Cuando el viernes de la semana pasada me dirigía a las oficinas de Warner España para encontrarme con el gran Johnny Burning, llevaba en mi agenda como hago siempre una serie de preguntas para este músico que forma y formará siempre parte de la historia del rock de este país.
Sin embargo, una vez nos sentamos junto a una mesa redonda y comenzamos a charlar, tuve claro que podía olvidarme del cuaderno porque aquello no iba a ser ni mucho menos una entrevista al uso. Johnny es un tío que desde sus gafas de rock, su vestimenta negra y su sabiduría sobre el mundo de la música, te trata como si fueras un colega de toda la vida con el que charlar compartiendo un cigarrillo y una cerveza bien fría. Y eso es lo que voy a tratar de haceros llegar, esa conversación que tuvimos en la que tan solo “falló” el tabaco (por aquello de respetar las leyes) y la cerveza (Johnny había estado en la proyección del DVD de su concierto cuarenta aniversario en un cine de la capital la noche anterior, y prefirió agua, y a mí no me quedó más remedio porque era lo que había disponible).
METAL KORNER: ¿Qué tal va todo? ¿Qué tal la fiesta de anoche?
JOHNNY BURNING: Pues…me ha venido el rollo de que has pedido una cerveza, que es lo típico que se bebería ahora y aquí me ves, con el agüita porque ayer cayeron unas cuantas. Pero muy bien, tío, fue como una especie de rollo para la gente, para los fans, estuvimos repartiendo las entradas por una emisora de radio y eso, un rollete así simpático y ya sabes, mucho Burniano, y acabamos en un barecito tomando cañas hasta las mil…
MK: Pero era Mahou o qué, porque he leído por ahí que te estás aficionado también (igual que yo) a la Estrella Galicia…
JB: No, no, era Mahou, además botellines tío. Soy más de botellín, y es que coges el primero, das un trago y prácticamente lo matas y ya…Pues ponme el siguiente, pero vamos, que cayeron unos cuantos.
MK: Y qué es lo próximo que tienes en la agenda de la banda…
JB: Lo próximo creo que es ya esta gira, tío, la gira presentación del DVD. El día dieciséis creo que empezamos en Pamplona, luego Santiago, Bilbao, Burgos…acabamos en Madrid el doce de diciembre, en La Riviera, que nunca hemos tocado.
MK: Joder, eso sí que me sorprende, que no hayas tocado allí…
JB: Pues ya ves, cuarenta años, somos del foro, y nunca. Yo siempre digo que el día que toque allí, corto las palmeras (risas).
MK: Comentaba el otro día con alguien que La Riviera se ha convertido en una especie de templo del rock como lo fue el Pabellón del Madrid en su momento…
JB: Joder, ¿tú lo llegaste a conocer? Allí he visto yo mogollón de conciertos, desde Genesis con Peter Gabriel. Ahí empezó también la gira que hicimos con Dr. Feelgood cuando vinieron, que fuimos teloneros de ellos, por cuatro o cinco ciudades. Era un santuario, a mí me dio mucha pena, el sonido era un poco latoso pero…sonaba mejor que el antiguo Palacio de Deportes, aunque después de la reforma he visto conciertos ahí y suenan de puta madre. Y el nuestro suena muy bien también…
MK: De eso quería preguntarte…
JB: Pues tío, muy bien, de celebración. Muy contento, fíjate, después de una larga trayectoria y de ser un poco como la ola, nunca hemos estado demasiado arriba ni demasiado abajo, es como arañando el cielo y visitando el infierno, pero estando siempre. Nosotros nunca nos hemos tomado un año de descanso, ni hemos decidido parar para componer, en la vida. Siempre hemos estado en la carretera y se compone cuando se puede. Y creo que tiene que ser así, si no estás en la carretera te cuesta luego mucho subir, tienes que estar engrasado, aunque tardes quince o veinte días en volver a tocar, estás ensayando con la banda, lo estás preparando y es un no parar. Yo creo que el día que diga, me tomo un tiempo sabático, ¡a tomar por culo! En cualquier caso, cuando me preguntan a veces qué tal, cuarenta años, tiene que ser duro y tal, yo les digo que lo duro es estar haciendo zanjas, yo hago lo que me da la gana, es superdivertido…
Tú intentas hacerlo lo mejor posible, a veces vienen mal dadas por lo que sea y tocas menos, otras veces como ahora parece que está el viento a favor…Ya tiene un poco la culpa el último disco que sacamos en 2013, Pura Sangre, que ha caldeado bastante el ambiente y tuvo muy buena aceptación y tiene un tufo estupendo, suena mucho a Burning de las épocas salvajes, como me suelen decir. Y tío, es eso, dar con la tecla, porque siempre se intenta hacer la mejor canción, y el mejor show y el mejor disco, te lo juro, pero lo que pasa es que a veces no se consigue. Influyen muchos factores y es muy complejo, pero al final nadie tiene la varita mágica para decir voy a hacer lo mejor, y conseguirlo.
