Texto por Rubén Montejo
Fotografías cedidas por Industrial Copera

 

Llegaba la ansiada gira “An Evening With Machine Head” a la península ibérica. Días antes, MACHINE HEAD actuaban en Santiago de Compostela haciendo un impresionante “Sold-Out“. Por suerte, la banda estadounidense hacía parada en otras ciudades de la península: Oporto, Lisboa, Madrid, Barcelona y Granada, que es la fecha que Metal Korner hemos podido cubrir gracias a la magnífica labor de la sala Industrial Copera granadina y a Silvia, encargada de la gestión de acreditaciones de prensa. Desde aquí quiero darle mi más sincera enhorabuena por la brillante organización del concierto y por supuesto las gracias por haber acreditado a este humilde medio, como es Metal Korner. ¡Gracias Silvia!.

La apertura de puertas estaba citada a las 20:00, pero tanto por el trabajo como por la intensa lluvia y tráfico a la entrada de Granada, no llegué a la puerta de la sala hasta las 20:45. No fue problema porque el concierto no estaba citado a empezar hasta las 21:30. El ambiente era brutal, había una larga cola de gente esperando para entrar a la sala. Fuera llovía y la gente se refugiaba donde podía para no empaparse. Los coches no paraban de llegar y se escuchaba música a lo largo y ancho de toda la zona, con maleteros abiertos y gente de lo más variopinta bebiendo unas cervezas y charlando con los amigos. Llegué a la taquilla, recogí mi acreditación y pasé a la sala, donde me impresionó la cantidad de gente que ya se congregaba. Prácticamente estaba llena, a 45 minutos del inicio del show. Allí me encontré con varios amigos y conocidos de Jaén que también se habían desplazado para disfrutar de “Machine Fucking Head“. Una fresca cervecita y una charla con mis amigos fue ideal para ir calentando motores antes de la ansiada hora.

Como sabéis, esta gira es un tanto especial, ya que MACHINE HEAD han optado por no incluir ningún tipo de teloneros en sus shows, pudiendo así alargar el setlist bastante y dar un recital completo para todos sus fans. Llegaba las 21:30 y el concierto no comenzaba. Nos poníamos nerviosos y es que no fue hasta las 21:50 cuando las luces se apagaron y dio comienzo esta inolvidable noche.

Salen a escena Phil Demmel, Robb Flynn, Dave McClain y Jared MacEachern. MACHINE FUCKING HEAD en Granada. Comienza a sonar los primeros acordes de “Imperium“. La sala se viene arriba. Un sonido ensordecedor de casi 1500 personas en la Industrial Copera claman a una de las bandas más relevantes e influyentes de los 90. El comienzo del show fue un tanto embarullado. El sonido deja que desear y la voz de Robb se escucha poco. Fue la tónica general de los primeros temas, aunque después todo mejoró notablemente. El despliegue visual fue impresionante, con un juego de luces de altísima calidad, bien coregrafiado por su técnico y que acompañaba y ambientaba su actuación a las mil maravillas.

El sonido en general fue correcto aunque, personalmente, creo que le faltó algo de potencia. Cuando en un concierto de MACHINE HEAD puedes hablar con el de al lado casi sin gritarle al oído, algo va mal. Faltaron watios de potencia en todo el conjunto musical, aunque la ecualización y el sonido general estuvo bastante bien. Robb a la voz cumplió, pero no brilló, como en otras ocasiones que he tenido la suerte de verlo. En algunos temas flojeó bastante como en “From This Day” o “This Is The End“, no llegando a los tonos y cantando a medio gas, con una voz gutural correcta pero que le faltaba bastante garra y gancho. El volumen poco potente en la voz no ayudaba. Se fueron sucediendo tema tras tema, de toda la extensa discografía de la banda, desde temas clásicos, de sus primeros discos como “Old“, “Davidian” o “Ten Ton Hammer” hasta los más actuales de su última obra como “Now We Die” o “Killers & Kings“.

