Invierno y Murcia nunca terminan de casar bien y el fin de semana después del famoso día de los enamorados podía resultar letal para un festival de metal extremo. Por fortuna, Murcia nos sorprendió y a las siete de la tarde del sábado 16, la Garaje Beat Club contaba con más de 40 personas (disculpad si me excedo o me quedo corta, lo mío nunca fueron los números).
Cuando uno mira el cartel de un concierto y se encuentra con un grupo cuyo nombre traducido es “cucaracha” ya se imagina que lo que va a escuchar va a escapar de la normalidad. Pero… ¿es acaso eso malo?
COCKOROCH subieron al escenario ataviados con sus habituales indumentarias: el vocalista con un tutú rosa y una camiseta con un arcoiris que ponía death metal, un improvisado acento ruso y una careta bastante desagradable de un cerdo, la guitarrista con su pañuelo de boca de calavera y el bajista con un pasamontañas verde plagado de ojos. El show estaba servido.
Slam metal y hardcore era lo que prometía el trío de murcianos/madrileños conformado por Lorena Frantic, Achokarlos y Jacob Cámara. I Am A Pig era el tema que daba apertura a un concierto cargado de humor, sarcasmo y muchos elementos bizarros.
Vegetables Have Feelings y
Veggie Food Without Plants se presentaban como dos de las canciones de su primer trabajo homónimo de 2016, aunque COCKROCH fue a la Garaje a presentar su álbum debut
Vegecide publicado en septiembre del año pasado.
“Bua tíos. Gracias por ser puntuales esta tarde. Os lo agradezco de corazón“, exclamaba Achokarlos mientras los asistentes se debatían entre mover la cabeza al ritmo de la batería programada o reírse por el curioso acento ruso que empleaba. El público no se decidió, optó por realizar ambas actividades al tiempo que Mushrooms Also Have Feelings, Stay Bree o Circle Pig se sucedían.
“Gracias, gracias“, decía una y otra vez Achokarlos a los entregados asistentes que se habían atrevido a cumplir con los horarios. Vegan Creampie fue otro de esos curiosos temas de los COCKROCH compuesto en su mayoría por ladridos y sonidos de cerdo en lo que a las voces se refiere, si existe una letra resultaba imposible entenderla. Pero el rizo todavía podía rizarse más con un tema cuyos riffs y shrieks recordaban al black metal y eso era en Asdfasdf, la típica frase que aparece en algunos memes.
Goregreen vaticinaba el final del concierto y con la intención de animar el cotarro, el vocalista dio paso a Cockoroch!. Ritmos consecuentes, brutales riffs y un bajo persistente es lo que quedó patente tras esa última canción y tras el concierto de COCKROCH. La pregunta es… ¿sobrevivieron los vegetales a semejante carnicería?
OUR HATE
No hicieron palabras para presentar a
OUR HATE, la potente voz de Lenny en
In Blood sirvió de saludo general para el público. “
¡Hola Murcia!“, gritaba el vocalista del grupo belga a la Garaje Beat Club antes de que la batería diese comienzo a
We Will Survive. Ibanez demostró su capacidad a las baquetas con un ritmo de platillos que enloquecía a los presentes al tiempo que las guitarras salvajes de Deef y Dennis regalaban magnéticos
riffs.
OUR HATE publicó hace dos años Hate Will Prevail, su álbum debut que presentaron en Murcia con las canciones antes mencionadas pero también con With All The Struggle And Tears, Smash In The Face o Contradictory.
“
¿Cómo os lo estáis pasando?“, preguntaba Lenny entre canción y canción para animar un ambiente que crecía poco a poco en número de asistentes.
Hate Will Prevail hilaba ese clima de hardcore y metal duro que golpeaba la cara de los allí presentes y los invitaba a alzar los cuernos, menear los pies o crear pogos.
Jacob de Bin Producciones, de VENDETTA FUCKING METAL y COCKROCH subió al escenario para colaborar con OUR HATE después de que sus colegas lo presentasen. “¿Vamos a liarla o no peñica? Todo el mundo aquí a partirse la puta boca“, exclamaba Jacob.
