Escuchamos “from ashes” de SEVEN STEPS OF DENIAL

Hace poco zapeando en youtube, yendo de enlace en enlace me topé con una banda que me llamó la atención. Esta banda no era otra que el grupo holandés SEVEN STEPS OF DENIAL, una banda con un sonido agresivo y una voz peculiar, quien después de varios años preparándose nos presenta su primer trabajo auto producido. Entonces cuando surgió la oportunidad de acercaros ese trabajo no he dudado ni un segundo.

La primera escucha del disco en su totalidad no resultó ninguna sorpresa, porque creo que ya lo había escuchado en su totalidad, si bien no en orden. Podemos decir que la banda se desenvuelve en un estilo más allá del Heavy metal, cerca del thrash, pero no me gusta etiquetar la música ya que muchas veces no hace justicia.

La entrada del disco se hace con el tema «Depleted soul», quien empieza como una marcha militar con percusiones muy solemne. La composición es un ejemplo claro de lo que seguirá en el disco, riff potente, doble bombo, y la voz de Marcel Paardekooper es insuperable.

Encandena con «Contractor» que, como el tema anterior es muy sólido, para abrir paso a «Sub-Zero«, quien se destaca por su estribillo con un efecto de ecos que contesta a unas letras mas escupidas que cantadas, y el solo en la línea de los demás temas, elegante y trabajada.

«One eyed Ruled» es hasta el momento el tema más complejo. Una estructura con varios cambios de ritmos, guitarras a veces enrabiadas otras veces más melódicas, y sin dejar respiro pasan a otro gran corte: «Die before darkness». Esta muerte antes de la oscuridad empieza como no puede ser de otra manera: con tono sombrío, la voz de Marcel Paardekooper en este momento se hace lastimosa y suplicatoria, es la canción mas lenta del disco, sin dejar de lado el sello de la banda con algunas aceleraciones. Ahondando en la temática oscura sigue «Last Days», que parece representar la tormenta del día del juicio final, el doble bombo marca el ritmo constante acompañando unos riff de guitarra pesado. The pursuit se inicia con un duelo de guitarra, con guitarra melódica, que están en un clase de canon. Como siempre el solo es excelente, y justo lo que necesita la canción.

«Origin» son de los temas que a veces no sabes por qué pero te encanta, será el timbre de voz, la guitarra, el ritmo de la batería, todo el tema me parece acertado, la radicalización del sonido en esta canción encuetra continuación en «What doesn’t kill». En este track sin nunca renunciar a su estilo la banda se acerca musicalmente a los mismísimos Slayer, con un riff y un ritmo que recuerda mucho a ciertas canciones de los californiano, eso sí mucho mejor cantando.

Sigue «Destruction of Paradise«, esta canción con un toque de rap metal no ha conseguido engancharme seguramente por venir después de dos canciones que bien podrían ser la piedra angular del disco.

«Always there» empieza casi como una balada, con la faceta mas melódica de Marcel Paardekooper y de la banda, con las primeras voces realmente agudas. Es un continuo encadenamiento momento lento y un estribillo más enérgico. «Gemini» es otro de los temas que en un principio no me ha enganchado, pero conforme va avanzando el tema esta sensación cambia para pasar a la completa aprobación cuando se llega a la parte del solo que es realmente conseguida.

«Call to arm» es la canción más guerrera, como se intuye con tal título, el estribillo empezando con “warior” convence a cualquiera de ir a la guerra. Y para acabar «Broken promise» cierra el disco con una sensación agridulce, ya que es otro tema que no llegó a completar, ni confirmar todo lo bueno que nos dejó los temas anteriores.