Por Helena Arjona
DARON MALAKIAN & SCARS ON BROADWAY lanza HOY su segundo trabajo de estudio: Dictator. Ya nos tenían con ganas desde la publicación de su primer disco, Scars on Broadway. Se introducen novedades en este disco, como el cambio del nombre y el cambio de formación. Cabe recordar que en un principio SOB estaba formado originalmente por los ex SYSTEM OF A DOWN, Daron Malakian y John Dolmayan pero por discrepancias internas John decidió abandonar el proyecto. En este nuevo álbum, para evitar problemas, el grupo recibe un nuevo nombre y se han renovado a todos los músicos.
Si el primer disco de Daron se asemejaba mucho en sonido y melodías a Mesmerize/Hypnotize de SOAD, este disco es mucho más maduro y más reivindicativo. Si algo caracterizaba tanto a SOAD como a SOB, y a SERJ TANKIAN en solitario, era la atención puesta en la actualidad y en las canciones protesta en contra de lo que pasaba. Daron se ha sentido inspirado en las múltiples guerras que asolan Oriente, sus dictaduras, así como los cambios políticos que han tenido lugar en su país de origen, Armenia. Este nuevo trabajo está bajo el sello discográfico Scarred For Life, y se puede obtener mediante formato digital y en CD físico.
La portada del disco es sencilla pero a la vez impactante, una figura masculina en color morado y con ruido de imagen levantando el brazo en símbolo fascista.
La canción que abre el disco es Lives. Este tema ya lo conocemos porque fue el single que lanzaron de presentación el 23 de abril mediante un videoclip. Los beneficios que se obtuvieron de este videoclip se destinaron a una ONG que proporciona kits de primeros auxilios a pueblos de Artsakh, debido a los ataques de francotiradores y morteros por parte de Azerbaiyán. Es un tema muy rítmico y pegadizo, con un sonido muy redondo, con melodías con toques árabes. La letra es muy dura, hablando de guerra y genocidios, siguiendo con la tónica reveindicativa que caracteriza a Daron.
La segunda canción es Angry Guru. Recuerda un poco a los últimos coletazos de SOAD por la línea vocal pero sin embargo la instrumentación es mucho más madura y la letra también. Los riffs son sencillos, el solo también. ‘Nobody hates you more than I do, nobody loves you more than I do’ dice Daron, intentando transmitir algún tipo de mensaje entre la guerra y la revolución.
Le sigue Dictator, para mí la joya del disco. Fue la segunda canción de la que tuvimos conocimiento de este nuevo trabajo. La letra es una maravilla, una canción protesta en contra de las dictaduras, de las guerras, de la dignidad de la población civil dentro de la tiranía que en muchas ocasiones se justifica con de la religión. Entre estrofa y estrofa las guitarras se distorsionan en unos ritmos muy pegadizos. Daron desgarra su voz al ritmo de las guitarras en un sonido que se asemeja muchísimo a lo que hacía SOAD en sus principios que hace que hagas headbanging a su vez. Sin duda alguna la mejor canción que han elaborado en este nuevo proyecto.
La cuarta canción es Fuck And Kill. No es una canción que resalte demasiado, quizá algunas melodías con toques orientales que hacen que la canción no pase desapercibida. Es una canción muy cañera. Al final de la canción, que puede resultar un tanto monótona porque los riffs son siempre iguales y se te puede hacer pesada y aburrida, Daron hace unos guturales que rompe esa línea y puede que te haga cambiar de opinión.
La siguiente es Guns Are Loaded. De esta canción también teníamos conocimiento porque fue el último single que lanzaron. Las guitarras del principio tienen una gran influencia de SOAD sin lugar a dudas. Después de las anteriores canciones que han sido más potentes, tenemos una canción más lenta, pero con un mensaje muy fuerte, que habla de un huído de la guerra que todo el caos que ve le recuerda a su hogar. Después de cada estrofa las guitarras meten una caña brutal. Me gusta pensar que es un guiño a SOAD porque las melodías podrían ser suyas perfectamente; las raíces de Daron se notan muchísimo. El bajo tiene muchísima presencia en esta canción, dándole un toque más melancólico, sobretodo al principio.
