Por Nacho Medel
Los barceloneses BLAZE OUT nos presentan su segundo disco Backlash, lleno de energía, fuerza y ganas de hacernos mover la cabeza sin parar. Surgidos en 2009, autoprodujeron su primer trabajo, Headshot, en 2013, tras el cual ficharon por el sello discográfico Blood Death Fire. Con ellos nos traen este nuevo trabajo que, al igual que el primero, es puro metal mezclado con rock, por lo que podréis reconocer influencias tanto de METALLICA, IRON MAIDEN, TRIVIUM y LAMB OF GOD, como de ACDC, AIRBOURNE o ALTER BRIDGE. Antes de empezar con el disco, deciros que ellos son Gerard Rigau (vocalista y guitarra), David Lleonart (guitarra y coros). Carles Comas (bajo y coros) y Rafa Weber (batería y coros).
Comenzamos el viaje con “Wrath Afire”, un inicio arrollador para un grandísimo álbum lleno de calidad en cada una de sus canciones. Esta primera composición deja claro el estilo de la banda: un sonido directo, con una letra que no te dejará indiferente. En este caso, la historia de un hombre cuya familia es asesinada delante y que, desde entonces, sólo vivirá para saciar su ira (quizá se hayan fijado en la historia del videojuego Max Payne y, si tú lo has jugado, seguro que te suena). Ya desde este primer corte destaca la calidad de todo el grupo, con un sonido limpio que permite que disfrutemos de todos y cada uno de sus integrantes.
Blind Snakes nos habla de los soldados, de cómo muchos son (y han sido) arrancados de sus familias para luchar en guerras que no entienden y que sirven a poderes, países y personas que, para nuestra desgracia, nunca estarán en primera línea de fuego. Instrumentalmente, me gusta el efecto que da la batería como si fuera una ametralladora.
Fist Goes First es una canción ambientada en el mundo del boxeo, y podemos definirla como un combate: los primeros acordes marcan el movimiento del boxeador alrededor de su oponente hasta que, visto el punto débil, decide atacar con fuerza y sin tregua, representada esta fase en el estribillo de la canción. La letra nos habla del esfuerzo del protagonista para llegar a lograr sus sueños y, sobre todo, de cómo ha creído en sí mismo durante todo ese tiempo.
Age of the Waste es un canto a la arrogancia de los hombres y de cómo estamos malgastando, de una forma u otra, todo lo que se nos dio y que lamentablemente muchas veces no sabemos apreciar.
Suave comienzo para Truth in Chains, con la que llegamos a la mitad del disco, con un interesante aumento de ritmo para dar paso a la voz de Gerard, que demuestra diferentes registros a lo largo del tema, notando el primer cambio a mitad de la canción. Ya en la parte final, Gerard emula a Corey Taylor susurrando como hace en muchas canciones de SLIPKNOT, para dar paso al solo de David y al estribillo, con el que finaliza el tema.
Es hora de tomar el hacha y lanzarse a la batalla al ritmo de The Wolf and the Serpent, un tema con referencias a dioses, gritos de batalla, y sangre y cuerpos decorando el campo de batalla (seguro que esta descripción os trae a MANOWAR a la cabeza, respecto a la temática). Un tema que comienza con un gran ritmo pero que también posee partes más pausadas. Destacar la parte final, con guitarra acústica, que bien puede simbolizar el silencio reinante tras la lucha en el campo de batalla. Todo un canto a la «belleza» de las luchas en campo abierto, donde los guerreros se lanzan de manera desafiante y poderoso hacia el ejército rival.
Men of Mayhem es una oda a los moteros, concretamente a los de Sons of Anarchy (mencionados en la letra):
Under our own hierarchy, we are the Sons of Anarchy
Referencias a la hermandad que produce el asfalto, la vestimenta completamente negra (y de cuero, por supuesto). Todo un himno digno de oírse en cualquier bar de carretera americano que se precie.
Encaramos la recta final con Old Acquaintances, la balada del disco, que cumple con todos los requisitos esperados: un ritmo tranquilo, suave, con guitarras acústicas que acompañan la voz de Gerard, dulce y pausada. A mitad de la canción el ritmo aumenta, al igual que la voz de Gerard gana en fuerza, pero la letra sigue remitiéndonos al deseo de estar con la persona amada, destacando la idea de que, tanto su alma como la nuestra, son viejas conocidas.
El disco se cierra con Burn the Veil, que recupera el ritmo que nos ha acompañado durante todo el disco para cerrar este magnífico trabajo, con una canción que llama a la rebelión. Una rebelión cuyo objetivo es que todos seamos lo que somos, y no dejarnos intimidar o influenciar por formas de pensar y/o actuar que, por muy establecidas que estén, no las sintamos como nuestras.
Hasta aquí el análisis de las canciones de BLAZE OUT, tras el que os animo a que le echéis un vistazo a su bandcamp u os acerquéis a algunas de las próximas fechas de su gira, que os he apuntado más arriba. Si os gusta el hard rock o el metal más puro, seguro que vais a descubrir una banda que pasará a formar parte de vuestro repertorio habitual.
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