Crónica: XVII SKULLS OF METAL en Las Escuelas (Jaén, 25-8-18)

Tras dos ediciones sin poder asistir al SKULL OF METAL FEST por motivos laborales, este año sí me fue posible asistir a su XVII edición. Un festival cercano a la capital jiennense, así como a las ciudades Patrimonio de la Humanidad como son Úbeda y Baeza, que se erige como uno de los mejores de Andalucía en su estilo tradicional, donde se dan cabida a bandas de thrash y heavy metal. Aunque de factura humilde, su entorno, el pueblo y los asistentes hacen que este festival siga un año tras otro, trayendo leyendas vivas de la época dorada del heavy metal como GRIM REAPER y del thrash metal como DARKNESS; contando con un elenco nacional de bandas emergentes y de calidad contrastada. Si eres amante de estos estilos tu cita ha de ser anual y obligatoria, a pesar que este año la afluencia haya sido menos que la de su edición anterior, asistiendo alrededor de 400 personas venidas desde Málaga, Almería, Granada, Jaén y alrededores, Zaragoza y demás puntos de la geografía española.

Con respecto al evento y la zona, no han variado mucho, precios asequibles en las bebidas y comida, en esta ocasión echamos de menos los los micro aspersores de agua que refrescaban el ambiente en la zona de sombra, eso sí, este año se retrasa el inicio del festival hasta las 17:00 de la tarde, cosa que fue bien recibida por los asistentes, pues es reconocido el calor de la provincia en agosto. Para esta edición se retrasó un par de horas las actuaciones y se trasladaron varios grupos a la noche anterior, realizando una Warm Up Party donde tocaron HELTER SKELTER y SUGARHILL, acompañando a los incombustibles WITCHTOWER, los cuales grabaron disco en directo esa misma noche. Aunque nos hubiera gustado asistir, lamentablemente por motivos laborales no pudimos hacerlo, así que nos centraremos en lo acontecido durante el sábado, el día fuerte del festival.

 

Pese a ser las cinco de la tarde, la temperatura al sol era notable, por lo que la mayoría del público se encontraba resguardado a la sombra bajo los toldos, que cubrían medio recinto, incluyendo la zona de las barras, así como la mayoría de puestos de merchandising. Esto sumado a los árboles (esos benditos árboles situados a la derecha del escenario) sirvieron para atenuar la temparatura, aunque no así en el escenario donde SLOWBURN y REINO DE HADES sufrieron los últimos coletazos del sol, ocultado a veces por nubes milagrosas. 

SLOWBURN

Con un leve retraso de unos 10 minutos, abrieron la tarde los madrileños SLOWBURN, dando el pistoletazo de salida ante unas 50-60 personas. Con un sonido muy aceptable, el heavy metal clásico de Metallist y R’n’R Rats nos dejaba buenas sensaciones de esta novel banda que aún le faltan un poco de tablas, pero que nos dieron muy buenas sensaciones, encaminando una soleada tarde, que nos deparó una pequeña tregua gracias a  las nubes, eso sí, Juan Carlos Robles (vocalista), no paso por alto la oportunidad de colocarse un sombrero de paja, mano de santo en estas ocasiones.

 

Destacaron en su actuación temas como Victims (of Ambition) donde las guitarras de Óscar Hernández y Mario Cano doblaban los ritmos mientras intentaban animar a un público que no despertó hasta bien entrada la noche, aunque con Run Out, primer single lanzado por la banda se vieron algunos puños en alto y gargantas que coreaban el estribillo.

 

Tras Still in the Fight se despidieron, eso sí, todavía nos guardaban una cover de DIO King of Rock and Roll, pero la organización puso música y cortaron el tema dando por finalizada la actuación, debido al retraso inicial, ya que era necesario cumplir los horarios. Buen comienzo para una banda que llegó siendo una incógnita y acabó dejando muy buenas sensaciones entre el público, que poco a poco iba creciendo.