Together As One, Religion Kills, Just A Lie o Psycho alimentaban las ansias de los metaleros que habían pagado sus 10-15 euros por acudir al EXTREME CORE FEST. Y es que parece que muchas de esas personas tenían un mismo objetivo: que llegase el sábado, buscar un concierto de metal y desahogarse entre pogos, airguitars o complicados movimientos de melena. OUR HATE ofrecía esa vía de escape de la rutina.
Sonidos de guerra, misiles, helicópteros, pisadas, estos eran los sonidos de la intro que daba paso a Welcome To The Deadzone, la última canción del setlist de los belgas. Brutalidad sería un buen nombre para describir la tormenta que desataron en una sala que los despidió por la puerta grande y que quedó en silencio después de semejante embestida de metal.
La hora de la cena siempre es necesaria y obligatoria porque un cuerpo humano no se mantiene del aire, por ese motivo
Metal Korner no pudo disfrutar del show de los austriacos
DARKFALL que destilaron su buena dosis de thrash y death metal en el EXTREMECORE FEST. De quiénes sí pudo disfrutar servidora fue de los blackmetaleros
MARTYRIUM procedentes de Malta.
De espaldas e iluminados con luces rojas MARTYRIUM dejó sonar una intro pregrabada que deleitaría a algunos oídos. No se alcanzaba a vislumbrar quiénes eran pero sí qué camino tomarían. Vestidos con ropas negras, la vocalista llevaba una máscara veneciana y sus compañeros un extraño tipo de coraza que recordaba al steampunk o puede que al caparazón de unas tortugas. En definitiva, llamativos.
Serpents a través de los
shrieks de Mikaela Attard (quién lleva en la banda desde 2018) nos presentaba un grupo de black metal con un sonido bastante nítido para lo que estamos acostumbrados los oyentes de este subgénero, además de un adelanto del disco que están grabando. En
Behtrothed To Damnation se descubriría que Mikaela no sólo controla de agudos sino que los guturales no son problema para ella y tampoco para Count Mortem, Erebus y Sandmist.
Oscuridad, fuerza e intensidad eran algunas de las emociones que el grupo maltés canalizaba a través de Betrayal, Dear Death o Angelus Morten y que un público, ya crecido en número, recibía con cierto interés. Y es que el talento de Mikaela era evidente al igual que su belleza que más de uno hombre y mujer parecían contemplar hechizados. Yo, personalmente, me quedo con el talento vocal de una fémina que demostró que el black metal también es cosa de mujeres y que ni los shrieks, ni los guturales, ni la voz lírica son cosas incompatibles. Gracias Mikaela y gracias MARTYRIUM.
“La última canción. Gracias por recibirnos y por vernos“, gritaba Mikaela antes de dar paso a Vital, el cierre idóneo para un show cargado de ocultismo, magia y unas melodías que resultaban maravillosas. Pero todavía quedaba para rato. Las guitarras de Count y Erebus explotaban furiosas y el bajo de Sandmist las acompañaba para alimentar y dar consistencia al sonido mientras guturales, y shrieks volvían a darse la mano. Sí, eso fue una auténtica dosis de black metal del que te hace replantearte tu existencia y apuntarte el nombre del grupo para buscarlo en casa.
AVULSED
“
Vamos a tocar clasicazos hasta que tengamos disco nuevo“, aclaró Rotten, vocalista de
AVULSED, a los fans de una de las veteranas y más conocidas bandas de death metal de España. La formación madrileña vio la luz en 1991 y un año más tarde sacaron su primera demo bajo el nombre
Embaled In Blood, sin embargo, no sería ninguna canción de tal trabajo la que diera el pistoletazo de salida a su actuación si no una de 1999.
Stabwound Orgasm acarició los oídos de unos fans que dejaron patente desde el inicio que se conocían todas las canciones de AVULSED.
Con un salto temporal de diez años, AVULSED tocó Breaking Hymens y Rafa fue presentado en el mundo del metal. El nuevo batería de AVULSED se subió por primera vez con la veterana banda al escenario en la ciudad murciana. Además fue el primer show de los madrileños tras su pequeño descanso conciertil, sí, AVULSED prometía.
¿Qué decir de AVULSED que no sepamos ya?
