Este fin de semana acababa en Madrid uno de los tours más exitosos de los últimos tiempos en nuestro país: la gira 20 Aniversario de SÔBER, que ha reunido a la banda matriz y a los dos grupos que surgieron durante el paréntesis en que aquella se tomó un descanso, SAVIA y SKIZOO.
Allá por el mes de mayo tuvimos el placer de ver uno de los primeros conciertos de la gira en la sala Óxido de Guadalajara, y pese a que ya entonces disfrutamos de un show muy convincente y trabajado, he de decir que con el paso de los meses el espectáculo no ha hecho sino consolidarse y mejorar si cabe. Los cambios de bandas sobre el escenario se han limitado, arrancando con SÔBER, siguiendo con SKIZOO, SAVIA y finalizando nuevamente con el cuarteto que lleva ya más de dos décadas regalando grandes discos y excelentes canciones, culminando con todos los músicos de ambas bandas sobre las tablas con Y Serás Canción.
Antes de llegar a ese final hubo otros momentos a lo largo de la noche muy emotivos. Para empezar, el mero hecho de conseguir llenar prácticamente La Riviera dos noches seguidas es ya para emocionarse y valorarlo como un hito solo al alcance de los elegidos. Además, los distintos invitados que fueron apareciendo en escena acompañando a las tres bandas, los homenajes a Alberto Madrid y Big Simon y la entrega de los músicos y el público hicieron que la noche fuera muy especial.
El primer invitado en salir a la palestra fue el genial Kutxi Romero, que interpretó junto con SÔBER Diez Años. Poco más tarde, también dentro de este primer tramo de concierto, la colaboración fue de El Drogas en el tema Arrepentido. Señalar que hubo bastante cachondeo con la indumentaria de ambos invitados, con el primero con Carlos sin parar de mostrar su asombro porque se hubiera puesto pantalones vaqueros, y con el segundo por el pintoresco conjunto que lucía, incluyendo un sombrero de copa bajo el que llevaba su característico pañuelo pirata.
El segundo bloque musical lo protagonizaron SKIZOO, con Jorge Escobedo y Antonio Bernardini a las guitarras, Jesús Pulido al bajo, Morti a la voz y Manu Reyes a la batería. Fue un verdadero placer volver a escuchar los grandes temazos de los chicos, con la banda sonando mucho más compacta que hace siete meses. En esta tacada colaboraron en Incerteza exmiembros de la banda al bajo y a la percusión, en uno de los escasos descansos que tuvo Manu a lo largo de la noche. Morti, gran frontman como siempre, no dejó pasar la oportunidad de recordarnos que un par de días después teníamos la responsabilidad y la oportunidad de desalojar el parlamento de indeseables y dar paso al cambio, siendo muy aplaudido en su alegato. También al final de varias canciones puso a todo el público a cantar estribillos a capella, con una gran respuesta de los fans.
Después llegó el turno de SAVIA , con Carlos y Antonio a las guitarras, Jesús al bajo y Manu a los tambores. Con Escobedo ataviado con el característico sombrero vaquero marca de la banda, volvimos a saltar una vez más con los temas del grupo, arrancando con Insensible. En Agua para tu Sed acompañó a la banda Fer con la guitarra, en Inmortal también Manuel Carrasco a las seis cuerdas y en Fragile pudimos disfrutar de José Antonio Pereira a la batería. Sólido cerró el miniconcierto de SAVIA y dio paso a la recta final nuevamente con SÔBER.
Para este reinicio qué mejor que arrancar con Náufrago, con Morti y Jesús acompañando a la voz a Carlos en otro de los momentos más bonitos de la noche. Continúa el espectáculo con Sombras y La Araña, justo antes de dar paso a La Prisión del Placer, tema en el que Manu se retiró y en su lugar, desde la enorme pantalla de vídeo que se encontraba al fondo del escenario, pudimos ver a Alberto Madrid tocando la batería acompañando a Carlos, Jorge y Antonio casi como si estuviera allí, con algunas apariciones también virtuales de Big Simon. Bravo por este más que merecido homenaje.
Para Tic, Tac la banda cuenta con la colaboración del grandísimo Jorge Salán, uno de los mejores guitarristas de este país, cerrando este tramo final de concierto con Blancanieve y Encadenado.
La guinda la pusieron con la imprescindible Y Serás Canción, con los miembros de las tres bandas sobre el escenario y la incorporación de Carlitos de MÄGO DE OZ para un fin de fiesta memorable.
Señalar que el público, pese a que en La Riviera siempre es algo frío, disfrutó de principio a fin, el sonido estuvo al nivel que correspondía, la iluminación y la puesta en escena imponentes y lo que se presumía como una gran fiesta se confirmó en una noche mágica que tendría su réplica al día siguiente. Pero esa es una historia que contará otro redactor de METAL KORNER.
Para finalizar solo queda decir que vivimos un concierto memorable, intenso y emotivo, que cierra otra etapa de SÔBER, y da pie a un nuevo año en el que, de momento, sabemos que realizarán varios conciertos acompañados de una orquesta sinfónica, aunque por ahora desconocemos más detalles. En cualquier caso, larga vida para los madrileños.