Durante el boom del mal llamado “nu-metal”, a mediados de los 90, surgió una nueva banda, otra más, llamada AMERICAN HEAD CHARGE (a partir de ahora AHC). Formados en 1997, AHC es una banda que practica una curiosa mezcla de numetal, metal industrial y groove. Considerados como una de las mejores bandas dentro de su estilo de finales de los 90, incluso tuvieron varias nominaciones a los premios Kerrang.

Este Tango Umbrella es su nuevo CD, un trabajo que llega 11 años después de su último disco, que tenía por título The Feeding. Su estilo no ha cambiado demasiado. Nos encontramos con las típicas intros semi-electrónicas, con riffs pesados e industriales, líneas vocales que entremezclan la melodía con la rudeza gutural de su vocalista Cameron Heacock. Hay que recordar que los dos únicos miembros originales que siguen el la banda desde el inicio es Cameron, el vocalista y también Chad Hanks, el bajista. Por lo que tenemos una línea vocal muy parecida a los de su época dorada con The War Of Art. Cameron la verdad es que es un gran vocalista y modula su voz a su antojo, con una voz bonita y que melódicamente es muy completo. En las partes guturales anda algo más justo, pero finalmente cumple su cometido. Respecto a Chad, el bajista creador de la banda, se echa a los hombros la base rítmica del trabajo, con un sonido denso, oscuro y bien producido.

 
El CD tiene dos problemas, para mi, insalvables. Uno, es su excesiva duración. Estamos ante un LP de prácticamente 1 hora de duración, y como consecuencia, se hace un poco largo y difícil de asimilar en las primeras escuchas. Otro es su poca creatividad u originalidad. Es un CD que aunque tiene momentos brillantes (véanse temas como “I Will Have My Day” o “Suffer Elegantly“), se hace algo lineal y monótono. Poca frescura es la que AHC han aportado en este nuevo trabajo a su carrera musical, y aunque el CD cumple, se queda un poco a medio gas para ser un trabajo que ha tenido que esperar 11 años para ver la luz. Como gran aficionado al metal industrial, esperaba con ansia el regreso de AHC, y me he quedado con un sabor agridulce en los labios.

Pienso que hay temas de relleno, totalmente prescindibles, como por ejemplo la balada a piano “A King Among Men“, casi 5 minutos de una voz susurrante con una linea de piano repetitiva y monótona. Tal vez el mensaje sea bueno, pero musicalmente está muy lejos de cumplir las expectativas de sus fans. El single del disco, “Let All The World Believe“​, que por cierto, abre el trabajo, es un buen tema también, potente y directo, aunque parece que lo hayas escuchado anteriormente, por ser demasiado “standard”. Sin duda el mejor corte del trabajo lo encontramos hacia la mitad del CD. “Suffer Elegantly” es un buen ejemplo de tema industrial a todo trapo, con enormes influencias de bandas del estilo como MINISTRY o KMFDM, con una batería galopante, un riff repetitivo super afilado y una línea lírica rabiosa y brutal. ​”Prolific Catastrophe” también es un muy buen tema, con influencias de artistas como MARILYN MANSON o SOCIETY 1.

Resumiendo, 11 años no han sido suficientes para que AHC regrese triunfalmente. Lejos queda el gran disco The War Of Art del 2001, donde quedarán himnos del estilo como “All Wrapped Up” o “Just So You Know“. El disco cumple y entretiene, pero se hace demasiado lineal y aburrido por momentos, pese a tener unos cuantos temas muy buenos. Esperaremos a su próximo trabajo, espero que den una vuelta de tuerca a su sonido y nos sorprendan como hicieron a finales de los 90 y principios del 2000.

Puntuación: 6/10

Tracklist:

01. Let All The World Believe
02. Drowning Under Everything
03. Perfectionist
04. Sacred
05. I Will Have My Day
06. A King Among Men
07. Suffer Elegantly
08. Antidote
09. Prolific Catastrophe
10. Down And Depraved

 
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