Carnivoracity, Powdered Flesh, Sweet Lobotomy y
Gorespattered Suicide le recordaban a uno que estaba ante un grupo de death metal de la vieja escuela que ha sabido mantener su sonido auténtico a la par que evolucionarlo para conseguir una originalidad que pocos consiguen alcanzar. ¿Guturales? Sí ¿
Riffs del averno? Sí ¿Una batería contundente? Sí, pero cada canción era una historia.
“Gracias a todos por apoyar esta mierda“, gritó Rotten antes de que Devourer of the Dead atravesase nuestras entrañas para reventar al público desde dentro. Rotten aprovechó también para saludar a Jacob de Bin Producciones y a algunos fans incondicionales de la banda y es que es de buen nacido ser agradecido.
Nullo (The Pleasure of Self-Mutilation), Sick Sick Sex y Blessed By Gore perpetuaban la incuestionable presencia de AVULSED en el mundo del metal y los motivos por los cuáles siguen ocupando un puesto de honor en festivales y revistas. La calidad de su música, el humor de sus integrantes y las emociones en forma de wall of deaths que despertaban en el público eran la evidencia de tal menester.
“¿Murcia? ¡Murcia nunca decepciona!“, gritaba Rotten en la antesala del final del concierto. Burnt But Not Carbonized englobaba varios temas desde la perversión y el sexo hasta la mutilación, Juancar y Alberto daban caña a sus guitarras y Tana golpeaba las cuerdas del bajo con insistencia. Y entonces llegó el final, Exorcismo vaginal revolucionó la Garaje desde sus cimientos hasta el tejado, los cerebros de los amantes del death metal explotaron y los miembros de AVULSED se marcharon orgullosos de su genocidio musical porque Murcia nunca decepciona.
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¡Hey! ¡Hey! ¡Hey!“, gritaron al unísono los cuatro eslovacos que conforman
DOOMAS. Los abanderados del doom metal melódico de la noche comenzaron su concierto con
Portal, un tema cargado de melodías de guitarras que combinaban a la perfección con la gravedad del bajo bien ejecutado de Peter Doomas.
Abyss parecía ser una nueva canción del grupo eslovaco puesto que no está disponible en ninguna plataforma al contrario que Seven Sins que pertenece a su álbum homónimo de 2018 y estaba compuesto por unas melodías que rememoraban la vieja esencia del black metal.
“¿Queréis más? ¡No puedo oíros!“, gritaba el guitarrista Martin a los asistentes. Dark Side Of The Moon abría un nuevo espacio en el sonido de DOOMAS, una nueva dimensión en la que nos introducían las guitarras de Martin y Noro acompañadas de los platillos de Erik y que contaba con algunos fragmentos pregrabados.
La muerte era curiosamente el estado anterior al silencio por parte de DOOMAS. La pista comenzó con una introducción en la que sonaba un piano suave y melancólico junto al intenso sonido de la lluvia repiqueteando contra el cristal de alguna ventana. Como era de esperar, pero como un fenomenal contrapunto en la composición, entraron las rítmicas guitarras y la gravedad del bajo de Peter para arrancarnos del mismo plano de la existencia y trasladarnos a un auténtico, genuino e introspectivo viaje. Tristeza, desesperación, ira y pena, eran los cuatro ingredientes de tan intenso y sentimental tema.
Sumidos en un extraño estado de semiconsciencia Forlorn perpetró en los oídos del público y lo meció al vaivén de los riffs y los ritmos de batería. La oscuridad se fue apoderando de sus almas y solo hallaron un resquicio de luz cuando la voz de Peter se ofreció como guía de semejante travesía. Después de seis minutos de hecatombe mental Peter dio las gracias a los asistentes y DOOMAS se marcharon. ¿Seguíamos en la Garaje?
Crea tu destino fue la mecha que prendió el incendio que causarían los murcianos en su territorio. La banda de hardcore ha cruzado fronteras y con Crea tu destino dejaron evidenciado que no hay límites cuando se trata de cumplir tus sueños.
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Buenas noches Murcia, ¿dónde está Alicante? Venga Murcia hostia. Vámonos. Vamos a liarnos un poco esta noche. Me cago en la hostia“, gritaba Jacob, vocalista de la banda y organizador del evento. “
Esta es una iniciativa que tiene VENDETTA FM con su ciudad todos los años“, explicaba pletórico el vocalista.
