Es cada vez más fácil pensar que en esto del metal está ya todo inventado. Pero más allá de si la afirmación es cierta o no, lo seguro es que todavía, de vez en cuando, surgen bandas que rompen los grilletes de lo establecido y se atreven con fórmulas novedosas y llamativas. Y sí, querido true, una banda como IMPUREZA que mezcla death metal y flamenco es novedosa y llamativa te pongas como te pongas. El resto, estáis de suerte, porque hoy venimos a hablar del disco debut de otra de esas agrupaciones que demuestran que todavía se puede innovar en esto del metal. ALIEN WEAPONRY son un joven trío formado en Auckland (Nueva Zelanda) por Lewis de Jong a la voz y a la guitarra y su hermano Henry de Jong a la batería a la ridículamente temprana edad de 8 y 10 años respectivamente.
 
ALIEN WEAPONRY practican una música influenciada por el thrash y el hardcore de la vieja escuela, pero lo cierto es que poseen un sonido muy personal y carismático. Más que nada, porque en sus composiciones incorporan elementos del folclore maorí tales como ritmos, gritos propios de la haka o el propio idioma (aunque también cantan en inglés, más o menos la mitad de las canciones son cantadas en Te Reo Māori), en otro nuevo ejemplo de que las culturas locales pueden aportar muchísimo a géneros más globales. Recuerda a ese rollo tribal que impulsaron los hermanos Cavalera, eso es verdad, pero por esa regla de tres también podemos decir que todo el metal se parece entre sí y que solo tenemos burdas copias en nuestra colección. El caso es que, en septiembre de 2017, Napalm Records se fijó en estos chicos y les fichó para editar su primer trabajo: , cuya traducción al castellano sería “herido/a”. En ese momento, los hermanos de Jong tenían la (aún ridícula) edad de 15 y 17 años, mientras que el bajista que completa el trío, Ethan Trembath, sumaba 15 primaveras. Tres adolescentes haciendo música llena de rabia y sentido que ya saben lo que es subirse a los escenarios de varios de los más prestigiosos festivales europeos como Wacken Open Air, Summer Breeze o Metaldays.
 
 
Pero metámonos de lleno en lo que es el disco. ¿Qué podemos esperar de ? Pues un trabajo original que recoge un compendio de influencias y las reproduce en un sonido único. En concreto, para que sepáis cómo suena este invento, tenemos que irnos a las grandes bandas de thrash metal de la Bay Area como METALLICA o ANTHRAX, al hardcore metálico de HATEBREED, pasando por el thrashcore moderno de TRIVIUM y por supuesto también a SEPULTURA como precursores de la combinación del thrash metal con elementos del folclore local.

En nos encontramos trazas metalcoretas en forma de breakdowns como los que podemos escuchar en Raupatu, Kai Tangata o Nobody Here, o estribillos melódicos que recuerdan mucho a James Hetfield como en Holding My Breath o The Things That You Know. Los riffs pesados y contundentes son seña en este trabajo, dejando paso a menudo también a ritmos más rápidos y voces rasgadas cargadas de ira adolescente. Uno de los cortes más especiales y diferentes del resto lo encontramos en Te Ara, un tema atmosférico y prácticamente instrumental con el que el trío explora nuevos caminos para su música. La producción, cuidada y moderna, es sin duda uno de los puntos fuertes del disco.

 
En cuanto a la temática, tratan por un lado acontecimientos de la historia de Nueva Zelanda desde la perspectiva maorí, como en Raupatu, que habla de cómo un temprano contacto con europa tuvo como consecuencia un brote de enfermedad en las islas y cómo los maoríes se vengaron con la quema del barco The Boyd y la masacre de su tripulación. Otro ejemplo es Rū Ana te Whenua, que cuenta la historia de la batalla de Pukehinahina/Gate Pa en 1864 en la que un antecesor, Te Ahoaho, perdió la vida. Por otro lado, en las canciones en inglés, como RageIt Takes Over Again, PC Bro o Hypocrite, explotan temas igualmente controvertidos pero que tienen que ver con la manipulación en los medios de información o la crítica a distintos aspectos del sistema como es el caso de la etapa educativa o el alzamiento de estrellas de la tele o de los deportes.
 
 
es el disco en el que ALIEN WEAPONRY demuestran todo su potencial, que no es poco, y que sin duda será todo un descubrimiento a nivel mundial para fans del metal y medios especializados. Sin embargo, es también un trabajo a todas luces excesivamente largo, motivo por el cual, personalmente, me llega a aburrir. Inicialmente los cortes The Things That You Know y Hypocrite iban a quedar como bonus tracks, idea que finalmente quedó descartada pero que visto lo visto hubiese sido lo mejor, porque sobre todo esta última, no aporta absolutamente nada.

Un servidor destaca sobre todo la machacona Holding My Breath, la rápida y poderosa Raupatu, Kai Tangata (claramente el hit del álbum, aunque como el disco en general tiende a alargarse innecesariamente) y la solemne Rage – It Takes Over Again, pero será mejor que te adentres en el “maorí metal” y decidas tu propio veredicto.

 
Tracklist:
1. Whaikorero
2. Ru Ana Te Whenua
3. Holding My Breath
4. Raupatu
5. Kai Tangata
6. Rage – It Takes Over Again
7. The Things That You Know
8. Whispers
9. PC Bro
10. Urutaa
11. Nobody Here
12. Te Ara
13. Hypocrite
 
Formación:
Lewis de Jong: guitarra y voz
Ethan Trembath: bajo
Henry de Jong: batería
 
 

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