MK: Fíjate en el mundo del arte la de genios que no han conocido el éxito en vida…
JB: Me viene siempre a la cabeza el caso del pobre Van Gogh. Y por contra, Picasso, que este sí que lo disfrutó en vida, y metió lo suyo (risas).
MK: Después de cuarenta años te veo feliz, tío, a pesar de que ha habido momentos duros. Recuerdo veros en la Sala Argentina, que no cabía un puto alfiler, con Pepe dándole a la guitarra a medio metro de la gente.
JB: Joder, La Argentina, ¿qué cabrían allí, ochocientas, mil personas? Nosotros es que éramos muy de barrio, y siempre lo digo, es el semillero del rock & roll, donde hay esa relación de la gente con la gente, aunque eso apenas existe ya. Ahora le dices a un crío que lo castigas sin salir a la calle y le resbala, con la Play y los móviles todo el día…Respecto a las pérdidas en el camino, lógicamente la huella es imborrable y no se olvidará jamás. Pero bueno, ellos se fueron pero se fueron llenos de cosas, no pasaron por esta vida en balde, se llevaron un gran bocado de la tarta esta de pasárselo de puta madre. Te tengo que decir que me llamaron en enero los responsables del evento este del Palacio de Deportes y me dicen que teníamos dos fechas, el veintisiete de julio y otra en mayo, y les dije que en julio estamos todos los madrileños mojándonos el culo en la playa, y que a ver cuál era la fecha de mayo. Me dicen que el día nueve, y digo, hostia, no sabes qué pasa el nueve de mayo, pues pasó esto, que justamente el mismo día…y yo soy bastante escéptico, ni creo en destinos ni en esas cosas, pero también dices, coño, mira, un guiño de estos cabrones…
MK: Hablando un poco del pasado, qué puedes contarme de la tan traída y llevada movida madrileña, tú que la viviste en primera persona.
JB: Te voy a contar mi opinión. Como sabes, nosotros empezamos en el ’74, y en esa época estábamos tocando rock & roll y en el gobierno existía una dictadura que era Francisco Franco, así de claro te lo digo. Madrid estaba totalmente rígido, feo, oscuro…por llevar el pelo largo tenías problemas, tuvo que venirme a buscar más de una vez la parienta a comisaría porque me había dejado el carné en casa por ejemplo. ¿Qué ocurre después? Que palma el dictador, y entonces empieza a surgir un mogollón de cosas que tenía la gente en casa y no podía mostrar ni publicar, y eso es una explosión que en Madrid todo el mundo lo achaca a la movida madrileña, y lo que ocurrió es que se montó un fiestón de acabar con ese régimen y empezar a construir otra cosa completamente diferente, tío, surgía el que se dedicaba a hacer fotografía, a escribir teatro, la música hizo eclosión totalmente, salieron nuevos estilos…y encima tuvimos un alcalde acojonante. Yo eso lo degusté muchísimo, era la época en que vivía en Malasaña, y he visto como se intentaba enterrar por todos los medios el rock urbano, y nosotros nos salvamos de la quema esa. Existen modas, tío, y siguen existiendo, ahora se llama indie, cada ciclo hay un tema que arrasa, pero yo he tenido mucha suerte, parece que estoy tocado por la varita mágica, porque no me he movido ni un metro de la baldosa donde empezamos en nuestro estilo a hacer música, y la gente empieza con diferentes estilos y al final acaba arrimándose al rythm and blues o al rock, que es digamos la música con melodías, mensajes y con sangre, sudor y lágrimas. Yo asistí a eso y fue efervescente, no paraba, empalmaba día tras día, la época del Rockola, pero fue una moda musical, como ocurrió con el punk, los nuevos románticos y ahora se llama indie. Y lo cierto es que fue bastante denigrante por parte de muchos medios el querer tapar y enterrar el rock. A nosotros nos salvó una canción, que fue Que hace una chica como tú en un sitio como este, estábamos bajo el influjo de Lou Reed y digamos que a todos estos, entre comillas modernos o de nuevo estilo, uno de sus ídolos era ese tío también, y gracias a eso a nosotros no nos semienterraron. Han pasado mil cosas por delante de mi cara pero a mi me sigue gustando ese sitio donde estamos, que yo lo llamo el filo de la navaja, ni demasiado duro ni demasiado blando, somos esa historia y nosotros estamos a gusto ahí.
