Fotografías de Rubén Montejo

 
La pasada noche del 24 de noviembre de 2018 marcará un antes y un después en la música en la capital jienense. Nació para responder a la demanda de música en la capital, que por desgracia estas actuaciones son nulas o con muy escasa asistencia y repercusión; pero el UNDERBLUES FEST, demostró que hay ganas de eventos, de música, de cultura y reivindicaciones y acercó en su primera edición a 4 pedazo de bandas de estilos variopintos, pero con un hilo conductor central: el blues. Hablamos de ELECTRIC BELT, GATO MOJADO, EL LOBO EN TU PUERTA y VURRO.
 
La Sala Kharma se llenó de magia y un ambiente increíble desde primera hora, llegando a tener unos 300 asistentes, para dejarse atrapar por un nuevo festival que esperamos que tenga muchas ediciones, que contó con un sonido bastante bueno durante la velada y un público que disfrutaba y bailaba con cada banda.
 
 
ELECTRIC BELT
 
 
Los locales ELECTRIC BELT dieron el pistoletazo de salida, con puntualidad inglesa a las 20:00 horas, con su blues rock enérgico y técnico, donde los toques de southern quedan marcados en los slides de guitarras, comandado por la voz y la figura de Javyer López (además de ser el presentador de la noche), todo un personaje repleto de carisma y “bienestar” en el escenario, que daban la bienvenida con Bored And Tired, para certificar el estado de forma con My Friend Isn’t Sick, un temazo en toda regla, donde Sebas a la guitarra demostraba el porqué se ha ganado la reputación que tiene, al igual que un tal Miguel en la percusión aporreaba una y otra vez cada timbal, cada plato, para cerrar el combo Pablo al bajo (también bajista de DIRTY DOGS).

 
Brown Cat, Grey Dog, una carismática canción, de mis preferidas, daba rienda suelta al flow que Javyer desata en el escenario, para con Headless Chickens Dance, rematar su baile de pollito descabezado que además de contar con la colaboración del Reverendo Killer Blues en la harmónica, el público comenzó a moverse y bailar en las primeras filas. Diggin That Hole, oscureció el sonido, las luces rojizas hacían acto de presencia y el publico quedó hipnotizado con estrofas poderosas y contundentes mientras veíamos disfrutar al grupo en el escenario y transmitirlo a los asistentes, que con Never Seen The Devil Out There y Werewolf Woman, cerraban un gran concierto, como siempre nos tienen acostumbrados y se despidieron por todo lo alto. Un grupo que nunca te cansas de verles en directo.
 
GATO MOJADO

 
Los madrileños GATO MOJADO subieron al escenario, siendo el grupo que menos conocía de la noche y la sorpresa fue máxima, pues su blues rock de corte más clásico, hizo efecto en los asistentes, con otro gran concierto, capitaneado por su gato en primera fila y con micrófono (al que ponía voz Alberto Sánchez a la batería y coros), intercalando pequeños monólogos de humor entre canción y canción.

 
Este era su último concierto de la gira de su trabajo La moral del perdedor, como ellos mismos anunciaron, del que presentó varios temas como Manos sucias, 2000 cigarros y un blues o Huellas dispares, pero también nos dejaron algún tema nuevo de su inminente trabajo nuevo, contando de nuevo con la colaboración del Reverendo Killer Blues.

 
GATO MOJADO dio un gran concierto de un blues más clásico, repleto de humor y calidad musical, con momentos álgidos como Mi ruina, uno de mis cortes preferidos, que hizo bailar y bailar a los asistentes, aunque un poco más reticentes; Me quedo contigo de LOS CHUNGUITOS dejó un muy buen nivel para en el último corte impregnarnos a todos de ese feeling y esa magia que es el blues, la música en directo y la improvisación, juntando a miembros de ELECTRIC BELT, para de manera improvisada dejarnos una pieza única en el escenario. Otro directo de gran nivel y eso que estábamos a mitad de noche. No los conocía pero me sorprendieron para bien y a buen seguro repetiré en verles.
 