Le precede Never Forget. La canción comienza con unos sintetizadores un poco extraños. Es un tema con ritmos sencillos, bastante mediocre. Los sintetizadores no casan en absoluto con las melodías de la canción. Sucede lo mismo que con Fuck And Kill. Es una canción bastante monótona y aburrida; al menos la primera tenía melodías que llamaban la atención.
La séptima canción es Talkin’ Shit. Recuerda a las melodías del primer disco de SOAD, de nuevo. Raro era que no nos encontráramos con alguna canción paranoica de Daron Malakian; la temática sobre drogas es algo muy repetido a lo largo de toda su carrera musical. Habla de hipocresía mezclada con alucinógenos. Destacable de esta canción es la batería, con unos ritmos algo funk, y un punteo de guitarra en algunos momentos muy tristes y nostálgicos. Tiene una instrumental sencilla pero perfecta, es un placer para los oídos pese a la pobreza del solo.
Till The End es la siguiente en la lista. Es una balada, por así decirlo, con una letra mucho más relajada respecto a las reivindicaciones políticas de las anteriores. Daron habla de la felicidad de estar con alguien, cuando puedes ser tú mismo, sin demonios en la cabeza. Conociéndolo, probablemente hable también de drogas. Los riffs son sencillos, sin muchas complicaciones. La canción tiene un parón donde suena un teclado y la batería va in crescendo poco a poco, dándole un aura mágica.
We Won’t Obey comienza con un riff que me recuerda a Rats de GHOST. De nuevo, una canción un poco más cañera que se asemeja en algunas partes a Cigaro de SOAD. Es una canción un poco hartiza porque repite las mismas estrofas una y otra vez sin enlaces o puentes entre unas y otras. Una canción guerrera, que habla de levantarse en revolución contra las instituciones y la casta.
La décima canción es Sickening Wars. De nuevo, comienza muy bien, muy potente, pero en cuanto escuchas la línea vocal te vienes abajo. Nadie pone en duda que Daron escriba unas letras impresionantes, pero tiene que aprender a encajarlas mejor en la instrumental, porque no todo vale. El estribillo es muy roquero y grunge, e incluso algo punk. Sin embargo, los puentes son muy enérgicos y te taladra los oídos al máximo.
La penúltima canción es una balada, Gie Mou. El armenio se atreve con una canción instrumental. El punteo de guitarra es mucho mejor que lo que hemos visto a lo largo del disco; recuerda mucho al antiguo álbum de Daron. Los sintetizadores y el bajo rellenan el fondo del sonido haciéndolo mucho más redondo. Por otro lado, la el punteo de guitarra con los sintetizadores también le da un toque a rock psicodélico que hace de esta canción una auténtica maravilla. Me evoca en cierto modo a algunas canciones de BUCKETHEAD. Una pena que sea tan corta.
Para finalizar, Assimilate le pone el broche de oro a este Dictator. Tiene un sonido más propio, la línea vocal encaja mucho mejor en la instrumental. El estribillo es una pasada, con los guturales rasgados de Daron que le da un toque súper macarra y violento que necesita el álbum para hacer esas canciones protestas mucho más perfectas. De las mejores del disco, aunque sus ritmos sean básicos, deja muy buen sabor de boca.
En líneas generales, tenía unas expectativas mucho más altas de lo que realmente me ha ofrecido el disco. Las melodías son monótonas y simples; les falta picardía y atrevimiento. Las líneas vocales en algunas canciones son nefastas. Sin embargo, en las que acierta, son muy muy buenas. Daron dijo que las canciones de este disco son algunas que tenía preparadas para SOAD, de ahí tantísima influencia. Aún así, no todo en este grupo es SOAD, notamos influencias también de PROPHETS OF RAGE y otros grupos de metal alternativo y nu metal.
Puntuación:
6/10
Tracklist:
1. Lives
2. Angry Guru
3. Dictator
4. Fuck and Kill
5. Guns Are Loaded
6. Never Forget
7. Talkin Shit
8. Till The End
9. We Won’t Obey
10. Sickening Wars
11. Gie Mou
12. Assimilate
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