Nos acercamos a la Sala Fussion dispuestas a dejarnos las cervicales con GUILLES y HAMLET. Se retrasan en la apertura de puertas, con lo cual nos quedamos heladas en la entrada. Antes de seguir, dar las gracias tanto a Vicente Perales (manager de GUILLES) como a la sala por esta invitación y por el agradable trato que siempre nos dan. Dicho esto, siendo las 21:40 la apertura de puertas y ver a GUILLES terminando la prueba de sonido, nos dirigimos a primera fila sin dudar.
Son las 22:00 y la gente ya está un poco impaciente. Los chicos de GUILLES suben al escenario aunque con un ligero cambio ya que la mesa de mezclas dio algunos problemas técnicos. Estos cacharros digitales tienen una memoria interna para poder almacenar la ecualización, y la máquina fallaba e iba mal. Esto retrasó tanto la prueba de sonido como el concierto, afectando tanto a la prueba de GUILLES que casi no pueden empezar a tocar. Al final se buscó una solución rápida, pues la hora del concierto se echó encima y se pudo salvar el evento. Fue gracias a Enrique (bajista de GUILLES), que se ocupó de ella durante el bolo y ocupó su lugar Carlos, un buen amigo de la banda.
Empiezan con el tema de «Seed and Reincarnation«. La manera de anunciarlo por Adrián nos encantó y, aunque el público aún guarda un poco la distancia, se va acercando al escenario. Es a partir del tema «Fly Over the Crap» cuando se dejan llevar en plan pogo. Algunos haciendo air-guitar y otros marcando el ritmo con una batería ficticia. Entramos en calor, el público en primera linea y la sala prácticamente llena. Bromean con el público y continúan con «Spoon of Ants«. Se sucede un tema tras otro, los chicos de GUILLES dan las gracias al público, a la sala, a HAMLET por contar con ellos y a Vicente.
Empieza a hacer un poco de calor en la sala, Adrián se quita la camiseta y sigue con «Disobedience«, un tema de su próximo trabajo, el cual podemos decir que suena espectacularmente bien. Intentamos mantenernos en primera línea sin que los que están en modo pogo lleguen hasta nosotras, lo cual no es fácil. El público canta junto a Adrián el tema «Push the Red Button» de su trabajo Art of Defect. Nos vuelven a dar un tema nuevo, titulado «Lines and Scars«, en el cual el público se descontrola más si cabe, para terminar su actuación con «Clone» y dejándonos con ganas de mucho más.
Alguna foto de alguien enseñando medio trasero… muy buen rollo y mientras ellos recogen el material, Adrián descuelga el cartel de GUILLES, la gente aprovecha para salira fumar o pillar más cerveza. Nosotras aprovechamos para colarnos por los camerinos y hacer una breve entrevista.
Si GUILLES habían dejado el ambiente caldeado, HAMLET terminó de hacerlo arder, la gente no cesa con el pogo, el air-guitar y el headbanging se hace sin control… J.Molly va de un lado a otro del escenario, los saltos de Luis y de J.Molly son como estallidos de energía. Algunos exaltados del público terminan por el suelo con tanto empujón y alguna que otra patada… Suena «Nadie Más» y el grupo sigue haciendo participar al público. Una de las chicas consigue subirse a las tablas la cual se fue rápidamente hacia J.Molly y éste, agradecido por el gesto, la abrazó. La chica bajó y el concierto prosiguió con «Irreductibles«. Se vuelve a acercar al público con lo cual otra chica le roba un beso sin dudarlo dos veces, pero J.Molly sigue de un lado a otro de las tablas, el publico dándolo todo y sucediéndose un tema tras otro…
Nos llevamos un pequeño susto debido a que J.Molly quiso subirse de un salto sobre un altavoz, el cual no estaba bien asegurado y J.Molly casi se cae. Al final no hubo mayores consecuencias y prosiguió sin ningún problema. Hizo participar al público desde el principio haciéndonos corear, nos hizo agacharnos y levantarnos de un salto… y como era de esperar, no solo el público tenia calor así que J.Molly terminó quitándose la camiseta. Bromeó con el público haciendo el amago de largarse, pero nadie del público se marchaba.
Subieron a la carrera con un cambio de guitarras. Si las que llevaban desde el principio eran una pasada estas no lo eran menos. Terminando el concierto nos llevamos alguna púa, concretamente la de Álvaro, ¡muchas gracias!. Nos esperamos, eran cerca de la 1:20 cuando terminó el concierto, pero ¿cómo íbamos a irnos sin una foto con el grupo?. Así que hicimos cola pacientemente y ya no solo nos hicimos unas fotos con ellos, sino que nos toco hacer de fotógrafas (gustosamente) para la gente que estaba allí esperando. Salimos cerca de las 2:30 de la madrugada con una sonrisa de oreja a oreja que ni el frío viento podía borrar de nuestras caras, con la esperanza de no visitar el día siguiente al fisio, debido al intenso headbanging. Nos quedamos con ganas de repetir con ambos grupos.
Setlist de HAMLET no incuido por expreso deseo de la banda.