 

 

REINO DE HADES

Los siguientes en saltar al escenario fueron REINO DE HADES, continuando con su heavy metal con toques folk. Su actuación hizo un repaso a temas de su trayectoria musical, así como algunos cortes de su inminente nuevo álbum, del que hay muchas ganas ya de escuchar. Esta era la tercera vez que los veía este año en directo y siguen en sus trece, haciendo un gran alarde de compenetración en el escenario, con un buen hacer, aunque el calor y la profundidad del escenario limitaba un poco esta actuación en cuanto a movimiento, algo muy comprensible.

Eso sí, tanto el sonido como su actitud fue inmejorable. Con cortes como la arabesca Jasmina o Juegos de azar,  tema que en breve quedará plasmado en su próximo trabajo de estudio, y que daba paso a Llantos de Guerra, uno de los temas más destacados en casi todas sus actuaciones. Es indudable el peso en la banda de los teclados de David López y el violín de Sergio Jiménez, presentes durante todo el concierto, como en La rubia jovial, otro gran corte de la banda que sirvió para terminar de calentar a los presentes. Sin duda se fueron del festival con más seguidores en su haber.

Ya iba tocando escuchar otro de los estilos habituales dentro del SKULLS OF METAL, para ello y venidos desde Barcelona, llegaron REAKTION, dando completamente un golpe de estado musical. Nos dejaron una buena dosis de thrash metal desde el primer momento con Before it’s too Late o  Usual Threats, tema que abre su álbum Blackmailed Existence  (2016), enérgico y sin concesiones, con cambios vocales entre rasgados y melódicos que quedaban de lujo a cargo de su vocalista Iván Lara, siempre muy activo y simpático con el público, que tras la llegada de todos los buses había aumentado en asistencia hasta las 200-250 personas, mientras el resto aún se quedaban en el pueblo y alrededores buscando algo que beber.

 

También presentaron algún tema nuevo como The Second Law o The Great Citizen, dejándonos con ganas de escuchar ya su nuevo álbum, pues pinta muy bien. Uno de los temas destacados fue Prostituted City, con unos riffs vertiginosos y graves a cargo de Gustavo Revoredo y Ramón García, donde la percusión de Xavier y el bajo de Dani Ruiz destrozaban nuestros oídos a ritmo de thrash sin ninguna consideración.

 

Con un desatado Iván en pleno éxtasis, que no dudó en descamisarse con la actuación ya muy avanzada, encaminaron la recta final de un gran concierto con un momento para recordar a dos grandes clásicos. Nos ofrecieron Refuse/Resist (SEPULTURA), bien interpretada aunque con un pequeño fallo al comienzo y la versión de la ya conocida Blitzkrieg Bop, donde el punk rock de los RAMONES se transformó al pasar por el “thrash-formador” de la banda, logrando una gran versión que hizo moverse al respetable.

 

Acto seguido los portugueses RAVENSIRE subieron a las tablas dejándonos una buena dosis de heavy metal algo más oscuro y pausado, otro cambio de estilo musical que siempre tiene cabida en este festival, demostrándonos que el heavy metal tiene muchas variantes y raíces. El cuarteto formado por Rick (voz y bajo), Nuno y Mario (guitarras) y Alex en la percusión, dieron una buena ración de su estilo, con su cabalgar  y su característica voz más rasgada y menos aguda. En ocasiones me recordaron un poco al metal alemán de GRAVE DIGGER, siempre guardando las distancias.

 

Con Cromlech Revelation nos dejaban entrever qué nos depararía la próxima hora, certificándolo con  temazos como Night of the Beastslayer y Temple at the End of the World. La verdad es que me encantaron. Siendo un grupo que no conocía mucho, su heavy más lento, pero ejecutado con técnica, y sus ritmos vocales que me engancharon e hipnotizaron a cada paso, tanto a mí y como a la mayoría de los asistentes que les vieron. El nivel iba en aumento; muy buen concierto dieron estos vecinos lusos.

 

 

 

RANCOR

Tras su inicio directo y agresivo con Idolize your Demons y Cruelty, cuyo estribillo me encanta con ese juego vocal de DarthDani y los coros que nos dejaban, Addicted to Hate subía las revoluciones a mil con sus vertiginosas guitarras a manos de Vasco y Ricky. Con el tema Rancor, que también da nombre al grupo, comenzaron a realizarse los primeros pogos de la noche aunque algo tímidos. Fue con Incompetent cuando consiguieron activar al público, espabilando y formando un auténtico wall of death.

