El pasado viernes en la sala Joy Eslava la violinista JUDITH MATEO presentó su nuevo disco Rock is my Life. Se trata de una jugosa recopilación de “clásicos” de rock (pero no sólo rock) versionados con su violín como instrumento solista y acompañado en ocasiones por la voz de Chuse Joven. El concierto vino precedido de una mini gira por tierras japonesas, como la propia JUDITH contó en el concierto, y por el show en Cuenca del día anterior.

 

 

 

 
El concierto arrancó fuerte con la versión del “Simpathy for the Devil” de los ROLLING STONES y tras solucionar pequeños contratiempos como la rotura de una cuerda de violín, siguió con LED ZEPPELIN y DEEP PURPLE entre otros. Los temas más melódicos fueron los que más llegaron a la audiencia como “Nothing else matters” de METALLICA o “Dust in the wind” de KANSAS, baladas que ya forman parte del imaginario colectivo del rock y en las que el sonido del violín refuerza su emotividad.

 

Uno de los momentos más esperados de la noche fue la aparición de José Carlos Molina de ÑU, que precisamente celebraba los 40 años en el mismo lugar un par de semanas antes. El “dueto” violín-flauta sobre el escenario interpretando “El Flautista” de ÑU, entre otras canciones, fue de lo mejor de la velada.

La fiesta prosiguió con “Basket Case” de GREEN DAY, “Sweet Child O’ Mine” de GUNS’N’ROSES, “Cotton Eye Joe”, para terminar con su más exitoso hit hasta la fecha, la versión de “Highway to Hell” de AC/DC.

Como colofón de la noche sonó “Rock is my life”, la versión de BACHMAN & TURNER que sirvió a JUDITH para despedirse tocando entre el público su parte final y despedir del mejor modo posible la fiesta de rock y folk de la que fuimos testigos.