasterizado en los estudios Jesiisma por Jesús Mendoza.

 
Nos presentan una propuesta stoner a lo largo de 11 temas, con toques de doom, blues y algo de psicodelia. En la onda de muchos grupos de esta escena, los temas son parecidos entre sí pero a la vez distintos, cada uno con su toque personal como “Beelzebufo”, muy roquero y animado, saliéndose de la tónica más lenta y pausada del disco; “Rocker Blues”, como su nombre indica coquetea con el estilo de New Orleáns, con un estribillo más poderoso y roquero, como en “Herbert West”, con un estribillo pegadizo o el toque de panderetas en “Goddess of Thunder” o “Nowhere” le da ese toque diferente de otros temas que no poseen..
 
Mucho mas densas y oscuras son los dos temas más largos del disco, “Pessimist Boggie” y “Overlock”, más oscuras y profundas, con toques bluseros en sus solos de guitarras, las que te harán entrar en trance y dejarte arrastrar hasta un sueño profundo, hipnotizado por sus notas de bajo y guitarras, como si de flautas de Hammelin se tratasen.
 
Sus letras como ellos dicen hablan de rock, de caer y levantarse, de perder y ganar, de pasarlo bien, de momentos malos…pura filosofía roquera siempre que estamos perdidos hay que encontrar el camino.
 
 
Once temas que cabalgan desde la oscuridad a la calma, desde el rock al doom, con una voz bastante buena, que a opinión personal es un poco lineal, pudiendo ganar con cambios en tonalidades más a menudo y un poco mas rasgada. Aun así, desarrollan una música dentro de la escena stoner, bastante buena, este genero cada vez genera más adeptos y parece que en España tenemos una buena cantera.