Los madrileños EON ponen el broche de oro a la extensa gira desde la publicación de Médula hace dos años y que les ha llevado a tocar en el DOWNLOAD FESTIVAL MADRID. Para ello eligieron la sala Sound Stage (antigua Lemon) de la capital y se hicieron acompañar de DONUTS HOLE y los también madrileños HIRANYA.
Estos últimos fueron los encargados de abrir la velada con Sara Bowen ejerciendo de frontwoman. En algo más de media hora sonaron temas de su único disco hasta la fecha Breath In. Impresionante la versatilidad vocal de Sara que alterna rabiosos guturales con partes melódicas mucho más suaves y armoniosas, a pesar de que el sonido no estuviera del todo de su parte.
Tras un brevísimo parón para reacondicionar el escenario aparecieron DONUTS HOLE. Un grupo con un fondo sonoro más heterogéneo en el que domina el metalcore pero con algún toque nu-metal y alternativo que los hacen muy interesantes.
De nuevo su cantante, Ariel Placenti, se mostró enérgico repartiendo buenas dosis de metal, saltos y guiños al público que se contagió de su energía. No fue menos su compañero bajista que osó bajar del escenario para retar al respetable a realizar un wall of death. La respuesta del público fue algo tímida, la gran columna central de la sala no ayudaba, ni el instrumento que aún seguía tocando el músico a pesar de los embistes tampoco pero puso una nota divertida al concierto.
El momento reivindicativo llegó de la mano de su tema Todxs somos parte con el que denuncian el acoso escolar y para el cual sacaron una gran pancarta que invitaron a firmar más tarde al público como muestra de apoyo. Sin duda, un bonito detalle que se suma a las buenas sensaciones que dejaron.
Siguieron con la presentación de Duramadre y ese reconocimiento a los héroes y heroínas que luchan cada día contra la enfermedad del cáncer. EON son una máquina que desarrolla a la perfección su groove metal con una base de bajo (Miky Sánchez) y batería (el carismático David Viana) rotundas y unos riffs perfectamente ejecutados por Oriol Borrás y Rubén Ortiz. Todo ello bajo la voz de Diego Cardeña que no solo se queda en prestar su prodigiosa garganta sino que se entrega a fondo en lo que calificaría de actuación catártica.
No solo tocaron temas de Médula, también hubo tiempo para temas de su primer álbum IN[visible] (2012) con canciones como Corpus Inertia, Simetría y Ansiedad. La recta final vino con Insomnia, Placebo y Víctima con un apoteósico final con Diego Cardeña con los brazos en cruz sobre la tarima frontal, las guitarras y bajo en alto y pirotecnia para despedir la noche como se merecía.
Se cierra así una etapa para el grupo pero no dudamos que a la vez se abre otra en la que seguro estarán preparando cosas nuevas esperemos que igual de fructíferas que este Médula y que logren afianzar aún más a la banda madrileña.