Por Chus
 
 

Siempre hemos estado juntas. No recuerdo ningún instante importante en mi vida sin que ella no haya estado a mi lado. Los años pasaban y obviamente íbamos creciendo. Al llegar a la adolescencia, prácticamente a la vez, nos comenzó a interesar la magia negra. Al principio eran tan solo juegos de niñas, pero conforme fue pasando el tiempo nos tomamos el asunto con autentica seriedad. Nuestro mayor interés era traer a Satán a la Tierra. Durante años de estudio, y gracias a la lectura de ciertos escritos, pudimos saber qué era exactamente lo que había que hacer para conseguir nuestro fin. Supongo que nuestra alma se corrompió en el mismo momento que comenzamos a coquetear con todo ello.

Para alcanzar nuestros fines había que realizar un sacrificio humano. Decidimos que una sería la encargada de quitarle la vida a la otra realizando la terrible liturgia. Discutimos bastante sobre este tema. Ambas queríamos ser el recipiente donde el Maligno se introduciría. Al termino de varios días de conflicto verbal, llegamos a la conclusión de que yo sería quien dejase de existir.

Esa misma noche, prepararíamos el sótano con los atavíos necesarios, y al día siguiente procederíamos con el ritual. Tenía algo de miedo, pero en mi interior me sentía completamente eufórica. Mi muerte valdrá la pena…

Bienvenidos al universo de Drakonis.

El combo inglés de death black metal DRAKONIS se formó en 2009. Desde entonces han publicado tres EPs. Ravens Fuel the Sky, As They Rot y The Great Miasma de 2015 y 2017 respectivamente. Precisamente, de su último extended play, editado el 1 de diciembre de 2017 vía Hostile Media, nos ocuparemos en esta reseña.

El line up es el siguiente: Stephenie Dickey (bajo), Lee Mccartney (batería. A su vez miembro de Waylander), Tommy Hewitt (guitarra), Saul McMichael (guitarra y voces. Asimismo, componente de Waylander, ex-Dorchadas) y Steve Reynolds (voz).

 

Sin más espera vayamos a la crítica. El trabajo que hoy nos atañe, desde mi punto de vista tiene una clara curva ascendente. A pesar de un inicio titubeante, con el transcurso del minutaje del susodicho todo acaba cobrando mayor solidez, convirtiéndose de esta forma en una obra recomendable. El combo, demuestra un muy buen sentido del dramatismo y de la fiereza a la hora de estructurar su música. Estas características se hacen más patentes sobre todo en las dos últimas canciones.

La producción es nítida (tal vez demasiado), adjuntando un artwork demoníaco. Los riffs, cargados de insana maldad os helarán la sangre. Los hallamos fluidos, a una cuerda, a doble armonía, disonante, melancólicos y en limpio. Las voces golpearan vuestras ánimas gracias a sus escalofriantes shrieks. La batería tiende a la contundencia con presencia de bombos atronadores. Sin embargo, no se olvidan de los blasts y los tempos altos.

Si os parece bien, pasemos a comentar brevemente los cortes que conforman esta acometida:

The Great Miasma inicia la masacre de forma inquietante, para seguidamente explotar con unas «hachas» apesadumbradas. Sin llegar a ser ni mucho menos un mal tema le falta garra.

Let Us Pray pone al fin las cosas en su sitio. Menudo cambio respecto al anterior empuje camaradas. Es sin duda la tonada más salvaje de todas.

Queen of Swarms regala múltiples cambios de dirección. Para este humilde redactor este embiste fue la prueba definitiva de que el grupo realmente vale la pena.

Esperemos que dentro de muy poco lleguen a editar un larga duración, porque aquí hay buena materia prima. El tiempo dirá si terminan por despuntar o simplemente se acaban quedando por el camino.

Puntuación: 7

Tracklist:

The Great Miasma
Let Us Pray
Queen of Swarms

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