Por Nuria Linares
Tras una larga carrera a sus espaldas, los alemanes DEADLOCK lanzan otra bomba de relojería esta vez vía Napalm Records. “Hybris” es un torbellino que arrasa todo a su paso, es potencia demoledora a cargo de la instrumentación que no deja para nada indiferente. Sin tener un estilo realmente encasillado, han sido definidos como death metal melódico, metalcore melódico o metal alternativo. Para alguien como yo a quien no le agradan mucho los estilos core, encontrarán sin embargo algo muy atractivo en este último trabajo de DEADLOCK. Si bien las líneas vocales guturales se decantan por esta tendencia, las voces femeninas nos llevan al lado más alternativo, y en algunas ocasiones, diría que hasta me parecen algo disonantes.
1. Epitaph
2. Carbonman
3. Berserk
4. Blood Ghost
5. Hybris
6. Wrath – Salvation
7. Backstory Wound
8. Ein Deutsches Requiem
9. Vergebung
10. Welcome Deathrow
Es el caso de “Epitaph”, que empieza con unos riffs muy pesados y cautivadores y que casan perfectamente con la voz principal. Aunque el encanto y la fuerza del tema se pierden al llegar la voz femenina. Entra de una manera un tanto dispar a mis oídos y rompe con los esquemas que preconcibe la potencia. Sin embargo, en “Carbonman” no ocurre esto y empieza a encajar más. Con un toque más death metal melódico, lo primero que llama la atención de este corte son los ritmos de batería. Increíbles y hechos para el directo. Las estrofas ya son llamativas de por sí, pero lo que me sorprende aquí es el estribillo: adulzado, afilado, pero a la vez penetrante, y a cargo de la voz femenina. Un triunfo después de “Epitaph”. “Berserk” comienza muy psicodélicamente, con sonidos confusos pero hipnóticos. El hechizo se rompe a la entrada anárquica de los guturales, y volvemos al mismo problema con la voz femenina que encontramos en “Epitaph”. Pero de cara al estribillo parece mejorar algo. Nada mucho más destacable en esta pieza ya que conforme avanza se me hace repetitiva. Bloody Ghost tiene otro ejemplo de los mágicos comienzos y riffs de DEADLOCK. Estos van a ser los puntos fuertes de todo el disco, que vienen realzándose o, por el contrario, decayendo de acuerdo al tratamiento de la voz. “Bloody Ghost” se refuerza bastante con los guturales y tiene algo muy interesante: cuando parece que el tema llega a su fin, el silencio expulsa melodías cargadas de aroma que a su vez terminan estallando en una brutalidad deliciosa. Este final desemboca en “Hybris” como si de un engranaje se tratara. “Hybris”: perfecto en su instrumentación y voz principal, pero decepcionante en su estribillo, debilitado de nuevo por la melodía que trae consigo la voz femenina. Ni siquiera el efecto parón llega a la altura del de “Bloody Ghost”. “Wrath – Salvation” empieza con tintes alternativos en los primeros segundos. Avanza de forma muy épica, encendiendo llamas de emoción que estrepitosamente apagan (guess who) la voz femenina. Menos mal que el estribillo nos trae de vuelta ese carácter épico en forma de coros.
Continuamos con “Backstory Wound”, con guitarras caóticas al comienzo y estrofas con ritmos predecibles que arrancan automáticamente el headbanging. Su estribillo quiere acercarse al de “Carbonman” y, aunque no lo consigue del todo, no deja mal sabor de boca tampoco. También vamos a escuchar ese semi-silencio de cara al puente, pero aunque las estructuras sean algo similares a lo que ya escuchamos antes, este corte puede colocarse entre las mejores canciones del disco. “Ein Deutsches Requiem” tiene la entrada más impactante de todo el trabajo. Una pieza operística que se entrelaza con coros y death metal recordando al encanto único de FLESHGOD APOCALYPSE. Las estrofas no son nada del otro mundo, pero la irrupción de un estribillo parecido al comienzo, de carácter más gótico, y de orquestación, hacen de este tema el más distinguido de “Hybris”. “Vergebung” rompe con el sentimiento que nos deja “Ein Deutsches Requiem”: tranquilo, acústico y casi inocente. Una canción instrumental que barre de un plumazo el sonido que define a “Hybris”, pero que sin embargo, me parece un añadido del que se puede prescindir (a no ser que el oyente necesite un descanso o simplemente para que no se juzgue al conjunto como repetitivo). “Hybris” finaliza con más fuerza y potencia en “Welcome Deathrow”, pero es un tema que no sobresale y que tampoco se diferencia mucho de los anteriores.
Para resumir la crítica en pocas palabras, diría que lo último de DEADLOCK tiene sin duda muchas partes cuanto menos interesantes y sorprendentes, pero que, a veces, tienes la sensación de no distinguir entre una canción y otra. Y la voz femenina no ayuda en absoluto. De todas formas, recomiendo escuchar este trabajo simplemente por joyas como “Carbonman”, “Bloody Ghost” o “Ein Deutsches Requiem”.
Puntuación: 6’5
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