A propósito de su próxima reaparición en el festival Viñarock tres años después de un amago de colgar las guitarras, hemos creído oportuno desgranar los temas que componen el quinto disco de estudio de los alicantinos.

`Recaída´ más bien hace referencia, a pesar del nombre, a un resurgir que se le nota al grupo en diversas facetas. Musicalmente la evolución la pone el cambio de percusión, con Blai como nuevo baterista, y, sobre todo, un nuevo instrumento añadido: Iván, a los mandos de los teclados. Estos, si bien me hacían temer que ablandaran la contundencia de Konsumo, se han combinado a la perfección, sobre todo con la gaita de Datan, aportando frescura y un sonido más unísono.

Uno de los pilares del grupo, las letras de Jorge, vuelve a golpear en la frente como un disparo certero y sosegado. Parecen hacer referencia a épocas pasadas y a lo difícil que fue dejarlas atrás. A cómo a veces esos “fantasmas” amagan con volver y cómo es determinante mantenerse firme. Y al final, pasada la tormenta, llegan las canciones:

El disco abre con “Delirios de grandeza”, uno de los temas destacados del disco y que bien podría abrir los conciertos de la próxima gira. Aparece contundente y ágil dirigido por la batería, y prosigue con tempos rápidos y estribillos festivaleros, de los que apetece cantar. En este primer tema ya aparece la conexión teclado-gaita. “Yo sólo creo en mis pies para poder andar”. Y Konsumo Respeto apareció por fin en escena.

Se desliza también sin apenas darte tiempo a reaccionar el que fuera primer single y adelanto del disco, “Fantasmas”. Tema de esencia pura de Konsumo y quizá el más pegadizo, lo que respalda la decisión de escogerla como single. “Soy del sitio al que nunca quieres volver” sostienen, pero muchos volvimos necesitados de la franqueza de sus temas.

Giro brusco con “La Ilusión de Cotard”, donde los ritmos se suavizan ofreciendo el primer cambio del disco. Aquí se arranca la voz más desnuda, con ligero acompañamiento de acordes de guitarra. En mi opinión esto desluce la voz de Jorge, que intuyo que se mueve más cómoda respaldada de la caña del resto de la banda. Por lo demás, estructura más clásica de estrofa suave-estrofa cañera-estribillo, el cual hace referencia al síndrome de Cotard.

En todos los discos de Konsumo Respeto hay un tema que se llama igual que el disco anterior del grupo, y esta curiosa tradición la cumplen también aquí con “Elige la Ruina”, el que fuera cuarto disc(az)o de la banda. Este tema está más dirigido por las guitarras de Rober y Alberto. Las estrofas tienen el texto algo estirado, como llorando las palabras. El estribillo, sin embargo, es potente y muy completo. Deja el tema este machetazo en las emociones: “…Pero me agarro a un clavo ardiendo y me entretengo congelando su calor”. Lo firmaría el mismísimo Sabina, y es que no en vano charlando con Rober, uno de los guitarristas, éste definió a Jorge bromeando como el Sabina punki, así que se lo voy a robar.

La ciudad sin nombre“, la quinta pista, es el tema más clásico del estilo punk rock de la banda. Enérgico de principio a fin, con estribillo coral y estrofas vertiginosas que no te dejan tiempo para coger aire.

Y ya metiendo sexta, nos encontramos con uno de los temas que serán a buen seguro uno de los himnos de esta banda y de no pocas noches en bares. “The Last Drop” es uno de los temas más nostálgicos del disco. Retratos de otros tiempos que se deslizan de forma sublime, con lucimiento de todos los instrumentos acompañando a una historia que se te mete hasta los huesos. Como colofón, un estribillo sublime con guitarras metaleras sobre una base folk de gaita y teclado, todo ello sostenido por la batería y el bajo. “Déjame de hablar, tal y como hicimos en la realidad”. Posiblemente el mejor tema del disco, de los que se cantan con el vaso en alto.

No da tiempo a digerir esta genialidad cuando ya resuenan en la resaca emocional los primeros acordes de “Pierdo el Equilibrio”. Esta canción se mueve más similar a “La ciudad sin nombre” quizá con acordes más oscuros. Combativo y resistente, como quien se revuelve contra un destino injusto una noche de rabia. “Día Gris“, al igual que “La Ilusión de Cotard”, también muestra a la voz más solitaria, casi a veces medio rapeando. Mención especial para Leandro que, bajo en mano, dirige los tiempos sofisticadamente. El estribillo da nombre al disco, con una “recaída” de la que a veces es difícil escapar.

Con “+43” Konsumo hace un generoso guiño a su fiel público del otro lado del charco, haciendo referencia a la masacre de Iguala. Es el tema de corte político del disco haciendo referencia a la justicia y a la resistencia. “Un momento crucial” cierra el disco con tempos desiguales y que ejerce el honor de acompañar hasta la salida a todo el que se haya paseado por esta nueva joya del grupo. “Sé que, aunque digas que no, es tan sencillo soñar…”. Y aquí, en algo más de media hora, los alicantinos lo han vuelto a conseguir.