Por Fátima Caballero
Nemesis es el nuevo trabajo en estudio que lanzan los castellonenses RED SOIL, con la colaboración de Monster Nation Agency y Vampire Productions. Mañana, 24 de febrero, es el día que lo presentarán en su tierra, en la sala La Burbuja, junto con ODIO y DAWN OF EXTINTION.
RED SOIL practican desde 2016 un death metal melódico bien trabajado que desprende destreza a través de cada miembro de la banda. Ellos son Néstor Balaguer (voz), Fabio Doppioni (guitarra rítmica), Aitor Yerbes (guitarra solista), Álvaro Pros (bajo), Guillem Chesa (batería) y Néstor Viciano (teclado y efectos).
El primero de los cortes de este trabajo es Chaos, un tema de apertura en el que se hace inevitable sumergirte en un universo musical lleno de matices, cambios de ritmos y armonías que, si resulta ser este tema el inicio de los conciertos de su gira, promete provocar más de un problema cervical entre el público.
Sorprende por su fuerza y presencia de la batería Age of Rebellion o Heroes. Le acompaña una gran producción a un instrumento que por derecho propio pide ser escuchado en este género. Los efectos y el teclado de Néstor no se quedan atrás con un porte que engrandece y llena cada segundo de este universo.
El disco continúa in crecendo hacia My name, my Enemy. No por nada este trabajo se llama Nemesis. Los cambios de cadencias y cortes a menor, junto al endiablado solo de guitarra te transportan, de nuevo, a un climax final que, en contraposición al primer tema, Chaos, dista mucho del maremagnum que puede parecer que existe y nos acerca más a un nuevo cosmos. El de RED SOIL.
En líneas generales, estamos ante una producción que promete colocar en el punto de mira a una banda más que preparada para girar con su propia Némesis a cualquier rincón con la calidad necesaria para despegar.
Fuerza y energía derrochada a raudales, con un buen talante y una dirección artística envidiable es lo que nos ha llegado al último tema. Cuando llega A story about Faith no sabes muy bien por qué ha pasado ante tus narices un disco completo sin apenas haberte dado cuenta.