Bien, ¿Se te pegaron las ganas de fiesta, brincar y prender la dinamita? Genial, porque Blanco y negro entra pisando fuerte, con una consonancia acelerada donde la batería de Drest es el pilar del corte y los riff’s de guitarras nos envuelven desde el primer instante. La voz de Manu nos endulza las orejas. Sin duda ha mejorado en técnica y sé que no se quedará ahí la cosa.
¿Qué tal si recuperamos el aliento? Llega el momento de una balada. Con Al otro ladodon podemos recuperarnos y asegurarnos de que nuestras cervicales aún sostienen nuestra cabeza en su lugar. La voz de Manu se tiñe de melancolía mientras fragmentos como ” …pero hoy persiguiendo tu voz vuelvo a verte reír, quédate, por favor, solo un segundo para encontrarnos antes de que suene el reloj. Seremos aire al otro lado, espérame en la última estación”. Sin duda nos eriza la piel y nos llega hasta la fibra más sensible, donde recordamos a aquellos que tanto queremos y ya no están con nosotros, sublime sin lugar a duda.
Bien, recuperado el aliento y con la nostalgia a flor de piel, retomamos velocidad con Años atrás, el cual abre con unos buenos rasgados de cuerdas y golpeando con ganas los parches. La voz de Manu recobra su brío y nos saca del letargo sacudiendo la melancolía del corte anterior… ¿Dónde estabas en el verano del 96? La línea del bajo no se disipa en ningún momento, Drest marca a la perfección cada cambio de compás y los solos que se marcan son potentes y tenaces, sin duda más de uno querrá sacarse la tablatura para lograrlos.
Encarando la recta final nos damos de bruces con el tema En el filo, que tiene un comienzo pausado, sin anticipar nada, con la voz quebrada de Manu nos envuelve. Pronto, de golpe, recuperan la contundencia, logrando ese contraste que a la mayoría nos saca una sonrisa y donde la voz de Manu recupera su tono al que nos tiene acostumbrados. Esos riffs y piking donde damos volumen para deleitarnos con los cambios de tiempo que se marcan en este track. Préstale tus oídos, sin duda no te dejará indiferente, con una letra directa y clara que pronto se te quedará grabada en la cabeza y te será imposible dejar de cantarla.
Irrumpe L.A donde la letra nos habla de que van a Los Ángeles, ¿A alguien le extrañaría? Personalmente a mí no, porque ganas de hacerse un hueco no les falta. ¡Y apuntan maneras! Donde frases como “…Vamos a Los Ángeles a tatuarnos las noches de abril, vamos a Los Ángeles ya es hora de huir que lo mejor aún está por venir, quizás mañana sea incierto y qué más da, la radio siempre encontrará los versos cuando todo vaya mal...” embaucan nuestros sentidos y nos llenan de optimismo, la música siempre nos salva del pesimismo.
El tema encargado de poner el broche al disco es Horizonte con un comienzo paulatino, pero no os confiéis, pronto dan gas y aceleran. Donde cuentan con la colaboración de Iván Blanco y Ruth Suárez los cuales logran darle un toque distinto, que sin duda logra hacer que el cierre del trabajo quede más lúcido si es posible. Los solos de guitarra son soberbios y característicos. Sin duda un buen track para cerrar el álbum.
Para los amantes del género y seguidores de la banda sólo puedo decirles que se nota la mejora de su anterior trabajo a este. Se nota que Manu ha trabajado duro su técnica vocal y le ha venido bien quedarse únicamente como voz principal, las letras está muy logradas y consiguen envolvernos en cada tema. Dres ha depurado la técnica a la batería y Javi sin lugar a también se nota mejoría en los rasgados de cuerdas y se nota que se divierte… Como siempre, me gusta que la línea del bajo no se pierda en ningún momento y en eso han cumplido de calle.
Personalmente les puntúo con un 9/10. Sin duda me puede la curiosidad de ver qué tal suena la formación actual con los cambios realizados, pero viendo que hay buen rollo sin duda será brutal y recomendable. Como siempre, los espero por tierras valencianas y espero que no se relajen en su próximo rosco, sé que son capaces de más y lo están demostrando.