MK: Lo importante es que vas a un concierto de Burning y te lo pasas de puta madre, hacéis buenos temas y muy bien tocados…
JB: Sí, al principio era mucha energía y poca técnica. Yo no soy ningún virtuoso, pero ya nos vale en cuarenta años, si no aprendemos, joder…Tampoco busco serlo, pero muchos de los colegas que me acompañan sí, tengo una suerte increíble de tener una banda estable desde el noventa y pico, de acuerdo que ha habido mucho vaivén, que si batería, que si muertes…con Nico Álvarez, que es la última incorporación y lo tengo que decir, ha venido como polla al culo y yo le digo, joder, dónde has estado todo este tiempo, me cago en la puta; Eduardo Pinilla, que lleva conmigo desde el año noventa y es un guitarrón el tío; y Carlos y Cacho, que hacen una base supercompacta…Y te digo una cosa, nos lo estamos pasando de puta madre. Y yo siempre lo digo, con lo de la edad, alguna arruga más, algún pelo de menos, pero el corazón está intacto, me sigue motivando lo mismo. Bueno, y no veas lo tonto que me pongo, antes de hacer lo del Palacio de Deportes, en enero con una ilusión, buah, de puta madre, pero una semana antes te pones raro, me dice mi mujer que me pongo huraño, no hablo, ese rollo del bocado de lobo como lo llamo yo, y ya está aquí otra vez. Pero es que es una responsabilidad, viene mucha gente que se gasta casi cuarenta pavos y hay que intentar que se lleven lo mejor de ti, y eso te hace pensar. No es llegar y decir, venga, voy a hacer esto y me piro. Si amas lo que haces tienes que intentar dar lo mejor, que se vayan diciendo “te quiero, cabrón”.
MK: Además de que cada concierto es único, aunque hagas una gira de doscientos…
JB: Te lo iba a decir ahora, ninguno es igual, aunque lleves el mismo repertorio, influyen muchos factores, el equipo, el local, si el técnico ha discutido con su parienta, que si los músicos igual…y días que tienes tontorrones, que te dicen qué te pasa y dices, yo qué sé…
MK: El típico día de regla…
JB: (Risas) Sí, y de mili…
MK: Ahora que lo mencionas, ¿cómo os apañasteis con ese tema?
JB: Yo la hice en Córdoba, tío, pero sobre todo lo más sangrante que recuerdo es que la primera vez que vinieron los Stones en el ’76, recibo la entrada que me la había comprado un colega y claro, a ver qué le decía al capitán, si la típica historia de que se ha muerto mi abuela, que si tal, y al final le dije la verdad, mire, mi vida es esto, me dedico a esto, mire lo que tengo y me quiero ir a verlos…Y me acojonó de tal manera, te meto en el calabozo, te hundo la vida, y yo con veinte años, pues eso, que ahí tengo en el Cocodrilo la entrada sin cortar, que muchos colegas se acercan al bar solo por verla cuando oyen la historia. Y bueno, por lo demás nos fuimos apañando, Pepe se fue tres meses antes para que yo llegase…Hicimos lo posible para que no se destruyese la banda, porque en esa época ocurría muy a menudo. Pero eso no fue lo más duro, lo más duro fue la ignorancia que tuvimos con la puñetera mierda de las drogas: todos queríamos ser Keith Richards o Lou Reed, y decíamos, si estos tíos se ponen con estas cosas y hacen estas canciones tan maravillosas, pues nosotros igual. Y para dejarlo te tiene que sentar mal, yo decía, pero cómo os puede gustar esta puta mierda, y seguía con mis porritos. Pero éramos muy ignorantes, muy pipiolos, pero no creas que nos lo introdujo gente del barrio, sino gente del centro, gente de nivel, intelectuales de estos…Y no solo arrasó en la música, hubo muchas tragedias en muchas familias…Del primer directo que hicimos nosotros con Urquijo y con Antonio Vega, hay mogollón de gente que ya no está.
