No podíamos dejar pasar la oportunidad de analizar a fondo el último disco de estudio de la banda londinense de metal SAVAGE MESSIAH, sin duda uno de los mejores discos lanzados en el último trimestre del año pasado.
Hands Of Fate es el último trayecto del viaje que emprendieron allá por el 2.009 con Insurrectión Rising y que se detuvo en dos grandes paradas como son Plague Of Conscience en 2.012 y The Fateful Dark en 2.014. Tres buenos trabajos donde se aprecia la gran evolución como banda y que los ha consolidado dentro del panorama musical internacional, llevándolos a firmar contrato con la importante discográfica Century Media Records para lanzar su cuarto álbum.
El acabado del mismo es impecable. Con una portada minimalista que se limita a las iniciales de la banda y el titulo del mismo sobre fondo blanco, ha sido grabado en los Rockfield Studios de Monmouth, contando con una producción mimada al máximo por Scott Atkins. La masterización ha corrido a cargo del laureado Dave Collins en Los Angeles, conocido por sus trabajos para Soundgarden, Linkin Park o Metallica.
Son varias las reminiscencias dentro de éste que nos traerán a esta última banda a la cabeza, y varias las similitudes entre una y otra. Gran parte de ello es debido al sonido, que aunque no huye de las influencias más thrash de la banda, si es verdad que está menos presente que en su anterior The Fateful Dark, apostando más por un sonido más pesado y menos rápido, que nos traerá a la cabeza a los mejores discos de la banda estadounidense, como son Ride The Lightning, Master of Puppets o Black Album.
En este caso la banda ha sido bastante valiente, pues esta evolución sin duda puede que no sea tan bien recibida por los fans más thrashers de la banda, pero sin duda, gustos aparte, lo que no se puede negar es la exquisita producción del disco, que roza el sobresaliente.
Instrumentalmente hablando, a lo largo de los diez temas que forman el compacto podemos disfrutar de un dúo de guitarras formado por Dave Silver, que ocupa también el puesto de vocalista en la banda, y Sam S Junior, compenetrándose de forma perfecta durante todo el recorrido en unas melodías bien definidas, rematadas a perfección por la guitarra solista que explota en unos solos geniales.
De primeras nos encontramos con “Hands Of Fate”, que también da nombre al disco y cuyo comienzo al más puro estilo enter sandman, sirve de preludio a unos pesados y definidos riffs de guitarra presentes a lo largo de todo el disco, cuya melodía es marcada por la contundente batería a cargo de Andrea Gorio. Conseguirá todo su esplendor en canciones como “Blood Red Road”, donde adquiere más protagonismo, o en “Lay Down Your Arms”, dominando con contundencia los cambios de ritmo de manera magistral tras un comienzo que nos meterá de lleno en una atmósfera envolvente de principio a fin.
También hay que destacar la gran labor a las cuatro cuerdas de Mira Slama, cuya presencia es mayor en pistas como “Wing And A Prayer”, “Out of Time” o “The Crucible”, otra canción muy destacable, tanto por su inicio, con el bajo como gran protagonista solista, como por la crudeza que impregna Silver al cantar.
Algo que llama la atención también es el contraste existente dentro del álbum. “Eat Your Heart Out”, con una velocidad arrolladora en sus estribillos, contrasta con otras como es “The Last Confessión”, que tras un comienzo más duro, se torna en lo que sería una balada a medio tiempo, mezclando la guitarra acústica con la eléctrica, con interludios más duros que crecen y se endurecen en los estribillos, alcanzando su zenit en mitad de la canción al adquirir en un ritmo trepidante. Un tema más thrash que nos recuerda a esos buenos Métallica del Master Of Puppet que tanto hemos echado de menos estos últimos años.
En un disco con un cariz mayoritariamente heavy no podían faltar las influencias de grupos como Judas Priest, Black Sabbath o Iron Maiden, muy presente en las guitarras de “Solar Corona” o incluso en la melódica voz de Dave, que nos llega a recordar levemente al otro gran Dave, (Dave Mustaine) en algunas partes de “Fearless”. Ésta por su comienzo, con un sonido más cercano quizás a bandas como Amorphis y un solo de guitarra que nos transporta al heavy metal y al hard rock de los ochenta, es sin duda una de las que más me han gustado, al igual que “Hands Of Fate” o “Last Confessión”.
Sin duda uno de los mejores discos que he escuchado últimamente, lleno de canciones con melodías y riffs de guitarra épicos, cuyos pegadizos estribillos se meten en tu cabeza y se apoderan de ella, alimentando a tus neuronas a base de buena música.