Texto y fotografías por: mattogrosso
 
El pasado viernes 2 de octubre tuve la ocasión de disfrutar de una noche de ROCK con mayúsculas de la mano de Imperial State Electric, pero retrocedamos al principio de la tarde.

Hacia las 20 llegaba a la madrileña sala But justo cuando estaba empezando el primer grupo de la noche, el trio estadounidense Zig Zags, que ha llegado a grabar un tema con Iggy Pop (una versión del If I’m in luck I might get picked up de Betty Davis). Estuvieron unos 25 minutos sobre el escenario con su mezcla de punk y trash old school.  El público era escaso y se mantuvo bastante estático. Fue un buen concierto para abrir boca.

 
 

Aquí tenéis el videoclip correspondiente a Scavenger, el primer tema que interpretaron.

 
 

Una vez acabado el concierto, recogieron a toda prisa porque a las 22:00 tenían otro concierto en la sala Wurlitzer. Las bandas pequeñas tienen que currar mucho para salir adelante.

A las 20:45 saltaron al escenario las madrileñas Lizzies. Actuaban en casa y eso se notó, contando con mucho más espectadores que Zig Zags, así a ojo algo menos de 100 personas. Se veían por allí familiares y amigos suyos que se movieron al ritmo de este cuarteto. Merece destacarse el desparpajo y simpatía de su cantante, Hell End, que llevaba un atuendo muy ochentero, acorde al heavy de los 80 que practican, tiene madera de lider. Musicalmente sonaron bien en los veintitantos minutos que tuvieron de actuación.

 
 
 

Uno de los temas que más movió a la gente fue Viper, del que aquí tenéis el videoclip oficial.

 

Por fin llegaba el momento de que los cabezas de cartel saltaran al escenario, hasta ahora no estaba mal pero todos queríamos ver a Imperial State Electric. La sala estaba mucho más llena aunque sin estrecheces.

El grupo liderado por Nicke Andersson (guitarra y voz) y magistralmente secundado por Dolf de Borst (bajo y voz), Tobias Egge (guitarra) y Thomas Eriksson (batería) dio una verdadera lección de rock ‘n’ roll en la hora y media que tocaron.
 

La excusa de esta gira era la presentación de su último disco, el recomendable Honk machine (2015), y sus canciones tuvieron un lugar destacado en el repertorio como Let me throw my life away con la que abrieron el concierto, oel primero de los bises que interpretaron, All over my head.

Durante el concierto se mezclaban sus últimas composiciones con temas ya clásicos como More than enough of your love, Uh huh o Reptile Brain. También incluyeron algun tema versionado como Messin’ with the kid (de Junior Wells).

Fue un concierto muy bueno musicalmente hablando, sin apenas parones. Me gustaron especialmente cuando Dolf abandonó el bajo para demostrar lo bien que lo hace como cantante (en uno de esos temas  Tobias cambió guitarra por bajo).

La gente estaba muy animada, alguno demasiado, asi que el personal de seguridad escoltó a la persona en cuestión para que no siguiera molestando a los demás, ¡buen trabajo!

 

Por último hay que dar las gracias a Holy Cuervo por haberles traido a España en una larga gira que les ha llevado por ciudades fuera del circuito habitual como Ferrol, Santander o Burgos, y que permiten a más gente disfrutar de música en directo de mucho nivel.