Hoy compañeros os traemos otro análisis del decadente gothic metal que caracteriza a HELFIR, un proyecto musical procedente de Italia. Su creador, Luca Mazzotta, nos ofrece esta vez un trabajo que bautiza con el nombre de “The Human Defeat”, y que sigue a tan sólo un redondo más que ya tuvimos el placer de reseñar en 2015: “Still Bleeding”.
“Still Bleeding” ya llamaba la atención de los medios por ser una propuesta tan interesante. Se trataba de toda una experiencia sónica donde cada corte envolvía al oyente en una atmósfera muy especial. No era de extrañar que nuestras expectativas ya fueran altas ante la salida de su último “The Human Defeat”, disponible a partir del 30 de junio.
Después de la primera escucha, estaba de acuerdo en que el artista tiene una habilidad especial para hacer que nos perdamos en su hipnótica música. Así ocurría también en “Still Bleeding”. En esta ocasión, Luca se decanta por una temática que se centra en la naturaleza y su batalla contra el hombre. Todo un cúmulo de sensaciones que se desarrollan en un estilo muy Anathema.
Un par de escuchas más tarde, me daba cuenta de que “The Human Defeat” no tenía ese efecto hipnótico tan definitorio de HELFIR hasta el tercer corte. De hecho, salvo el comienzo y ciertas estrofas de “Time In Our Minds”, éste y “Light” pasan completamente desapercibidos. Nada brilla en ellos. Rozan la mediocridad a mis oídos.
La historia cambia al llegar “Tide”, donde ya empiezo a reconocer la esencia de HELFIR aunque sigue dejándome un poco fría. No es un tema que haga click desde el principio, a diferencia de “Protect Me”. Esta canción te arrastra con ella, a su atmósfera, pero con suavidad. Aquí veo el diamante en bruto del disco. Aquí veo a HELFIR en todo su esplendor.
También en “Chant D’Automne”, que apuesta por una melancolía al más puro estilo Anathema, calmada pero continua, casi como un pequeño riachuelo de agua dulce. Es otra de las joyas del disco. Te hace querer cerrar los ojos y abandonarte a ella. Para desembocar en “Mechanical God”, que nos despierta de ese trance con sus toques electrónicos y con un contraste fortísimo: la incorporación de guturales. Los pasajes electrónicos y la voz melódica y suave mantienen la delicadeza cristalina de las composiciones de Luca, pero se rompe estrepitosamente en el estribillo. No ha sido un acierto, acaba con todo su encanto.
Seguimos con “Climax 2.0”, una pieza instrumental y tenebrosa en su comienzo, como si de una psicofonía se tratara. Luego te transporta hacia terrenos de tintes chill out que podrían tener un efecto muy placentero a pesar de la larga duración del corte. Sin embargo, esos insistentes solos de guitarra desentonan con el ambiente y hacen que el tema pueda resultar pesado.
“Golden Tongue” vuelve a traernos contraste. Algo que instrumentalmente puede acercarse más a Katatonia, con una línea vocal inicial que se desgarra y, de nuevo, guturales. La diversidad que traen al disco es innegable, pero es como si no pertenecieran a él. Me deja bastante indiferente, la verdad. Se me antoja que “The Last Sun” quiere jugar a ser “Chant D’Automne”, pero no puede alcanzarlo, se queda en medias tintas. Precisamente con la versión instrumental de este tema cierra HELFIR este último trabajo, que acaba pausado, sin sobresaltos ni más sorpresas.
HELFIR ha querido incorporar ciertas novedades a su estilo en “The Human Defeat” que no han terminado de funcionar. A pesar de ello, Luca ha conseguido crear otras tantas piezas únicas que desde luego ponen de manifiesto su gran talento. Se lleva una puntuación más baja esta vez, pero igualmente aplaudo este trabajo.