Llega a nuestras manos el nuevo trabajo de los finlandeses KORPIKLAANI, lanzado en septiembre de este año a través de Nuclear Blast. Este disco agarra el testigo de su última creación en estudio, Noita (2015), pero con tintes algo más oscuros y maduros, sobre todo en instrumentación, siendo una secuela del mismo, más que un trabajo de por sí con autonomía propia. Poco queda en este redondo de su folk festivo al que estamos acostumbrados, pero el sello KORPIKLLANI sigue marcando su impronta en cada uno de los catorce cortes que contiene este trabajo, el décimo de su carrera.
Sobre Kulkija, el trabajo más largo de la banda, tiene un título que no es cogido al azar. La impronta melancólica y oscura de la que hablamos viene a coalición de su nombre, que se traduce del finlandés como “caminante”. Y con el objetivo en mente de crear un disco “conceptual”, la producción ha pasado a tomar el papel protagonista. Aparte de ofrecer un trabajo de altísima calidad, es necesario resaltar que los instrumentos acústicos y tradicionales no han sido tratados con ningún arreglo extra, lo que otorga crudeza y naturalidad. ¡Y qué sonido! Como amante del sonido “puro” de los instrumentos tradicionales no puede una estar más orgullosa de la producción. Así, nos hemos convertido en los caminantes que recorreremos el sendero trazado por KORPIKLAANI y su “nuevo” universo personal. ¿Te atreves a caminarlo?
Comenzamos escuchando Neito, que nos regala un corte épico que rompe en una explosión de puro folk metal. Lo hacen para despistar, para hacerte pensar que todo lo leído anteriormente sobre este Kulkija es una falacia víctima del escritor sin escrúpulos. Pero nos quedan 13 nuevos cortes. Sin perder la esencia del grupo y con una impronta más oscura, los finlandeses no escatiman en desbordar energía, convirtiendo este tema en una perfecta apertura que anima a disfrutar de este sendero.
Sin poder hacer un descanso en cada parada de este álbum, lo cierto es que no es tan accesible como estamos acostumbrados, pero tampoco es tan esotérico como pueda parecer al verbalizarlo. Es el caso de Aallon Alla, que demuestra, de nuevo, la importancia de los singles para entender este trabajo. Este tema, dulce, pero de ambiente pesado, te sumergirá en las azules aguas del mar para sentir el mundo desde lejos. El violín de Tuomas regala momentos sublimes, siendo la estrella casi indiscutible de todo el redondo. Le sigue Harmaja, el penúltimo adelanto del disco que fue lanzado también con videoclip, una balada acústica donde el protagonismo se divide entre vocalista, violín y guitarras acústicas.
Continuamos diseccionando los singles lanzados de adelanto y a este Harmaja le sigue Kotikonnut, de carácter más festivo, pero sin perder el control ni llegar a desmelenarnos con él, aunque cada célula de la canción la convierte en una de las mejores del redondo. El cambio de tono que agarra este corte consigue ese efecto elevador que sólo puede alcanzar lo intocable, lo esencialmente invisible a los ojos. El último single escogido es Henkselipoika. Con él, y su resurgir a la calidez después de pasear por las frías aguas invernales, cierra el ciclo con otro himno, obteniendo junto a Neito, cinco cortes que se convierten en el tetragrámaton de este trabajo.
Con toda esta información volcada y adentrándonos en las sombras del camino, podemos entender que los medios tiempos han tomado las riendas de desde Kulkija, donde sobresalen temas como Kallon Malja, con giros al más puro heavy acompañados de riff más duros. Es el corte más largo, con casi 10 minutos de duración que, sin embargo, se pasan en un instante. Le sigue Sillanrakentaja, que nos ofrecerá un giro de 45º de riff pesados y de corte más siniestro con una línea de bajo que se convierte en protagonista, acompañado por las guitarras eléctricas. Te regalan momentos de claridad, su cara más amable y cálida para el estribillo y un épico ascenso a mano de las cuerdas frotadas. Extraño tema: potente, delicado, épico y siniestro. Y si crees que toda esta mezcla puede rozar el esperpento, quédate hasta el final, para escuchar el aporte de los hijos de Järvelä y Cane para cerciorarte de que NO tienes razón.
Y como cada músico tiene cabida y su momento de importancia, el motor rítmico de la banda, la batería de Matson, ha decidido que llegó su momento de demostrar quién tiene las riendas de esta alocada banda. La amable y bipolar Riemu nos devuelve con fiereza un tema que vuelve a escoger por el camino del eclecticismo compositivo, tan brillante, que vela el paso de la siguiente Kuin korpi nukkuva. Nos paramos para disfrutar también de Juomamaa, cuya percusión también merece mención especial a un tema que se plantea como favorito del disco: puro folk metal, rítmico, pegadizo y justo casi al final de este camino, que empieza a verse al fondo del horizonte.
El desenlace de este LP llega con Tuttu on tie, que cierra un camino que ha resultado intenso, cansado, alegre, oscuro y relajado. Una montaña rusa de sensaciones que hay que encarar con calma y una idea diferente de la que tenemos de KORPIKLAANI. No obstante, cada corte es de escucha sencilla y todos juntos han dado como resultado un gran trabajo que crece con cada escucha. Los finlandeses vuelven a demostrar que el folk metal tiene aún mucho que demostrar. Kulkija es, a fin de cuentas, un viaje que merece la pena ser recorrido muchas veces.