Texto y fotografías de Pilaria Shephard
 
Después de un mes espera el día señalado había llegado.  Y en principio era un viernes más. Un viernes corriente dónde la universidad se había marcado como la típica rutina de un viernes. No obstante, existía una pequeña variable que iba a hacer del 21 de noviembre, un 21 inolvidable. Un concierto único dónde se iban a suceder 3 grandes acontecimientos.
 
 
El lugar escogido para los hechos fue la Sala B en la Avenida Mariano Rojas de Murcia. Los acontecimientos los marcaban y protagonizaban 3 grupos: los barceloneses NORTHLAND que iban a visitar por primera vez Murcia, los murcianos KNABULU que volvían a los escenarios tras publicar su primer disco, y los también murcianos REQUIEM que despedían esa noche a su vocalista Erika Carvalho.


 

Con estas premisas claras sabíamos más de uno que la noche iba a estar plagada de sensaciones y sentimientos a flor de piel. Y la primera muestra de esas emociones fue con los REQUIEM ya que muchos habíamos seguido la carrera de Erika desde su inicio en la banda de Los Alcázares.

 
REQUIEM se subió al escenario con una actitud diferente a la habitual. Tenían ganas de ese concierto pero a la vez la tristeza se dibujaba notablemente en los rostros de los miembros. Pues ha sido un año duro ya que han perdido 3 miembros y con Erika 4: uno de los fundadores Guillermo Martín, la flautista Claudia y la violinista Corina.
 
Sin embargo, a pesar de ese sabor agridulce en sus gargantas abrieron con fuerza y con el tema “Doppelgänger” que muy pronto fue seguido de “Controversia”. A pesar de todo como bien decía Erika venía a presentarnos “el nuevo disco que va a salir el breve” y que se sitúa como el segundo LP de los REQUIEM.
 

Una vez que se dejó claro ese aspecto nos encontramos con qué el nuevo violinista desaparecía del escenario y se iba corriendo al baño. ¿Estaba bien? ¿Le había ocurrido algo? Aparentemente no, lo que no sabíamos es que se le había desafinado el violín y había tenido que ir corriendo a un sitio silencioso a solucionarlo. No obstante, Erika nos pidió ayuda para encontrarlo: “Por favor, qué alguien saque a nuestro violinista del baño”. Al final salió.

 
Llegaba entonces el momento de la “canción protesta” que Erika nos invitaba a adivinar. Y con esa misteriosa presentación sonaba “Cruel destino” en contra de la tauromaquia y demás fiestas dónde se maltrata un toro. En este punto es preciso remarcar que REQUIEM sonaba diferente como si le hubieran dado una vuelta de tuerca a su sonido, quizás por el cambio de formación o quizás porque después de varios años era el momento de la evolución.
 
Entre ese sonido diferente, sonaba “Amaranth” una cover de NIGHTWISH en la que Erika se defendió bastante bien en la interpretación y el inglés. Y digo que se defendía porque la vocalista no podía ocultar sus nervios en el que era su último concierto. Nervios que eran palpables a la hora de presentar los temas, interactuar con el público e incluso en algunos momentos para alcanzar las notas.
 
De repente, entre “Luchemos Juntos” y “En Llamas” se sucedió una sorpresa. Los miembros del grupo habían elegido como “maestro de ceremonias” a Juanlu Abril (bajista) para entregarle a Erika un sobre y un ramo de flores. Además, le dedicaron algunas palabras de agradecimiento y suerte en sus proyectos futuros. Un momento emotivo dónde Erika se debatió entre hablar y aguantar las lágrimas. Digamos que lo consiguió, pero no demasiado.
 
No obstante, el show debía continuar con “Lágrimas de Fénix” y “Sin Límite”. REQUIEM continuaba y no solo ese concierto, si no su carrera y lo iban a hacer con un nuevo vocalista que en el tema “En Busca del Tesoro” fue presentado en sociedad. Muchos ya conocíamos al carismático y polifacético Juaniko Hell (vocalista de MY WILD SIDE y HELL ROCK BAND). Un cambio algo “arriesgado” ya que le voz potente y dura de Juaniko se contrapone notablemente con la dulce melodía de la de Erika. Sin embargo, aunque a primeras puede parecer una apuesta muy diferente puede llegar  a fraguar en el nuevo sonido de la banda.
 

