Por Coraza
Los comienzos de COLLATERAL X se dieron en 2012, como una banda de hard rock bajo el nombre de Insolent Minx, pero con el paso del tiempo la banda fue acercándose cada vez más al sonido del heavy metal clásico.
En 2014 sacaron un EP que, por diversas complicaciones, no salió a la luz en formato físico. Fue por aquel entonces cuando empezaron a ganarse cierto renombre y notoriedad en la ciudad condal, mientras experimentaban con diversos subgéneros del heavy metal.
Para su primer LP “At the Edge of Madness”, toman influencias del power y el progresivo, sumadas al heavy metal clásico y a otras influencias de los componentes. On Fire Records ha depositado su confianza en ellos, ahora toca que demuestren lo que valen.
Suficiente. Dejemos atrás toda esta palabrería técnica y centrémonos en lo que nos importa. Después de una intro donde se deja notar la experimentación, empieza el hard rock. Desde el comienzo se nota que los componentes tienen sólidas influencias de bandas de los 70 y 80, el sonido recuerda mucho a esa época, a grupos como Rainbow, pero con más melodía y menos letra. Por ahí, en algunas partes se hace notar una suave influencia del power metal, pero sobre todo del progresivo.
Es un poco difícil definir dónde está la frontera, pero lo que está claro es que lo que más les ha calado es el progresivo. Tal vez los solos de guitarra sean de lo mejorcito que he oído en todo el disco y, aunque me recuerda ligeramente a otras bandas principiantes, hay un punto donde se diferencian por completo. La canción “X”, una instrumental de más de siete minutos que es rock progresivo 100%. A partir de ahí el álbum descarga todo su potencial.
Después de una canción larga que se ha hecho corta, llegan tres más. La primera, “Blue Shades Of The Sea”, va cargada de potencial para llorar, para ahogar penas, para recordar y para sentirse más humano. La segunda, “Coming Back” es todo lo contrario. Invita a ponerse en pie, a saltar, a disfrutar, es la que va más cargada de influencias de power metal con diferencia, y la más alegre y movida de todo el disco. Para finalizar, tenemos un tema progresivo y cargado de sentimiento, “Moon Dew”. Es un tema largo, relajado, distendido, y un cierre perfecto para el LP.
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