 

Antes de terminar mencionar uno de mis cortes preferidos Fright Zone, donde oscurecen su thrash e introducen algunas partes progresivas de gran calidad, sonándo de escándalo. El cierre con Orgasmic Speed, demostró la calidad que estos madrileños guardan en su estilo clásico; clasicismo con el que nos sorprendieron al realizar una buena cover del gran tema de la doncella de hierro Caught Somewhere in Time.

 

Con 15 minutos de retraso hicieron acto de presencia los sevillanos NECROPHILIAC, recién reunidos para poner una nota de oscuridad sobre las tablas del SKULLS OF METAL. Aunque comenzaron con un sonido que fue de menos a más y su actuación fue correcta, no les ayudó el hecho de tener que cortar antes de que terminaran el setlist, debido a la falta de tiempo y a los retrasos.

Tras su introducción Gorefit Treasure y Necrotic Narcosis daban un giro al sonido de la noche antes de que los cabezas de cartel hicieran acto de presencia, y la verdad es que quienes iban a verles se volcaban en primera fila, hubo quién, no siendo tan amante de lo extremo, aprovechó la noche para cenar y reponer fuerzas. 

Musicalmente la formación nos deja grandes elementos más propios de los noventa como las guitarras de Depressed in Crimson Climax y las transiciones que aunaban oscuridad y un toque doom clásico. En cuanto al aspecto vocal, aunque acorde con el estilo, fue lo que menos me agrado a título personal, pero el público disfrutaba de cada uno de sus cortes en este toque de distinción que el festival introduce cada año y que se agradece. Doom/death clásico oscuro y siniestro fue lo que vio y se sintió.

 

 

 

DARKNESS

Llegados a este punto quedaban los dos platos fuertes de la noche. Los alemanes DARKNESS, por primera vez en Andalucía, llegaban con fuerza para dejarnos su thrash metal old school y demostrarnos que aun están en plena forma, al igual que cuando sacaron su Death Squad (1987). No defraudaron con su estilo propio de la vieja escuela, agradando tanto a todos los amantes de este estilo como al resto del público menos extremo. Nos regalaron para nuestra memoria un conciertazo en toda regla, a pesar de los problemas con el micrófono de la batería durante el primer tema.

Tras su Invasor Sector 12 y Critical Threshold, reunían a los casi 400 asistentes al borde del escenario para dejarnos embaucar con un thrash metal de alta calidad en uno de los bolazos de este festival, haciendo un alarde de veteranía y de tablas sobre el escenario del SKULLS. No faltaron circle pits y pogos casi a cada tema como en Death Squad, un tema clásico y aclamado desde el primer minuto, así como el álbum homónimo del que tocaron casi todos sus temas.

They Need a War sonó como una apisonadora, siendo unas de mis preferidas de la noche con un directo bestial que dejaba ver ese thrash macarra ochentero que nunca pasa de moda desplegando unas guitarras contundentes por Arnd y Meik, así como una percusión endiablada por Lacky, quien estuvo en todo momento muy simpático desde el escenario. En el aspecto vocal Lee se mostró muy bien asentado para todos los trotes que lleva a sus espaldas; solo faltó su bajista Dirk que no pudo viajar con el grupo.

No podían faltar algunas dedicatorias, como Faded Pictures, dedicada al difunto Oliver, el cual fue  homenajeado con rabia sobre el escenario por el grupo y con pogos por el público. Sin ninguna tregua, acto seguido continuaron con The Gasoline Solution, donde sacaron un cartel con el lema “No more Discussion”, muy coreado por el público en un acto reivindicativo. Tras ella llegó Staatsfeind, dedicada esta vez a las  nuevas generaciones de heavy metal, entre ellas dos niñas que asistieron al festival con sus padres (pues este es un festival para todos los públicos) demostrando que el heavy metal no entiende de edad, donde además se pudo ver uno de los circle pit de la noche.

