Texto por Pif
Fotografías cedidas por Martín (Pelletier Horror)
 
 
El pasado viernes día 1 inaugurábamos este mes de junio de 2018 en Compostela con la visita de uno de los bateristas más carismáticos de la historia del heavy metal, el mítico VINNY APPICE que, tras retirarse de las grandes ligas y como las facturas no se pagan solas por muy estrella del rock que seas, se ha rodeado de grandes músicos para una gira europea, Mob Rules Liveque incluyó unas cuantas fechas por nuestro país.
 
Gracias a las promotoras DOC LIVE y SALAN producciones, el escaso público que se reunió en la sala Malatesta de Santiago a la hora de inicio del evento, pudo disfrutar de temas de toda la carrera del mítico batería en bandas como DIO, BLACK SABBATH, o HEAVEN & HELL.


 
Sin teloneros y con algo de retraso sobre la hora de inicio, seguramente para esperar a que llegara más público, saltaban los miembros de la improvisada formación con la figura del señor APPICE a la cabeza y con una actitud más que cordial y cercana con el poco más del centenar de personas que nos íbamos acercando poco a poco al escenario para arropar a la banda. Con Baren Courbois de BLIND GUARDIAN al bajo, un poco conocido pero fantástico músico italiano como Lorenzo Carancini a las seis cuerdas y un Piero Leporale, que físicamente se da un ligero aire a nuestro querido Ronnie James Dio, a las voces, comenzaba un recital que prometía ser una mezcla de emociones entre la nostalgia de revivir himnos clásicos y la diversión, acompañada de desmadre típicas de un concierto de estas características.


 
En lo tocante a lo musical este Mob Rules Live dio comienzo, tras una breve introducción instrumental, con Turn Up The Night como no podía ser de otra forma y al igual que el clásico disco de BLACK SABBATH. Continuaron con uno de los temas que más recuerda el público de DIO, Holy Diver, no sin antes notar como la formación sufría las primeras complicaciones técnicas mientras veíamos como Vinny se quejaba de que era incapaz de ver la batería por la potencia de la iluminación, mientras que en la línea frontal algunos acoples de sonido empezaban a dejarse oír. Sin hacer mucho caso a las dificultades del directo, que se extendieron durante varios temas, el grupo continuó alternando canciones más que conocidas por todos los presentes como Mob Rules y Country Girl de SABBATH o Stand Up And Shout de los ya mencionados DIO y donde los problemas de sonido seguían haciendo acto de presencia hasta el punto de ver como varios integrantes de la formación se ponían caras de que aquello no estaba saliendo del todo correcto.
 
Pero al ajustado público asistente parecía como si le diese igual la calidad del show mientras le dejaran corear cualquiera de los temas que habían elegido para esta gira y tras otros dos grandes himnos como Slipping Away y War Pigs se solucionaron todos los problemas técnicos y el resto ya fue lo que tenía que ser. Pudimos escuchar los asistentes, ya en perfectas condiciones y con una interpretación por parte del señor Leporale fantástica The Sign Of The Southern Cross con todos los presentes coreando a pleno pulmón los estribillos mientras don Vinny Appice incorporaba unos movimientos de batería algo atípicos para los que estamos acostumbrados a ponernos esos temas en bucle durante días enteros. Como si de una competición se tratara llegaba ahora el turno, tras varios temas de BLACK SABBATH, para un viaje al pasado con la ración de canciones de DIO como We Rock, un solo de batería donde el protagonista de la noche se dedicó a jugar, hacer partícipe también al público y a demostrar que con una configuración sencilla también se pueden hacer maravillas, y otro clásico que no podía faltar como Rainbow In The Dark en donde se echó de mucho de menos el órgano y algo más de medios aunque les quedó bastante apañada con los coros de la gente.
 
 
Con el público totalmente ganado y entregado entrábamos en la recta final del concierto con una Heaven & Hell muy correctamente interpretada de nuevo por el señor Leporale que hasta se lanzó a robarle un poco de protagonismo a su patrón haciendo participar al público en una parte final que también incluyo un maravilloso solo de bajo por parte del gran Courbois que dejó a muchos de los que allí se dieron cita con la boca abierta. Pero no todo iban a ser clásicos y antes de acabar, el artista de las baquetas nos presentaba Monsters and Heroes, un tema en homenaje al ya tristemente fallecido Dio incluido en Sinister, el álbum a medias con su hermano mayor Carmine Appice, otro al que tampoco se le da nada mal esto de tocar los tambores.
 
Como nota final del evento, y como no podía ser de otra forma, llegó la aplaudidísima y movidísima Neon Knights con la que la gente empezó a saltar y bailar como si les fuera la vida en ello, que eran pocos y algunos ya no tan jóvenes, pero se lo pasaron como si de las mismas bandas originales estuvieran tocando en su pub habitual. Con esto llegamos al final, la banda se despidió haciendo caso omiso de los gritos del público pidiendo alguna propina y citándose con ellos pasado un rato en la mesa de merchandising.


 
Tras el concierto, y como habían anunciado hacía un momento, todos los integrantes de la formación se acercaron al puesto de promoción para compartir un rato con sus fieles seguidores. Y quien dice puesto dice centro comercial porque, aunque lo que allí hubiera fuesen un par de mesas, ahí se vendía de todo. Camisetas, sudaderas, baquetas, púas, tarjetas, carteles, cds, vinilos y un sinfín de artículos con la cara del protagonista de la noche para que todos se llevaran su recuerdo, previo paso por caja claro. Hasta un cartel anunciaba la prohibición de hacerte selfies porque ya se encargaban ellos de hacerte las fotos con una polaroid y firmártelas en el momento por un módico precio, y de paso intentar colarte alguna cosa más en forma de pack de varios artículos con precios, siendo sinceros, bastante asequibles.
 
A decir verdad, ¿a quién no le gusta llevarse un recuerdo del concierto a su casa no? Pero cuando durante el concierto los músicos no tiran púas, baquetas, un setlist o algo para que tengas que pasar por caja, el artículo pierde el valor otorgado de haberlo peleado entre una marabunta de heavys y eso es lo que le da el valor real. Pero bueno al menos tuvieron el detalle de dejarse ver y mezclarse un rato con sus fans, cosa que no suelen hacer muchos músicos con ese nivel y que es de agradecer.