Por Alejandro Gozalo

 
Buen trabajo este Nothingless Than Nothingness que llega desde Francia. El quinto álbum de MORTUARY nos hace apretar los dientes y acelerar el paso al ritmo de una batería a la que poco le falta para convertirse en una metralleta.

Y es que los ritmos rápidos son constantes, acompañados de los instrumentos de cuerda, con un sonido muy contundente y primando bajos. Y si hablamos de bajos y graves, no podemos dejar de mencionar su voz, plagada de guturales que no descansan en ningún momento. Como suele ocurrir, la velocidad viene con el contrapunto del caos. Así, en algunos momentos hay poco orden y parece que se avanza a trompicones, o que las diferentes líneas de voz e instrumentos no están acompasadas.

¿Qué nos encontramos en Nothingless Than Nothingness?

1. “Only Dead Witness“. Desde el primer tema MORTUARY nos invita a desmadrarnos, pues es una canción que como intro es perfecta. Un sonido contundente por parte de las guitarras. Después pasa a un ritmo rápido con el doble pedal y una guitarra aguda que va sonando, haciendo un punteo sobre la base rítmica. La voz también entra ya en la intro, algo que no es demasiado habitual en muchos discos.

2. “Empty“. Para no romper con la línea, el segundo corte también comienza potente. Eso sí, con una voz al principio que parece ir algo descompasada con la música. El verso del tema es caótico debido a la velocidad de las guitarras y la batería. Cuando la voz pasa a hacer versos más lentos y el riff cambia, se siente más compacto. Esto no quita que no haya momentos en los que los riffs, aunque mantienen velocidad, son de mucha calidad. En torno a la mitad del tema llega una parte algo más lenta, que es la mejor del corte y da paso a un buen solo de guitarra, primero más rápido y agudo y después algo más grave y bajando la velocidad. Sin embargo, hay momentos con riffs de calidad y que llaman la atención de forma positiva, sin necesidad de ir tan rápido.

 
3. “Tube“. Repite un inicio algo desordenado y sin pisar el freno. Después de poco más de un minuto de canción, llega un momento más tipo break down que se va alternando con ritmos rápidos. Después es el turno de un ritmo más entrecortado al que también se acabará sumando la voz.
 
 
4. “Above“. Si los demás temas empiezan con energía, “Above” probablemente sea el que más lo haga. Rápidamente baja el ritmo, pero se agradece. El estribillo mantiene un doble pedal que no para, pero el riff es más pausado, haciéndolo más pegadizo.
 
5. “Pleasuffering“. Hasta el minuto y medio no rompe la línea de ritmo rápido que se mantiene hasta este momento. Llega un ritmo entrecortado y un riff con agudos de la guitarra que están acompañados por la voz. Después se hace algo similar, pero con menos agudos por parte de las cuerdas.
 
6. “U-Man slept, K-os crawled“. Con la música que parece que va tropezando comienza este sexto tema, que no da ni un respiro a la voz. Mantiene esa intensidad constante que nos deja sin palabras.
 
7. “Yesterdead“. Cuando entra la voz casi al principio, lo hace con una risa de bebé de fondo. Después desaparece entre los guturales, que vuelven a combinarse con esa base musical similar a las de los demás cortes. Es el tema más breve del disco, coincidiendo en tiempo con el primero, la introducción.
 
8. “K“. Amaga con un comienzo tranquilo en el que solo se escucha el bajo, pero rápidamente aparece la voz, y rompe, volviendo a ofrecernos una batería incansable. Tras un minuto, comienza un riff más destacable y que se aprecia mejor, dando paso después a un solo. En el minuto dos llega el primer momento de descanso en el disco. El bajo lleva una base, con la batería tranquila, manteniéndose y las guitarras sonando de fondo con algún rasgueo. Más tarde se puede escuchar un punteo de guitarra acústica que desemboca en uno distorsionado. De esta forma, se vuelve a los ritmos de antes. Es una de las canciones que más ofrece y de las más trabajadas por la variedad de riffs y de velocidades dentro del propio tema.
 
9. “Morbid Existence“. En esta canción el estribillo es más pegadizo gracias a la letra, que repite el título en sus versos. Entrando en la recta final del tema y antes de un genial solo de guitarra, la batería nos ofrece una buena combinación que no se limita a un doble pedal y caja a toda velocidad, sino que nos ofrece un mayor uso de los tombs.
 
 
10. “Kingdom“. La canción más larga del disco, con casi siete minutos. Comienzan todos los instrumentos juntos, dejando después sola a una guitarra que se dobla y da paso así a todos los demás integrantes. Más tarde, escuchamos un momento con guitarras más pausadas y que hacen pequeños silencios, aunque con doble pedal sin parar. Antes de que comience un breve solo de guitarra, se oye una voz que aparenta estar llorando. Después se repite un punteo similar. Antes del minuto 5 comienza una de las mejores partes del disco musicalmente. A partir de ese momento, la voz ya no vuelve el ritmo se va ralentizando, terminando así 41 minutos de death y thrash metal en cantidades industriales.
 
Sin duda, un álbum para aquellos a los que les guste no descansar ni un segundo. Es un disco para masticarlo varias veces y casi escucharlo por fascículos. Escuchar estos 10 temas seguidos es para valientes que busquen emociones fuertes. Os lo recomiendo para momentos en los que queráis darlo todo, porque eso es lo que consiguen MORTUARY. Eso sí, cogedlo descansados, porque nos consume la energía solo de imaginarse tocar algunos de sus temas.
 
Tracklist:
 
1. Only dead witness
2. Empty
3. Tube
4. Above
5. Pleaseuffering
6. U-Man slept, K-os crawled
7. Yesterdead
8. K
9. Morbid existence
10. Kingdom
 
Integrantes:
 
Patrick Germonville – Voces
Jean Noël Verbecq – Bajo
Alexis Baudin – Guitarras
Yohann Voirin – Batería
 
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