Puntos negativos: los parones cada 2 o 3 temas. Enfrió mucho el ambiente. La banda interpretaba 2 o 3 canciones y hacía un pequeño parón de 1 minuto aproximadamente. Entiendo que en un show largo (2 horas y 10 minutos, concretamente) haya que hacer unos merecidos descansos, pero creo que fue excesivo tener que hacer esos parones tan frecuentes. Considero que enfrió mucho el ambiente y al público, que aunque en la segunda mitad del concierto hubo continuos pogos y circle pits, la primera mitad estuvo algo frío. Y eso lo notó la banda, que intentó apretarse los tornillos y dar más de sí. Robb Flynn hizo su archiconocido sermón, casi interminable. Phil Demmel estuvo estático e inexpresivo, recibió muchas críticas negativas. Pero todo tiene una explicación. Phil estaba enfermo. Durante el día de la actuación, una ambulancia tuvo que acudir hasta en dos ocasiones a la sala para atender a Phil y su altísima temperatura corporal. Tuvo incluso que ser inyectado con algún tipo de medicamento para poder actuar. El show estuvo apunto de cancelarse. Phil actuó en estado febril y eso se notó. Personalmente, que he visto a MACHINE HEAD en dos ocasiones más, no daba crédito, Phil siempre ha sido muy activo, interactuando con el público, moviéndose y dejándose el pellejo. Siempre muy simpático con la gente, esta vez no se movió de su metro cuadrado en el escenario. Una auténtica lástima no haber podido disfrutar de su forma tan carismática de tocar y actuar. Técnicamente cumplió con creces, pero se notó su estado febril.

Para mi, lo más positivo fue el trabajo de su última incorporación, el bajista Jared MacEachern. Su trabajo fue sobresaliente, con una puesta en escena brutal, sin parar de hacer headbanging y aportando unos coros de gran altura (se escuchaban más altos incluso que la propia voz de Robb). Además, el espectáculo con su bajo no se limitó simplemente a la parte técnica, si no que hacía piruetas con él, una buena coreografía y una puesta en escena excelente. El baterista Dave McClain también hizo un muy buen trabajo, aunque noté en la batería menos pegada de lo que este hombre nos tiene acostumbrados. Ignoro si fue por la ecualización o porque Dave no dió todo lo que él puede dar. Por otro lado, tuvo su momento de protagonismo con un pequeño solo de batería, que, bajo mi punto de vista, sobró totalmente, ya que no fue ni visualmente espectacular ni lo aprovechó para mostrar todo su potencial técnico. También hubo un solo de guitarra de Phil Demmel, que sinceramente me pareció horrible y demasiado improvisado. Si juntamos su estado febril con un solo poco inspirado, resulta que tenemos otros cuantos minutos de actuación desaprovechados totalmente.

El setlist fue muy completo e interpretaron temas de toda su discografía, finalizando el show con la carismática y enorme “Halo“. Se sucedían temas de para mi, su obra maestra, The Blackening, como “Beautiful Morning“, “Aestethics of Hate” o “Now I Lay Thee Down“. Ésta última me pareció excelente, fue uno de los temas que mejor sonaron, atronador y con la melodía de las guitarras alucinante. El sonido mejoraba por momentos, aunque he de decir que había bastante cambio de sonido en los temas de unos álbumes a otros. Eché en falta temas clásicos como “Blood for Blood” o “Block“. Pensaba que al realizar un setlist tan extenso caerían más temas de su primera época, pero bueno, me conformo con lo que pude escuchar. De su época más “polémica”, cuando jugaron con el nu-metal musicalmente hablando, tocaron bastante poco, un par de temas. Cosa que agradecí bastante, puesto que es una época que musicalmente no me atrae lo más mínimo. Uno de los momentos más sentimentales y de conexión con el público fue cuando sonó “Darkness Within“, que sonó limpia y emotiva, fue uno de los mejores temas de la noche, sin duda.

En resumidas cuentas, fue una noche memorable, pero con altibajos en el sonido y la actitud de la banda. Momentos brillantes y otros para olvidar. Sinceramente, de las tres veces que he podido ver a MACHINE HEAD en directo, es la que menos me ha gustado. Pese a todo, con una banda de este calibre y con los himnos que tienen en su extensa discografía, es prácticamente imposible no disfrutar del concierto de los estadounidenses.

¡Larga vida a MACHINE FUCKING HEAD!