Los suecos OPETH han publicado en formado DVD, Blue-Ray o vinilo el directo de su concierto en el Red Rocks Anphiteatre el pasado 11 de mayo de 2017. Lo han publicado de mano de Nuclear Blast Records que nos otorga el placer de disfrutar del audio de este concierto. 
 
La portada es preciosa, con una gran ilustración en la que aparecen los chicos tallados en madera en mitad de un campo con flores y zarzas. El DVD dispone de diez canciones, con los grandes éxitos de la banda. Los analizaremos tema por tema.
 
La apertura a este DVD la realiza Sorceress, del álbum homónimo. Super psicodélico al principio, con esos majestuosos teclados y la batería al compás. Las guitarras suenan a la vez de manera brutal alternándose con la batería de manera muy oscura en contraste con la voz melódica del cantante. Es una de mis favoritas del disco original. Es típico en sus directos que toquen esta canción y siempre me va a llamar la atención los coros del estribillo, porque son muy desgarrados y contrastan con la dulzura de la voz principal. La canción hace una pausa para volver con fuerza dos veces, en ritmos muy pegadizos. Sigue una misma línea compositiva, es decir, no está compuesta como en distintos actos, algo típico de los suecos, pero sí juegan mucho con distintos sonidos.  Al final de la canción, hacen un puente o enlace a la siguiente.
 
Le sigue Ghost of Perdition, del disco Ghost Reveries. Los guturales del principio son brutales, desgarradores, así como los teclados sonando en melodía diferente a las guitarras creando una atmósfera muy armónica pese a los distintos ritmos. El sonido es espectacular: puedes analizar instrumento por instrumento a la perfección. En el momento en el que los coros y los teclados se unen se produce una simbiosis mágica, mientras la guitarra realiza un punteo fantástico. Como los fans bien saben, esta canción está compuesta como en diferentes partes, que en el estudio se complementan de manera perfecta pero cuyo riesgo está en el directo, y los suecos van muy bien sincronizados y transmiten ese buen hacer y perfeccionismo. Si no eres fan del progre o de la banda la canción puede hacerse larga, ya que tiene 12 minutos de duración, pero para los seguidores fervientes puede ser una gran joya con el sonido en directo. Es sin duda de las mejores del disco original y uno de los grandes himnos de la banda. Cuando la canción acaba, la banda interactúa con el público y se presenta.
 
El tercer tema es  Demon of the Fall, del álbum My Arms, Your Hearse. Las guitarras suenan lineales pero juegan con diferentes ritmos. Los teclados se enlazan con suavidad con las guitarras, sin robarse protagonismo mutuamente. Los guturales, de nuevo, graves, proporcionándole un aurea oscuro al tema. Se hace una pausa para dar paso a una guitarra acústica que suena de forma magistral, que da paso a toda la energía y fuerza progresiva del tema. La misma melodía que hacía la acústica la realizan ahora las eléctricas y los teclados. Esta fuerza se interrumpe, suena de nuevo la acústica y vuelve a nacer todo ese caos eléctrico, esa tormenta de sonidos junto con los guturales. Conforme avanzamos en la canción, escuchamos como otro “acto”, en el que el protagonista es un piano, que viene de la mano con melodías más progresivas y la voz melódica del cantante. Al acabar esta parte, ganan protagonismo una guitarra limpia y otra acústica, que le pone el broche final de manera magistral al tema. Al acabar, de nuevo, la banda interactúa con el público para seguir manteniendo su atención hasta el próximo tema.
 
La siguiente canción es The Wilde Flowers. Mi favorita del Sorceress, tiene ritmos simples acompasados entre las guitarras, la batería y la voz. Entre las dos primeras estrofas los teclados  y las guitarras se unen en una misma melodía muy alternativa, con toques orientales. El estribillo es totalmente mágico, la oscuridad de la letra en contraste con la luz que aporta la instrumental y el tono del cantante. Podemos escuchar un solo impresionante, complejo y desgarrador, perfecto para la complejidad compositiva de la banda. Mi parte favorita, sin duda, se produce cuando el cantante canta casi a capella, acompañado del ritmo del charles de la batería y de los teclados. Una muy buena demostración de saber hacer y profesionalismo. Después de esta parte, la guitarra llora sola, con el sonido de un arpa, los teclados y ese ritmo marcado. Debemos destacar sobretodo el bajo en esta sección. Después de este acto, se da paso a otro de nuevo caótico, enérgico y potente, con toque psicodélico.
 
