Texto por Emeteges & mattogrosso
Fotografías por J. A. Seves
Esa apertura inconfundible de guitarras anunciaba su llegada. De forma automática, el público exaltado comenzó a aplaudir y a silbar estrepitosamente, y pasados unos segundos, allí irrumpieron ellos desde la parte trasera del escenario: Ariel Rot y Alejo Estivel, acompañados por los músicos que conforman el nuevo tejido de TEQUILA; avanzando por el escenario dispuestos a tocar un “Rock and roll en la plaza del pueblo”, y a provocar en el público intergeneracional unas incombustibles ganas de bailar y cantar. Alejo Estivel, con su voz, portando un sombrero y una chaqueta circense; Ariel Rot, haciendo gala de su pacto con el diablo, salió ataviado con su guitarra, sus gafas de sol y su inconfundible sonrisa. Al bajo, David Salvador, a la batería, Chino, al teclado Luis y a la guitarra, Julián Canessi.
Con ese ritmo rock and roll prosiguieron con “Mira esa chica”, al tiempo que la gente continuaba sumida en palmas y coros; y manteniendo el mismo sonido genuino que tenía hace ya 30 años, así como ese acento argentino que termina de poner el broche a todas sus canciones.
Con el ambiente caldeado con estas canciones de inicio, mantuvieron el ritmo con “Un día en el colegio” tras el cual hicieron una parada para dirigirse al público e introducir el siguiente tema que trata, en palabras de Estivel (y hablando ciertamente con propiedad) de una familia disfuncional: el conocido “Mr. Jones” (compuesto, al igual que otros temas de TEQUILA, por Sergio Makaroff). Inmediatamente la guitarra de Rot anunció el siguiente tema: “Me voy de casa”.
La armonía reggae de “El barco” se introdujo entonces para pausar el ritmo que habían mantenido en las primeras canciones. Tras este, Alejo volvió a dirigirse al público para presentar su nuevo tema, invitando a que los asistentes lo grabasen desde sus smartphones y lo colgasen en las redes. Se trata de “Yo era un animal”, single en un estilo pop-rock de su próximo disco en solitario con idéntico nombre, cuya presentación oficial tendrá lugar después del verano, una vez la gira con TEQUILA haya finalizado.
“Quiero besarte” siguió a continuación, previa explicación nuevamente desarrollada por el cantante de la banda, haciendo alusión al famoso verso de la canción deja que te quite la ropa y no apagues la luz, cuya forma inicial no incluía la negación (deja que te quite la ropa y apaga la luz) y cuya modificación fue realizada por la madre del propio Alejo, mientras componía el tema en su propia habitación en compañía de Rot. Este conocido tema dio paso a “Cosas que pasan hoy”, el cual fue también precedido de una breve reseña a la composición del mismo (allá por 1980 en un estudio de grabación en Londres), haciendo referencia a la similitud de problemas a nivel político-social de hoy día.
Ariel Rot fue el absoluto protagonista en el siguiente tema (durante el cual Estivel se ausentó del escenario) para hacer vibrar y cantar al público homenajeando a Moris con su tema “Sábado a la noche”.
“El ahorcado” comenzó a continuación tras una breve introducción instrumental con batería, guitarras y bajo, manteniendo un ritmo más bien lento que funcionó a modo de pausa nuevamente. Siguiendo en este tono, continuaron con “Hoy quisiera estar a tu lado”, sencillo no tocado en previas giras, y dedicado en esta ocasión a Eva.
La temperatura se disparó nuevamente con el siguiente tema compuesto en su totalidad por Ariel Rot, del cual el propio Estivel remarcó que “hubiera sido canción de Tequila si hubieran seguido en activo”, comenzando así “Mucho mejor” ante los silbidos, aplausos y gritos de ovación de un público que probablemente no esperaba escuchar ese espectacular tema aquella noche.
“Nena” comienza a sonar casi sin pausa tras el anterior sencillo; y con otra esperada aportación por parte de Alejo, que interactúa con el público aunque esta vez durante el transcurso de la canción (“…que levanten la mano las que sean caprichosas… que levanten la mano las que no…”), para terminar con el estribillo coreado por los asistentes.
“Que el tiempo no te cambie” no faltó en el setlist tras el que continuó otro de sus temas de oro (“…¡ahora vamos con la parte romántica del concierto!”): “Dime que me quieres”, que como no podía ser de otra manera, fue recibido por un público que a esas alturas estaba ya más que entregado a esos TEQUILA que eran distintos pero eran, a la vez, los de siempre. Fue este momento el de la presentación de la banda, Alejo Estivel comenzó por los nuevos integrantes que supieron mantener la esencia TEQUILA, para terminar con la presentación de Ariel Rot (“…nos conocimos cuando teníamos diez años… y él ya tocaba así la guitarra”), momento en el que éste punteó su guitarra ante el entregado público que no dejaba de aplaudirle y vitorearle; para finalmente ser él quien realizase la presentación de Estivel, y a continuación hacer estallar cientos de voces y silbidos ante los acordes de “Me vuelvo loco”.
Con este tema todos los músicos se retiraron del escenario durante unos minutos, para irrumpir nuevamente con los bises.
Estivel vuelve a interactuar con el público nuevamente (“¿estáis cansados? […] ¡Tocaremos cuatro horas más!”) y comienza a sonar otro de sus grandes: “Yo quiero un trago”. Cómo no, “Salta!!!” fue el elegido como broche final, con incursión del propio Estivel entre el público (ante fans que avanzaban a él en estampida sólo por el hecho de tocarle) totalmente abducido por el sonido TEQUILA. Así, con este tema dilatado en el tiempo más de lo que cursa en el single de estudio, el grupo terminó su Rock and roll en las Noches del Botánico, dejando más que patente que, aún después de cuarenta años desde que comenzaron su andadura en la música, nadie los iba a parar.
Un momento…¡que no hemos hablado del grupo telonero! Estabamos bailando rock ‘n’ roll mientras escribiamos esto y las hemos pasado por alto. El grupo se llamaba ECLÉCTICA, es una joven banda con un álbum publicado “Dulce y salvaje”. Su primer single es “Cuando los pequeños hablen de nosotros” que usaron para cerrar la actuación. Podéis escucharlo en Spotify si tenéis curiosidad.
A nosotros particularmente no nos convencieron, pero es cuestión de gustos.