Y así tras esa presentación, “Sin Salida” entraba en el escenario para cerrar el último concierto de REQUIEM con Erika como vocalista. Pero, el público no iba a dejar que se fuera sin despedirse con la canción bandera del grupo: su cover de “La Fiesta Pagana” de MÄGO DE OZ. No obstante, así sí. Pues los cuernos al viento, los bailes frenéticos y las melenas alocadas eran el atrezzo perfecto para despedir a Erika y para presentar a Juaniko. El escenario ideal para la nueva etapa a la que se enfrentará REQUIEM.


 



Tras la emotiva despedida de REQUIEM, llegaba el turno de la vuelta a los escenarios del único grupo de temática Viking Metal de la Región de Murcia. Ellos eran KNABULU y volvían con varios cambios en su formación, quedando esta con: Christian a las voces, Guillermo al bajo, Javi a la batería y Pablo al teclado. Sin embargo, debido a la falta de guitarristas contaron con el apoyo de Vicente Fernández  y David Tornel. Además, también sufrieron la ausencia de Pablo que se encuentra lesionado.

 
 
KNABULU sin embargo, no dejaba debilitar por la poca estabilidad de su formación ya que entraron con fuerza con la intro “In The Name Of Tiamat” y “Walkiryes”. Dos temas en los que ya pudimos presenciar la fuerza de ambos guitarristas que hicieron un trabajo enorme al aprenderse todas las canciones de KNABULU en lo que fue un tiempo bastante récord.
 
No pudiendo ser de otra manera, el número de asistentes de la sala aumentó y también se multiplicó el número de fotógrafos que acudieron a capturar las mejores instantáneas de los ciezanos más “vikingos” de la Región. Y lo hacían mientras de fondo, la cover de AMON AMARTHPursuit Of Vikings” se presentaba como canción a interpretar aunque de una manera algo diferente: “Esta es algo así como una balada en la que se hace un pasillo y se van dando vueltas y golpes”, sentenciaba Christian.
 
Tras la descarga inicial protagonizada por la cover de AMON AMARTH, David Tornel se hizo un hueco en el escenario y nos regaló una dosis de maestría con la guitarra difícil de recordar. Demostrando que había sido una elección acertada por parte de los vikingos murcianos para ocupar uno de los puestos de guitarra. Aunque más tarde también tendríamos el momento de oro de Vicente Fernández. Pero, antes…
 
Nos sorprendió. O al menos a mí me sorprendió la cover que se marcaron los KNABULU de “Suaren Lurraldea” de los bilbaínos INCURSED (uno de los grandes grupos nacionales del género). Y no lo hicieron mal, de hecho a pesar de la ausencia del teclado que le hubiera dado más peso al tema consiguieron con ayuda de las guitarras recuperar la melodía tan mágica de esta canción que nos inundó los sentidos en la Sala B.
 
Las notas se entremezclaban en el aire con los gritos y el sudor, de manera que para cuando empezaron a sonar esas primeras notas de “In My Sword I Trust” de ENSIFERUM se triplicaron. Y es que hay pocas personas que se resistan a las canciones del grupo finés de Folk/Viking Metal y cómo KNABULU no lo hizo mal también fue difícil resistirse  a la interpretación de los murcianos.
 
Para entonces, aún quedaban 3 perlas en el aire. Primero tocaron “Soul Prison”, después llegó el solo de guitarra de Vicente Fernández que se echó a más de uno en el bolsillo y se ganó aún que otro fan nuevo. Sin embargo, quedaba una cover “War Of The Gods” de AMON AMARTH que se desarrolló medianamente bien ya que la canción se vio interrumpida por unos notables problemas de sonido, de los cuáles, REQUIEM también fueron víctimas.
 

No obstante, la cosa se arregló medianamente y los murcianos pudieron dar por finalizada su vuelta a los escenarios con “Hordes Of Knabulu” que levantó los ánimos de los allí presentes tras ese pequeño bajón protagonizado por los fatídicos problemas técnicos. 

Sin embargo, me veo en la necesidad de remarcar que los KNABULU se fueron sin despedirse y sin presentar a los miembros del grupo. Algo que quizás nos faltó a los allí presentes para al menos saber quiénes eran los guitarras invitados de la noche.

 
 
 
Y por fin se aparecía ante nosotros el tercer acontecimiento de la noche y puede que uno de los más especiales para los que cómo servidora llevábamos tiempo esperando a que los NORTHLAND se dejaran caer por nuestra cálida Región de Murcia. Sin embargo, aún tuvimos que esperar a que la primera parte de la intro “Path To…” sonara para deleitarnos con la visión de tener en frente de nosotros a semejantes monstruos del Folk Metal Nacional.
 