MK: Una curiosidad sobre la mítica frase “En la Elipa nací y Ventas es mi reino”, qué me puedes contar…
JB: Bueno, es una metáfora, digamos que La Elipa era nuestro pueblo y Ventas era el mundo, pero no es que nos moviéramos por esa zona, de hecho por allí no parábamos. Y por el barrio ya tampoco, no está Pepe, no están los bares a los que íbamos, ni los billares, son otras cosas, donde escuchábamos a Hendrix y tal, El Manivela, ahora es un sitio de salsa…también salgo menos, los años van cayendo y elijo mucho, me voy a conciertitos que me molan y es otra forma de vida, ya no es la locura de entonces. Pero cuidado, que currábamos eh, que nuestros padres nos metían a trabajar con catorce años, y al salir nos íbamos a doce o trece kilómetros a “Papis” a ensayar, y de la pasta que sacabas, que tenías que darla en casa, sisabas un poco para comprar instrumentos y equipo. Pero ya ves, empezó todo por ahí y mira donde estamos…
MK: Ahora parece que es todo mucho más fácil para meterse a hacer música…
JB: Hay de todo. Por ejemplo me viene ahora a la cabeza el chaval este que está también en el vídeo, Star Mafia Boy, un tío que lo sigue intentando sin facilidades, autoproduciéndose, tocando en los garitos. Hay internet, mil formas de sacar el pescuezo, pero cuesta, cuesta mucho. Pero vamos, que internet no es el milagro, el milagro está en el local de ensayo.
MK: Volviendo a vuestro presente, ahora ya estáis metidos de lleno en la gira de Vivo y Salvaje…
JB: Y también acabando el documental road-movie que empezó Fernando Colomo hace año y pico, y que aun no está terminado, porque esto es como los cuadros, es interminable, cuando crees que ya está dices de pronto, joder, que se nos ha olvidado entrevistar a Gay Mercader (que trajo a los Stones la primera vez, y durante un tiempo fue mánager de Burning), y estuve hablando con él, y creo que es una cosa que va a quedar bastante guapa. Calculamos que para diciembre puede estar…Y qué bueno, una vez más una cosa que se centra en Burning, ahí una alfombra roja en un cine de Madrid, es un capricho de la hostia, qué quieres que te diga…
[LLegados a este punto nos preguntan cuánto queda de entrevista, porque está esperando un compañero de otro medio de comunicación, a lo que Johnny contesta con una gran carcajada “podríamos estar todo el día”, lo que como podréis suponer me llena de orgullo y satisfacción].
MK: Una última curiosidad antes de despedirnos, Johnny, ¿cómo ves desde Burning la evolución de vuestro público? Tiene que molar eso de que un chaval que tiene hoy veinte años disfrute con tu música…
JB: Eso es. Y sobre todo te lo tengo que decir, veo que hay mucha afición musical, hay mucha gente que se dedica a la música. Porque cuando empezamos éramos pocos y raros, pero ahora hay gente que lo intenta, toca, aprende a tocar, que eso es cultura, además de que cuando un tío o una tía toca un instrumento, es mejor persona. ¿Qué ocurre? Los chavales son curiosos y hay un mogollón de gente que le gusta el rock y dicen, vamos a ver de dónde viene esta historia, y tienen la suerte, o tengo yo la suerte, de que pueden ver a Burning, que es un poco historia viva del Rock & Roll. Aparte de que luego te bajas del escenario y están los coetáneos, que te cuentan que si mira, con tal canción me enamoré de mi mujer, y mira mis hijos, que si tal, y ya me muero, tío…
Definitivamente llega la hora de acabar, estamos en un momento en el que la ola de la que nos hablaba Johnny está en lo más alto y Burning navega por la cresta, y eso implica muchos conciertos, muchas entrevistas y muchos compromisos. No obstante, antes de despedirnos quedaba hacerse unas fotos con este auténtico rockero, y emplazarle a charlar en otra ocasión, a poder ser en directo en el programa de radio que como bien sabes hace Metal Korner cada martes. Con la felicidad de haber pasado un muy buen rato con un tío al que conozco y reconozco desde que tenía unos diez años, y con su compromiso para vernos en la emisora lo antes posible, recojo mis trastos y me voy de Warner con la sonrisa bien puesta. Ha sido un verdadero placer charlar con Johnny Cifuentes, con Johnny Burning.