Llega a mis manos el nuevo EP de los Catalanes DRAKUM, a quienes sigo desde hace algún tiempo, puede que sea mi afición al folk metal lo que ayudaba a que mi impresión sobre este nuevo trabajo fuese cuanto menos considerable, pero más aun al escuchar el inicio de este.

Estos chicos comienzan su trabajo con la intro llamada “Introll”, primeras notas tocadas por el señor Alberto Orozco, que a un servidor le recordaron sin duda a Chopin, concretamente al concerto No 1 en E minor, una melodía suave, aterciopelada a la par que alegre, en definitiva, un acierto para iniciar este trabajo.

Siguiendo a esta magnifica intro, llega “Wall of deadly trolls” la cual, entra por mis oídos como una lluvia torrencial de sonido, primeros golpes a los toms de la batería del señor Xavi Puiggalí que preceden a una alegre y marcada melodía que Üri Bokskog se encarga de meternos directamente a nuestro cortex prefrontal, encargado de crear expectativas y satisfacción musical en nuestro cerebro. Javier Rubio “Caleb” acompaña al violin esta melodía tan pegadiza de manera magistral, tema rápido y contundente con guitarras muy compactas y una parte vocal clara, potente y a contratiempo en ciertos momentos con coros guturales que le vienen como anillo al dedo a este tema.

Un violín lento pero constante comienza a sonar, de pronto, un acelerón y una descarga de energía, esto se llama “Magic potion of the evil Jester”, voz gutural constante, gran demostración del dominio que tiene el señor Xavi al doble pedal, riffs pesados y bien marcados junto a una curiosa melodía que personalmente me lleva a recordar algunos temas de los mas que de sobra conocidos Finntroll.

El cuarto tema lleva por nombre “Troll recipe”, personalmente no suelen atraerme a nivel auditivo los temas lineales en cuanto a rítmica, pero este es una excepción, al más puro estilo humppa de Finlandia, estos chicos me sumergen directamente en una caverna, rodeado de trolls, la piel se me pone de gallina al imaginarme esto. Poco que señalar o resaltar de este tema, un tema lineal (que no pesado) con buena melodía y de velocidad media, lo cual, nos deja tiempo para apreciar cada uno de los matices musicales.

 
Termina el Ep con el tema “Drunk troll“, combinando muy bien los cambios de tempo a nivel rítmico, un buen juego de platos a la batería, guitarras marcadas de manera considerable. En este tema el violín se funde con la flauta en una combinación de viento madera y cuerda frotada más típica de una orquesta sinfónica que de una banda. Finalmente el doble pedal de la batería toma un ritmo frenético para dar por concluida la parte más metalera de este tema…  cual es mi sorpresa, que el disco termina con la misma melodía con la que empieza, el piano y su dueño ponen el broche final a este gran trabajo que en general me ha gustado mucho.

NOTA PERSONAL: 8,5/10

 
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