Desde que el hombre fue creado por los dioses hemos estado soportando sus absurdos castigos. Era cuestión de tiempo para que finalmente la creación se revelase contra sus Deidades. Durante décadas se fue gestando en el alma colectiva de nuestra raza aquel sentimiento de odio y rebelión.
Aquel verano, como todos, había llegado el momento de realizar el sacrificio humano. Los designios divinos estipulaban que había que ofrendar a una joven. Elegida con un mes de antelación mediante el consejo del cual yo era miembro, le tocó el turno a mi hija. No podía permitir que eso ocurriese, así que le comenté a todos los miembros de nuestra comisión que había llegado el momento de terminar con todo aquello. No me costó mucho convencerlos, ya que la práctica totalidad de nuestra reducida pero poderosa hermandad había perdido algún ser querido por culpa de aquellos seres superiores.
Tenía que poner sobre aviso a mi pequeña. Debía saber lo que estaba pasando, y que ella era parte de nuestros planes para asesinar a Poseidón. Su primera reacción obviamente era mostrar el más profundo e incontrolable pánico. Me confesó que no creía que nuestros propósitos se pudiesen llevar a cabo. Según decía ella, el gobernante del Olimpo acabaría con todos nosotros, para después castigar a todo ser viviente del universo. Cuando terminaron sus sollozos le expliqué qué íbamos a hacer.
El tiempo transcurrió velozmente. Aquella tarde comenzaron los preparativos para la ofrenda de sangre. Todo tenía que estar listo para el próximo amanecer. Mientras que aquello ocurría, nosotros también iniciamos nuestros proyectos. Me agazapé cerca, muy cerca de donde él saldría. Sabía dónde colocarme porque había presenciado muchas veces el mismo espectáculo dantesco. Con mis manos empuñaba fuertemente la lanza. Creada por el mismísimo, Ares sería la encargada de traspasar el corazón del hermano de Zeus.
El momento había llegado. Allí estaba ella, atada de manos en aquellas dos columnas que tantos sacrificios habían contemplado durante generaciones. Los primeros rayos del sol asomaron por el este.
Al instante una gran y única ola emergió del mar. Era él. Ahora solo nos quedaba esperar a que su cuerpo dejase de ser líquido para ensartarlo en la pica. Se acercó lentamente. Mientras tanto, los allí presentes pudimos ver cómo el agua se transformaba en carne. Cada segundo me resultó una agonía. Al fin su estructura era tangible. Acarició levemente la cara de mi heredera. Había llegado el momento. Salí de mi escondrijo empuñando la lanceta. El corazón me latía a mil por hora. Solo tenía una oportunidad antes de que volviera a su forma acuática y acabara con todos nosotros. La cabeza del señor de los mares se giró sorprendida. Grité con todas mis fuerzas mientras le traspasaba el pecho con el arma sagrada. Sus ojos espantados a la par que aterrorizados se clavaron en los míos. El clima se volvió completamente hostil de forma instantánea. Todos los que estábamos allí sentimos cómo el mismísimo océano gritaba de angustia. Pero la sorpresa vino desde el cielo. Vimos como una especie de pórtico se abría. De ahí apareció el «jefazo» sediento de venganza. Ahora la guerra había comenzado. Ya no había marcha atrás. Una cosa era segura, o acabamos con las divinidades o ellos lo harían con nosotros…
IMPERIVM es un combo de death metal / technical death metal procedente de Reino unido. Iniciaron su carrera en 2010. Dos años más tarde, el mundo vio nacer a su primer Larga Duración «Sacramentum«. Aquí estos tipos ponían de manifiesto su pasión por la mitología griega y la música extrema.
Ahora bajo el manto del sello Ultimate Massacre Productions nos llega su nuevo L.P. Bautizado con el nombre de «Titanomachy» es la razón de que estas caóticas esquelas hallan sido creadas.
El line up es el siguiente: Mike Alexander (guitarra), Doug Anderson (voces. También componente de Cenotaph, Karmyne, Unfathomable Ruination, ex-Viscera, Drenched, Maelstrom Aeterna, ex-Bloodshot Dawn, ex-Prostitute Disfigurement, ex-Trifixion (live) ).
En este segundo asalto los ingleses nos muestran una obra sólida y ambiciosa. Sin embargo, el hecho de que la composición y ejecución sea demasiado similar entre todos los tracks que la conforman le resta enteros a lo aquí mostrado, llegando a pensar incluso en la palabra auto plagio.
Los temas funcionan muy bien de manera individual, asombrando al oyente. El problema viene cuando se oye sin pausa el disco entero. Entonces, te das cuenta de ese parecido extremo que comento, quedándote con un sentimiento latente de decepción.
Los riffs son punzantes, técnicos y trepidantes, pero el uso de la misma escala todo el tiempo los desmejora considerablemente. Todo ello está aderezado con solos corta yugulares.
En lo que a voces se refiere, estos chicos exhiben una doble tonalidad basada en growls y guturales agudos rasgados. De esta manera dotan al redondo de versatilidad e intensidad extra.
La batería es veloz y dinámica. Sus blast beats reventarán tu columna vertebral, mientras que los intantes a mid tempo de pulso rápido destrozarán tu cráneo.
Al término de esta descripción global pasemos a comentar brevemente las mejores tonadas de esta acometida.
Personalmente recalcaría «Descend the Abysmal Void«, «Phlegathon Rising» y «Titanomachy» por los siguientes motivos:
«Descend the Abysmal Void» hará alzar tus puños con el riff pesado que contiene sobre su mitad. Asegurado.
«Phlegathon Rising» y «Titanomachy» son los dos cortes más salvajes y mejor elaborados de todos. Tu cuello acabará tan lesionado por el headbanging que realizarás, que no podrás mirar hacia los lados durante semanas.
Una banda que a pesar de tener un claro potencial, ha decidido ofrecer un trabajo que se queda a medio camino. Esperemos que para el próximo intento subsanen sus errores.
Nota: 4
Track List
Othrys
Castrate the Father of the Sky
Beast from Beneath
Descend the Abysmal Void
Ingurgitate the Traitor
Into Abode of the Dead
The Unseen One
Skies That Bear Thunder
Phlegathon Rising
Minos
Neither like Gods nor Men
Titanomachy