Por Pilaria Shephard
Llegaba por fin el sábado, después de una aburrida semana de inicio de las clases; aunque en Cartagena con los Cartagineses y Romanos no tenían problemas de ese tipo. Y con el sábado, el debut de una banda casi recién nacida en la ciudad portuaria que por motivos personales tenía mi punto de mira sobre ella. OSIRIS se presentaba por primera vez en concierto con un single que habían grabado esa misma semana “El Secreto de la Pirámide”. Y además, no venían solos; porque los que después descubrí que eran una apisonadora; HITTEN los acompañaban en tan importante fecha.
OSIRIS
En el Bar Coyote con grandes clásicos sonando de fondo, se habían asentado los cartageneros que poco a poco se subieron al escenario formando un curioso elenco: ya que a pesar de que ninguno era bajo la altura de su guitarrista Matt y su vocalista Legend apuntaban casi al techo. Sin embargo, con menos centímetros Kiffy a la batería, F. Carbó al bajo y Loko a la otra guitarra nos demostraron que sabían lo que hacían.
Con un setlist cargado de versiones y dos temas originales se presentaba OSIRIS, que se encuentra entre el Heavy Metal más clásico y el Power Metal con toques de música egipcia y un componente letrístico que apunta a esta civilización perdida.
Abriendo con el tema de JÚPITER “Prisionero de la Noche”, OSIRIS ya nos hacía una inicial carta de presentación dónde el Heavy y el Power van a ser la bandera de su formación. Animando a un público algo escaso; probablemente por tratarse del último sábado de las fiestas de la ciudad; ya podíamos comprobar la fuerza vocal de Legend que apunta a maneras con su dominio y sobre todo con la gran personalidad que emana de su voz y de su figura como frontman de OSIRIS.
Con un inicio solo de la batería y unos riffs que nos recordaban a Iron Maiden y a mí algo a los NUDO, llegaba el primer tema original de los cartageneros y que los allí presentes pudimos escuchar en primicia. Se trataba de “El Secreto de la Pirámide” que consiguió hacer enloquecer al público que respondía de forma positiva a la música de los que eran sus amigos, conocidos o grupo descubrimiento de aquella noche de 26 de septiembre.
Llegó entonces uno de los momentos álgidos de la velada con la cover de “Corazón de Heavy Metal” de LUJURIA que pronto fue seguida de “Quien irá a por ti soy yo” de BEETHOVEN R. Temas que provocaron más de un headbanging por ser ya parte de la categoría “himno musical”, sobre todo la primera. Canciones que gracias a grupos como OSIRIS no se olvidan y que gracias a ellos consiguen ser recordadas por nuevas generaciones de rockeros, porque en el Coyote tanto veinteañeros, como los rozaban los 30 como los que superaban los 40 bailaron y corearon junto a Legend estos temas que supieron defender.
Y las covers seguían porque como nos informaba su vocalista: “Llevamos 4 meses y por eso casi todo son versiones, ¡pero eso tampoco es malo!” y ¡no lo era!. Porque aunque todos deseábamos escuchar más temas originales de los que allí se presentaban, la interpretación de estas canciones sirvió para hacernos la idea de la calidad de esta joven banda. Por eso, “Cuerpo a Cuerpo” de SANGRE AZUL continuaba ese setlist cargado de covers pero que aún nos reservaba una sorpresa. Y esa sorpresa era…
Con fuerza “Duro de Roer” se presentaba entre gritos de exaltación y riffs intensos como el segundo tema original de OSIRIS y que de nuevo en exclusiva los presentes podíamos escuchar con cierta sensación de privilegio y fascinación. Además, fue otra canción dónde comprobar el impresionante torrente de voz de Legend que he de decir que me sorprendió y eso que yo soy más amante de los guturales, pero un 10 para él.
Y casi como si la propia atmósfera musical lo supiera, el setlist de los cartageneros daba sus últimos coletazos aunque antes llegaron las debidas y necesarias presentaciones dónde cada miembro nos ofreció un pequeño trocito de lo mejor de cada uno: tanto Kiffy a la batería, como Matt a la guitarra, F. Carbó al bajo, Loko a la guitarra y después de rogárselo, Legend a la voz. Y sinceramente chapó, por esta formación que promete y que tiene una gran personalidad sobre todo en las figuras de Legend, Matt y Loko. Eso sí, debemos pedirles al grupo en general que aumente su show y su movimiento, pero esta vez se lo perdonaremos por tratarse del primer concierto.
Aunque…Todavía quedaban dos temas, así que no cerremos aún señores, aún me queda relato para ustedes: “Y ahora un tema de los que para nosotros son los más grandes”. Y así daban paso a su propia versión de “Flight Of Icarus” de los míticos IRON MAIDEN y que se marcan como una influencia notable de OSIRIS que supo defender a la perfección este clásico, y dónde la batería de Kiffy y la guitarra del Loko aprovecharon para tener sus momentos de gloria.
