Desde mi celda contemplo como el sol se esconde lentamente por el oeste. Mañana será el día. Llevo aquí encerrado poco más de una semana, o eso creo. Es curioso, he pasado de ser un simple mercader a convertirme en el cuerpo que será sacrificado en honor de nuestro Dios. Al fin ha caído la noche, y con ella ha comenzado la cuenta atrás. Me ofrecen la última cena. La rechazo, me es imposible comer nada, solo deseo que las horas pasen rápidamente y que todo acabe ya. Pero a decir verdad, el tiempo parece que no avanza. Mi ansiedad está por las nubes mientras observo como entra en mi jaula la siempre limpia y pura luz de la luna. Esta noche está preciosa mostrándose en todo su esplendor. Será la última que vea. Esto me provoca una sonrisa triste que tan solo permanece en mi rostro unos segundos. Cierro los ojos y pienso en como ha sido mi vida. No me arrepiento de nada, y tampoco creo que la haya desperdiciado, pero… aún tenía tanto por hacer….
El combo belga de deathcore / deathcore djent COCYTE comenzó su carrera en 2009. En 2011, 2012 y 2013 lanzaron los EPs «Suffocate Now«, «New Breath» y «Asylum» respectivamente. Tras un parón compositivo de cuatro años al fin nos llegó su nuevo plástico el 2 de junio de 2017. Bautizado con el nombre de «The Human Disease» es el protagonista de esta crítica.
El line up es el siguiente: Kevin Sanchez (voz), Jimmy Maes (guitarra), Stephane Demonty (guitarra), Steve Maes (bajo), Kevin Facella (batería).
El primer LP de este conjunto es una completa maravilla. La amalgama de estilos, que pasan desde el anteriormente mencionado deathcore hasta el prog technical djent o el melo death metal hará las delicias de todo aquel amante de la música intrincada no exenta de alma. Los giros mostrados en cada tonada son simplemente magistrales, expulsando de una patada bien fuerte al aburrimiento. Ante tal muestra de poderío, uno solo puede quitarse el sombrero y reverenciar a esta banda. Pero por desgracia no todo iba a ser perfecto. Los fallos, desde mi humilde punto de vista, están en la producción y en dos temas en concreto que comentaré más tarde. ¿Cuántas agrupaciones suenan exactamente igual? Demasiadas. Tristemente, llegan a resultar genéricos, y en consecuencia hace perder enteros al computo final. Afortunadamente, y a pesar de lo que acabáis de leer, la agrupación nos cierra la boca gracias a su buen hacer, para en últimas consecuencias hacer headbanging como posesos al darle al play a esta embestida.
Los riffs os arrancarán sin remisión vuestra alma. Los hallamos elaborados, punzantes, fluidos, pesados, a una cuerda y a doble armonía. A su vez, adjuntan cuando la ocasión lo requiere punzantes armónicos. Todo ello lo adornan con unos estremecedores solos.
Las voces os destruirán a base de múltiples tonalidades. No solo de growls vive Kevin, además se atreve con guturales agudos rasgados, junto con alguna leve y puntual pincelada de clean vocal. Por cierto, cuidado con los destructores y por desgracia anecdóticos pig squeals. Superlativa la labor de este hombre.
La batería no cesa en sorprendernos con sus poli ritmos y sus incesantes cambalaches de recorrido. Asesinos blasts conviven en perfecta armonía con los up y mid tempos. Mención aparte merece ese doble bombo. Vaya maestría a los parches hermanos.
No suelo hacer esto, pero permitidme que por segunda vez desde que escribo reviews que destaque no lo mejor, sino lo innecesario de este redondo. ¿Por qué hacerlo así? Porque es complicado sacarle fallos a las tonadas.
Personalmente desecharía «Ominous» y «Behind the Mess of the Soul» por ser interludios de carácter electrónicos, sobre todo el segundo que he nombrado. Por lo demás no hay desperdicio.
Compañeros solo os digo esto: es uno de los CDs del año. Debéis escucharlo sí o sí.
Nota: 9
Tracklist:
1. Ominous
2. We Are Divided
3. The Oppressed
4. Malevolent Urge
5. Hollow Cause
6. Mechanical Refuge
7. Behind the Mess of the Soul
8. Shadows and Illusion
9. The Human Disease
10. Last Requiem