EL LOBO EN TU PUERTA
 
 
Lo que vino a continuación, fue un conciertazo, donde el blues esta vez se mezclaba con un toque mas crust, experimental y punk. El trío de Chiclana formado por Tanin (batería, guitarra y voz), Julio (voz, theremin y armónica) y Búho (guitarra, batería y voz), se dejo la piel en el escenario y abajo del mismo, pues fueron numerosas las incursiones de su vocalista con el público, para dotarle de un toque más hardcore.

 
Una actitud de 10, donde los efectos vocales agudizaban el tono y le otorgaban un toque de psicosis, mientras que la base creada por la guitarra y batería, era agresiva y enérgica, desempolvando la energía y adrenalina que llevaban reservadas, para contagiar al público, que desde el inicio con Se fue, Sin luz, Alabama o I Don’t Lie, repasaron todos sus álbumes, de los que fueron alternando temas más bluseros, con otros donde no le faltó ni “comerse” el micrófono. Elegir algún tema de este grupo es complicado, pues todos y cada uno de ellos es una sorpresa en sí mismo, lo que sí presentaron un corte del nuevo trabajo que acaban de grabar en los Estudios La Mina y que llevará por nombre Guantánamo, un corte repleto de humor y su toque radical/punk bajo el nombre de La amante de Guti.

 
El bolo se pasó casi sin darme cuenta con un final de alto standing, en la que incluyeron la cover de Sabotage de BEASTIE BOYS, el temazo Manny Pacquiao, de mis preferidas de la noche y un bis para terminar con No quiero verte. Si tenéis la oportunidad de verles en directo, no la desaprovechéis porque os arrepentiréis para siempre.
 
VURRO

 
Con un publico ávido de buena música y ritmos que bailar, a pesar de llevar toda la tarde/noche haciéndolo, VURRO, puso un broche de oro a la fiesta con su particular show granjero, autoproducido y automontado, pues es el mismo el que se monta todo su tinglado, bombo, caja, ambas las toca con el pie, un teclado y un hammond, además de tener cascabeles y cencerros en los brazos y los platos que los toca con su cabeza, o mejor dicho con su cornamenta, pero además canta, aunque lo tiene complicado para beber agua.

 
Un show, festivo, ameno, con algo más de una hora de actuación que los asistentes se lo pasaron bailando sin parar, hasta que tuvieron que cortar la actuación, mejor dicho, el bis, porque la organización se había pasado de la hora límite, aunque podríamos haber estado toda la noche inmersos en este grandísimo festival que acaba de nacer. Y es que desde que comenzó y apareció como si de una danza ritual se tratase entre el público, bailando, saludando y haciendo sonar sus cencerros mientras un canto tribal/indio surgía del más allá, el blues se apoderaba de la sala, como si de una posesión vudú hubiera alcanzado a los allí presentes, la comunión fue perfecta, con su característica presencia escénica, la forma de tocar los platos con la cabeza y el alarde musical que también dejaba momentos de técnicas festivas y elegantes, entre más de una decena de temas sonaron (los que pude reconocer, pues todo lo que rodea a VURRO es un misterio), Vaca Mu, Let’s Twist Again o Boggie. Quizás sus temas suenen muy parecidos entre sí, quizás abuse de las frecuencias y efectos sonoros, pero es un show en toda regla, de ahí su éxito a nivel europeo y a buen seguro que le queda muchísimos años más.

 
Un fin de fiesta frenético y mágico, para una noche que tardará en olvidarse en la capital jiennense y que esperemos que se suceda por muchos años. Antes de acabar, mencionar en todo momento a la organización, que llevó con profesionalidad toda una noche donde los pequeños errores de sonido fueron los pequeños matices subsanados, corregidos y elevados a un magnifico nivel, chapó y enhorabuena por este nuevo festival. Larga vida al UNDERBLUES FEST.