Hay bandas que por una razón o por otra, aunque toquen en tu ciudad, no puedes verlos, y aquí un ejemplo FAUSTO TARANTO. La banda granadina con su primer disco “El circulo primitivo” dieron un paso más allá en la fusión de los ritmos y arreglos flamencos con el sonido más metalero dando nacimiento al flamenco metal. Así que con muchas ganas cojo el disco y dejando atrás cualquier prejuicio, o ideas preconcebidas, me adentro en este “El reflejo del espanto”.

Lo primero que me impacta es la portada, aunque haya múltiples velas, denota oscuridad misticismo y brujería. Dicha sensación se acentúa con esa mujer hacha en mano y mirada profunda. Con la época digital se nos olvida prestar atención a la portadas pero allí nos deja un mensaje claro, lo que hay dentro no es apto para todo el mundo, es peligroso, y lo que podríamos ver es un reflejo de uno mismo de todo lo mal que uno lleva dentro.

Como siempre, escucho el disco durante mí día a día, y si bien no destaco ningún tema, si sobresale algún estribillo, o frases que hacen que el disco sea atractivo. Por mucho que lo escucho, no se hace repetitivo, ni monótono. Y me deja muy buen sabor de boca.

“Malos días” abre el disco con un sonido con reminiscencia de medio oriente. La voz está bien puesta, y un estribillo con coros que parece una invocación o un rezo. Un tema que abre boca y deja paso a “La verea”, más lenta con una atmosfera pesada, el contraste entre las estrofas con punteo de guitarra y el estribillo con guitarra eléctrica es muy conseguido.

Después de los dos primeros temas, ya estamos cautivados por el mundo de FAUSTO TARANTO, pero con “De espera y de boca” ya la fusión es completa con una introducción con baile flamenco que poco a poco va fusionándose con un ritmo de batería. Hasta que entra la guitarra eléctrica, y aflojando con punteos acústicos y una voz triste. El corte resume potencia, y ese aura que tiene el flamenco con los quejidos. La parte de solo acústico con palmeros, da el mejor efecto. Uno de mis temas favoritos del disco.

“Introducción al naufragio” es un corte instrumental con violín suena casi medieval, o música juglar. Introduce como dice su nombre el tema “ El naufragio” allí también aparecen las palmas que acompañan el doble bombo. No se trata de un naufragio marítimo, sino un naufragio interior. La música es potente, la melodía cautiva. Se pone cada vez mas retorcida hasta pararse abruptamente.

“Verso sellados” contrasta por su quietud, como en todo el disco la sensación que predomina es la melancolía. El tema va ganando en potencia, y se vuelve oscuro, con las plegarias de una voz femenina (quizás la chica de la portada).

La introducción más cañera del disco es por cuenta de “Y no duele”. El tema tiene un toque power metal, la voz es menos ronca, y el ritmo mas rápido acompaña uno de los mejores temas del disco a mi gusto.

“La guadaña”, tranquiliza el ambiente, suena el bajo, cosa que no se había notado en todo el disco, casi de manera funky. Hasta un estribillo más fuerte en el que se conjuntan la voz y los instrumentos. Como va siendo tónica del disco, los temas van ganando en potencia e intensidad. La parte del solo es puramente metal, es de lo mejor del disco.

“El lobo feroz” tiene un ritmo entrecortado, que recuerda el paso de ese lobo feroz que acecha su presa. El tema más asequible del disco, aunque no sea un tema simple.

El último tema “Por rezarle a los Dioses” es un tema más lento, más ambiental. La voz saca su máxima expresividad. Y se torna a un melódico con la guitarra acústica de fondo, y los coros.

En resumen un muy buen disco que sabe fusionar la esencia de la música y el ritmo flamenco con un metal moderno. El trabajo de composición es notable, todos los temas tienen su propia personalidad. En cuanto a las letras invitan a mirar al interior de uno mismo, un autocritica, es también una crítica a nuestra sociedad fría y desprovista de sentimiento y empatía.

No quiero olvidarme de Ismael De La Torre el cantante. Si hubiera tenido que resaltar su trabajo en cada tema, esas líneas hubieran sido muy repetitivas hablando del talento y clase de este chico, quien da realmente vida a los temas, y sin sus dotes por aportar sentimientos y matices a su voz, el disco no tendría el mismo valor.

No hay dudas, uno de los mejores discos del año por calidad y originalidad. Y como comenté al principio, a su próximo paso por mi ciudad, no pienso desperdiciar la oportunidad para ver en directo ese “El reflejo del espanto”, ese reflejo de uno mismo.

Fotografía extraida del Facebook de la banda.

FAUSTO TARANTO son:

  • Paco Luque (Guitarra)
  • Ismael De La Torre (Voz)
  • Quini Valdivia (Guitarra)
  • Miguel Martinez (Bajo)
  • Adrian Barros (Batería)

Track list:

  1. Malos Días
  2. La Verea
  3. De Espera y De Boca
  4. Introducción al Naufragio
  5. El Naufragio
  6. Versos Sellados
  7. Y No Duela
  8. La Guadaña
  9. El Lobo Feroz
  10. Por Rezarle a los Dioses