 

Había oído hablar de Steve Grimmet y su banda GRIM REAPER, pero nunca los había escuchado hasta semanas antes del festival y la verdad que tenía muchas ganas de ver su puesta en escena llena de heavy metal clásico, otra leyenda más de la NWOBHM. La verdad que no nos defraudó, (personalmente me encantó), aun cuando Steve durante las primeras canciones, estuvo un poco más pendiente de su go pro e inmortalizar la primera vez que pisaba Andalucía.

Su heavy metal muy coreable, épico y con pasajes técnicos y poderosos, obtuvo desde primera hora, como en Rock You To Hell, todo el apoyo del público que cantaba uno detrás de otro sus estribillos, estableciendo una conexión mágica entre ambos. Night Of The Vampire y Lust For Freedom eran una muestra de que sus melodías clásicas aun funcionan y que el metal sigue muy vivo en él, eso si la voz en determinados momentos no dio más de sí, entre ellos algún agudo, algo lógico pues el paso de los años no perdona.

Pero eso fue algo nimio, pues Steve nos dio toda una lección de actitud sobre el escenario, convertido en todo un ejemplo de superación, pues tras haber sufrido una amputación de su pierna derecha el año pasado, ha seguido sobre los escenarios demostrando que ahora más que nunca lleva dentro la llama del metal, armado con su bastón y su pierna protésica. Todo un luchador que supo conectar con el público desde el inicio, como en Liar donde consiguió sin esfuerzo que el público lo acompañara en los estribillos.

A veces en el directo suceden cosas como que a Mark Pullin se le rompa el parche del bombo de percusión, cosa extraña pero no imposible y el show estuvo parado casi 10 minutos, en los que la banda descansó un poco y entablaba conversacion con el público. De ahí salió un solo de guitarra de Ian Nash solicitado por el público, que obtuvo su premio mientras lo coreaban una y otra vez, se notaba que había ganas de fiesta.

Solo un tema bastó para calentar de nuevo el ambiente tras el parón obligatorio, para que All Hell Let Loose y Now or Never, terminara de incendiar a los asistentes con sus guitarras galopantes y el bajo omnipresente de Julian Hill que daba corporeidad a cada corte. Dos de los temas que más me gustaron junto con la balada Walking in the Shadow y el gran homenaje que hicieron al gran DIO con una impresionante cover de Don´t Talk to Stranger, uno de los momentos del show. Por desgracia no pude disfrutarlo del todo debido a la salida del autobús, así que lo terminé de escuchar en la lejanía, poniendo banda sonora a nuestra marcha.

Aprobaron porque son una leyenda dentro del heavy metal de los ochenta y el por qué de su elección como cabezas de cartel por parte de la organización. Exhibieron todo su potencial, agradando, convenciendo y sorprendiendo a los asistentes. Cien por cien actitud sobre el escenario.

Otro año más podemos hablar de otro éxito, tanto en el aspecto técnico (sonido y luces) como en organización, que fue correspondida con una buena asistencia. Quizás echamos de menos algunos detalles presentes en otros años, como los aspersores de agua de la zona de sombra, así como la lona/tela delantera que suele ocultar el entramado de borriquetes, hierros y crucetas de la estructura del escenario, que deslució un poco el escenario. Aunque fueron detalles nimios.

Sí es verdad que un aspecto a mejorar sería el tema de los aseos, quizás algo insuficientes y mal equipados para un festival de tal magnitud. Sus dimensiones reducidas y la ausencia de luz sirvieron para que más de uno se decantase más por el monte. Sería interesante por parte del ayuntamiento construir unos de obra bien equipados de cara a futuras ediciones.

Eso sí, algo a destacar este año respecto al anterior fue el tema de los horarios, el cual la organización tomó nota y se encargo seriamente de su cumplimento, consiguiendo que el público que se desplazó en autobús pudiera disfrutar íntegramente de todas las actuaciones. En ese aspecto un diez para la organización.

En resumen, el SKULLS OF METAL es un festival al que todo amante de los clásicos, del heavy metal y del thrash metal debería asistir, hecho con cariño y mucho amor por la música, así como por su sencillez, precios asequibles, entorno y gente, que crece a cada año como si de un peregrinaje obligado se tratase para los metaleros andaluces. Si no lo has visitado nunca, en 2019 tendrás otra oportunidad a la que volveremos sin duda.