Por Coraza
La banda nace en Peal de Becerro (Jaén) en 1992, y hoy en día sigue con los mismos componentes excepto el batería, que se incorporó en el año 2000. Los primeros pasos del grupo fueron hacer versiones de algunas de las bandas más emblemáticas del rock nacional como Barricada, Rosendo, Reincidentes, Los Suaves y un largo etcétera. Al cabo de unos años decidieron crear canciones propias, mezclando las influencias de cada uno, aunque no tardaron en asentarse en su estilo, un rock callejero, cañero y entretenido. Han grabado 5 maquetas hasta la fecha, y dos LPs tras su 20 aniversario. El año 2014 lanzaron al mercado su primer disco editado bajo el sello de Maldito Digital (Maldito Records), bajo el título de “Mucho listo y pocas nueces”. Y ahora, en 2017, vamos a escuchar su segundo trabajo de larga duración y comprobar si siguen tan frescos como siempre.
El álbum se titula “Treinta minutos”, aunque dura unos pocos más. Después de escuchar algunas canciones de su anterior LP, me he dado cuenta de que el sonido esta vez es bastante mejor. Los instrumentos tienen un sonido de bastante mejor calidad. En cuanto al estilo, siguen en la misma línea en la que se nota que se sienten cómodos y en la que llevan ya muchos años de trayectoria.
Los temas de las letras son de lo más variado: la búsqueda de una verdad clara que se aleje de la oscuridad de las mentiras que oímos cada día, la traición y el perdón de la misma, el tiempo que se pierde por correr por callejones peligrosos llenos de vicios, la desesperación y el rock ‘n’ roll, entre otros.
Encontraremos canciones rápidas y también lentas. Frases desgarradoras, metáforas, palabras de amor y también invitaciones a salir a celebrar algo. Y, sobre todo, motivos para vivir. Pues lo que consigue el rock ‘n’ roll, y nada más.
En la segunda mitad del disco vuelven los temas amargos como la dependencia del dinero, aunque también hay canciones sobre las cosas positivas de la vida como ganarse la vida con dignidad. La libertad y la falsa democracia que nos montaron para que estuviéramos sumisos. También la educación que se les da en casa a los niños y de lo que convierte a una persona en un pringao.
Si abordamos la parte musical, este disco es un buen disco de rock ‘n’ roll callejero. Eso sí, en cuanto miras más allá, a sus letras, encontramos en trabajo que destripa emociones. Recomendado a todos los amantes del género.
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