El que iba a ser uno de los principales protagonistas de la noche, el vocalista y guitarra Pau nos preguntaba antes de empezar: “¿Aquí en Murcia, se mueven las greñas?”. Y con esa sencilla cuestión que fue respondida con un gran y potente “”, daban paso a “Northland” e “Immortal Forest Song”. Dos canciones de su primer disco que nos daban esa chispa inicial para entrar en calor y adentrarnos en un show que dejaría a más de uno afónico y con dolor de huesos.
 
Ya inmersos en la locura inicial nos trasladamos con “When Nature Awakes” al universo de su último disco “Downfall & Rebirth”. Un mundo mágico de muerte, nacimiento y crecimiento, dónde el violín suponía un punto fantástico y delicioso para nuestros oídos. Y es que NORTHLAND fueron capaces de llevarnos a otros mundos, de hacernos viajar a un lugar dónde la magia existe.
 
Y así, subidos en ese barco dónde Pau tenía que conservar “su angelical voz”, la siguiente parada que se nos presentaba ante nosotros era “Everything Becomes Dust” con un sonido algo más duro pero también cargado de toques orquestales y mucho folk de ese del que nos gustaba a los folkies presentes.
 
Pero debíamos volver al mundo de “Downfall & Rebirth” con una canción más rápida dónde la voz aguda de Pau hacía de las suyas a través de las palabras de “Fury’s Unleashed”. Sin embargo, el ambiente se tornaba algo distinto con “Together We Die” y ya no solo porque el público ayudó a cantar esta canción en lo que suponía una perfecta y fluida relación entre grupo y asistentes. Si no que no pude evitar visualizar (para mi sorpresa) durante unos instantes a Mathias Nygard de TURISAS en la voz del catalán.
 
No obstante, el clima ese tan “funesto” por el título de la canción no duró demasiado. Ya que la fiesta folkie se abría paso con las siguientes palabras del vocalista, “Vamos a hacer fiesta, saltar, bailar y  hacer la cabra”. Y joder, ¡vaya que sí lo hicimos! Y lo hicimos con  “The Old Town’s Inn”, con su melodía pegadiza y con la hidromiel marca “Northland” que los catalanes hicieron rular por los allí presentes. Admitamos que más de uno entre el calor de la fiesta y la emoción de la canción se la empinó de más!
 
Cómo si de una señal de los dioses escandinavos se tratara tuvimos que hacer una nueva parada en nuestro viaje. Nuestra embarcación debía pasar por un “baño de sangre” y lo hacía atravesando las notas de “Bloodred Sunrise” que nuestro maestro de ceremonias dedicó a “Todos los políticos que se gastan nuestro dinero en yates y putas”.
 
En nuestra travesía en el barco de los NORTHLAND teníamos una escala obligatoria, concretamente en el pasado. Ya que “Ancient Tales” debía sonar en Murcia para recordarnos esos inicios de los catalanes con “Freezing Sadness”, una de sus primeras demos.
 

Lo que sí que se divisaba ya en el horizonte de nuestro viaje era el final del mismo. Un viaje cargado de buen rollo, buena música y muchísima simpatía por parte de los NORTHLAND. Dónde Pau a la guitarra y la voz, Vic al bajo, Álex a la otra guitarra, Pau Vázquez al violín y José a la batería demostraron el por qué son uno de los grupos de la escena más importante y más oído fuera de nuestras fronteras. Quizás fuera por las increíbles melodías y ritmos de temas como “Whispers In The Wind”. O quizás por el carisma que desbordaban cada uno de ellos y sobre todo el vocalista como frontman de la formación.

 

La conclusión es que no hay conclusiones que valgan, ya que nos quedaban dos canciones para finalizar una noche mágica. Primero fue “Where The Heroes Die” dónde el lado más folkie de los catalanes se quedaba de lado y el más épico se apoderaba del escenario. Y después fue el colofón final con “Revenge”. Un tema explosivo, dinámico, alegre y por qué no decirlo: un broche perfecto para una gran noche cargada de acontecimientos. Cargada de música. De emociones, de sensaciones. Y sobre todo cargada de magia. Una magia que fueron capaz de crear REQUIEM, de mantener KNABULU y de cerrar de la mejor manera NORTHLAND. Una magia única.