Pero aún quedaba una versión. “Dream Warriors” de DOKKEN que desató toda esa pasión contenida en un público que no fue de lo más animado, ni de lo más soso, pero que supieron desmelenarse en el momento idóneo para cerrar junto a OSIRIS un bolo de presentación más que digno y situarse como una banda nobel que si sigue así llegará lejos. Un 10 para ellos.
HITTEN
Sin embargo, llegó la que para mí fue la sorpresa de la noche. Los HITTEN. Un grupo murciano de Heavy y Hard Rock de lo más ochentero y clásico. Y no solo podíamos averiguarlo observando el look de sus miembros, si no con su primera carta de presentación de la noche: “Demons”.
No hizo falta esperar. Pronto la locura, el desenfreno y el espectáculo se desataron sobre el escenario del Bar Coyote dónde los murcianos sudaban, tocaban y derrochaban pasión por los cuatro costados al ritmo de “Burn This City” y “Punished By Speed”.
Lo que también derrochaban con sus ritmos rápidos, sus riffs contundentes y la fiereza de la voz era la personalidad que el grupo ha sabido labrarse sobre los escenarios. Lugar que sin duda ninguna era de su dominio y desde el cuál conquistaban a un público que con “Midnight Riders” se echaron al bolsillo sin posibilidad de escapar.
Enloquecidos como si les hubieran inyectado unas cuántas dosis de adrenalina, los asistentes del Coyote se dejaron llevar por la brutalidad de la música que los HITTEN interpretaban con “Riot”. Así movidos por esa incapacidad de estarse quietos, algunos se golpeaban, otros coreaban con Aitor Navarro y otros sencillamente hacían “guitar air” al ritmo de Dani y Johnny Lorca.
La noche continuaba y este show aún daba para largo, porque otra cosa no, pero la batería echaba humo por todas partes por culpa de Rhyno que marcaba el ritmo con ansia en cada momento adecuado de la canción que tocaba en el setlists: “Running Over Fire”. No obstante, la presencia de los HITTEN había ya más que devorado al público en un punto dónde nos acercábamos al ecuador de su actuación con el solo de Johnny. Y aquí un inciso: he visto muchos guitarristas, pero pocos como Johnny Lorca que aquella noche padecía la enfermedad “del culo inquieto” ya que se trasladaba de un lado al otro del escenario, interactuando con el público y todo ello mientras nos dejaba un más que digno sabor de boca con su dominio de la guitarra.
Una vez cruzado el ecuador, la dosis del Heavy Metal más clásico de los murcianos proseguía con “Ladykiller” dónde pudimos verificar que Aitor no es de esos vocalistas sin personalidad y pasmarotes. Y es que incluso su rostro, sus facciones y sus gestos eran la viva prueba de que carácter no le faltaba al muchacho. Al igual que tampoco talento, ya que nos dejó bien clarito también con “Looking For Action” que lo suyo es este estilo, pero que probablemente pocos se le resisten.
Tampoco faltaron las “Buenas noches a pesar de que somos poquitos”, ni las palabras de agradecimiento: “Nosotros tocamos esta noche, pero vosotros sois los auténticos rockeros aquí”, como nos decía Aitor a los asistentes. Y puede que tuviera razón porque más de uno se levantó sin lugar a dudas con el cuello molido después de la merecida dosis de headbanging y la cantidad de caña metida esa noche. Pero, aún quedaba tiempo para un tema más.
Una cover de IRON MAIDEN que consiguió desatar a un público que estaba más que se sobra animado. Y que no dudó en reventar; metafóricamente hablando; cuando los acordes de dicha versión empezaron a sonar. Y no fue un simple tema. Si todos los demás habían llevado consigo su correspondiente dosis de espectáculo este no se quedó atrás. Si no qué los sobrepasó. Y lo hizo porque sí Johnny Lorca no había interactuado ya lo suficiente con los presentes, ¡les prestó su guitarra!. Se la cambió con Dani , la tiró por los suelos, casi que vuelva por los aires y además, tuvimos la presencia de dos intrusos en el escenario.
Sin embargo, fue el momento de oro para su bajista Mr. C que consiguió algo de espacio una vez que Dani se cambió de micrófono, y es que se los vimos algo apretados. Aunque eso no obstaculizó a ninguno para no dejar se moverse, dar lo mejor de ellos mismos, vivir la música y tocar como se debe tocar. Y así, con la guitarra de Johnny por los suelos se acababa la noche y se cerraba un concierto, que además de evento musical, fue un verdadero show.