 
La quinta canción es In my Time of Need, del álbum Dammation. De mis favoritas de la banda, es calmada, lenta y preciosa. El bajo en esta canción es increíble, penetra hasta el fondo de los tímpanos marcando un ritmo mágico. Los teclados del estribillo crean una atmósfera triste. Las guitarras en esta parte pasan desapercibidas, dejándole el protagonismo a la voz, los teclados y el bajo, y de fondo, la batería. Entre el estribillo y la siguiente estrofa, el teclado hace un solo estilo jazz. El preestribillo es cantado a coro por el público, poniendo la piel de gallina solo de imaginar verlo en directo. Poco más que decir, la canción en sí es preciosa y escucharla en directo es más bonita aún. Una joya para los oídos.
 
The Devil’s Orchard pertenece al álbum Heritage y empieza muy potente, con cortes, con acoples de guitarra para dar paso a todo el puto estilo OPETH. Los juegos de bajo y guitarra son espectaculares. El ritmo de guitarra se repite todo el rato para darle importancia a un solo sencillo de teclado. El bajo suena estrenduoso con melodías de teclado muy jazz y psicodélicas, en ocasiones parecidas a lo que hacia PINK FLOYD.  Es uno de los temas más puramente progresivos de la banda, difícil de analizar en ocasiones, con muchos sonidos experimentales pero encajados genuinamente. El solo de guitarra es magistral, de nuevo, protagonista indiscutible de ese acto.
 
Le sigue Cusp of Eternity, del Cusp of Eternity, firme joya maestra para los seguidres de la banda. Ese ritmo tan característico acompañado con la fuerza de la guitarra rítmica y del bajo es la apertura de la canción. El estribillo es epiquísimo, con los coros y las melodías de las guitarras tan firmes. De nuevo, destacar la melodía del teclado entre el estribillo y la segunda estrofa, puesto que pese a su simpleza, le da ese toque tan auténtico de OPETH. La instrumental es insuperable, y la voz pese a ser grave por naturaleza, logra tonos agudos, desgarrados a veces, sin desafinar en ningún momento. Realmente poco se puede comentar de esta canción al ser muy lineal, salvo que esos toques orientales de los coros del estribillo le otorgan un toque perfecto y pegadizo. 
 
La octava canción es Heir Apparent, que aparece en el disco Watershed. Comienza pesada, muy lúgubre, con ese piano tan siniestro al comienzo de la canción. Los guturales son brutales; junto con la instrumental tiene cierto toque death metal. En este canción, los teclados están más de fondo y relleno, dándole protagonismo a los ritmos y a los solos de guitarra. De nuevo, nos encontramos con un tema compuesto como en diferentes actos: el primero muy brutal, dando paso a un segundo acto más dulce pero aun así oscuro, con sonidos de guitarras acusticas y teclados de fondo, rompiendo de nuevo en bestialidad y guturales por todos lados. Esa alternancia de ritmos progresivos juega un papel fundamental, siendo una canción llena de sorpresas y que en directo suena deliciosamente. La batería es un auténtico ejercicio de cardio durante toda la canción, con esa alternancia entre timbales, doble bombo ritmos suaves… La parte final de la canción es preciosa, es como el éxtasis, con melodías calmadas de guitarra, tristes, alternadas con un bajo majestuoso y un juego de batería espectacular.
 
La penúltima canción es Era, del Sorceress. Muy característica por la intro, y por la batería del principio de la canción. Es una canción alegre, con ritmos rock en la guitarra pero metida en ambiente con los teclados. Bastante lineal, hasta el estribillo, donde la batería suena brutal con el doble bombo y los platillos a toda velocidad, en contraste con la tranquilidad del resto de la canción. El truena de manera magistral. Al final del tema, la banda interactúa de nuevo con el público, que lamenta que la siguiente canción será la última del concierto. 
 
Deliverance, homónima del disco, comienza apoteósica, con una batería increíble: doble pedal sin error ninguno, constante, que deja boquiabierto a cualquiera. Después de toda esa energía, melodías suaves, con un bajo estridente y punteos de guitarra. La voz ahora es melódica y dulce. Se producen altibajos de ritmo de forma progresiva. El solo de guitarra me recuerda al de alguna canción de DETHKLOK, pero crea un gran contraste con otros ritmos más puramente progresivos y alternativos. De nuevo, una canción que pueda ser complicada y larga, pero con pura marca OPETH que vuelve locos a sus fans.
 
En términos generales, echo de menos alguna canción de otros álbums icónicos de la banda, como el Blackwater Park, pero estoy bastante satisfecha con la selección de temas para el tracklist. El sonido es impresionante y la ejecución de la banda demuestra el grandísimo talento e inteligencia musical de sus músicos, coronándose, una vez más, como los reyes del metal progresivo. 
 

 
 
Tracklist
1. Sorceress
2. Ghost Of Perdition 
3. Demon Of The Fall
4. The Wilde Flowers
5. In My Time Of Need 
6. The Devil’s Orchard 
7. Cusp Of Eternity 
8. Heir Apparent
9. Era
10. Deliverance 

Puntuación
9/10

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