Mi familia, Espíritu de lucha, Vivo y enterrado e Inocencia perdida siguieron aumentando el setlist que VENDETTA FM regaló a sus amigos, vecinos y fans, porque una vez más la Garaje se llenó hasta los topes para brindar su calor y apoyo a los que algunos consideran los reyes del hardcore murciano.
VENDETTA decidió volver a sus inicios con He venido a ganar de su álbum debut V de 2009, canción en la que se volvía a reincidir en la necesidad de aprender a valorarse uno mismo y trabajar para alcanzar metas y sueños.
“Estamos aquí onfire. Que bonito ver a la gente. Un puto aplauso para vosotros por favor. Sois los verdaderos protagonistas“, gritaba Jacob. La guitarra de Disi y el bajo de Diego atraparon con sus feroces sonidos a los asistentes con la ayuda de No hay piedad, El fuego camina conmigo, Siempre fuertes o I’m Apocalyse y la batería de Koto.
El show de los que jugaban en casa estaba dando los últimos coletazos y con 100% se marcaron su habitual versión del tema de MADBALL. Hombre nuevo era un regalo para los fans que tuvieron vía libre para subirse al escenario todas las veces que se les antojara.
De por vida terminaba un concierto que había empezado con brutalidad y rabia a partes iguales. Un concierto donde la sala se volcó con el grupo que habían visto nacer, crecer y evolucionar. Un concierto en el que se mostró que Murcia tiene calidad musical y que los murcianos también protagonizan grandes historias.
Directos desde Holanda y con el death metal recorriéndoles las venas aterrizaron en la Garaje
ABRUPT DEMISE y su tema de 2018
Hate Me. Los holandeses están preparando el que será su siguiente trabajo
The Pleasure To Kill and Grind y Murcia fue uno de sus escenarios españoles para adelantar lo que los fans podrán degustar en semejante disco.
ABRUPT DEMISE nacieron en 2011 y desde entonces solo han publicado su EP Aborted From Life o al menos esta es la información que hemos podido hallar en internet. Lo que estaba y está claro es que ABRUPT DEMISE también pertenece a la oleada de grupos de sonido de la vieja escuela. Producciones con sonidos ruidosos, ritmos intensos y guturales que se asemejan al rugido de un oso.
Machines Of Blood, Self Inflicted o Human Mince sonaron para deleite de muchos y para desgracia de otros ya que los holandeses tuvieron la mala fortuna de sufrir un público pequeñísimo que no paraba de insistirles en que se acabaran de una vez. Sí, maleducados, por no decir palabras malsonantes en esta crónica, hay en todas partes y ABRUPT DEMISE aguantaron el porte.
Los que sí que prestaron atención se toparon con un grupo de técnica compleja ya fuese a través de las guitarras de siete cuerdas de Marc Ouwendijk y Peter Hagen y sus solos, o con el bajo de Jos Ferwerda.
“¡Vamos! ¡Venga España!“, gritaba el vocalista René Brugmans en un intento inútil de apelar a la razón de aquellos que iban algo pasados de tuerca en varios aspectos. No hubo manera pero ABRUPT DEMISE habían volado desde Holanda y debían cumplir con Obsessions, End Of Life, Flatlined, The Pleasure To Kill and Grind y con los que sí se entregaron a su música sin tapujos.
Cannibal auguraba el desenlace de un buen concierto de clima tenso y también profetizaba el futuro álbum de los holandeses. Cannibal fue lanzado en 2018 a modo de demo y adelanto del debut de ABRUPT DEMISE. Una canción que estaba en sintonía con el resto que fueron genialmente ejecutadas por la veloz batería de Herman Uiterwijk.
“Esta es la última canción, os recordamos que si queréis adquirir nuestro puesto de…“, Marc no pudo terminar la frase. El público empezó a replicarle de nuevo de malas maneras y a insultarles con palabras que iban desde “cabrones” hasta “hijos de puta”. A pesar de tal desfachatez, ABRUPT DEMISE mantuvo la compostura y finalizó su magnífico concierto con My Middle Name. No sabemos a ciencia cierta qué impresión se llevarían de Murcia pero servidora y acompañante se acercarían a saludarles y felicitarles porque generalizar es de ignorantes y porque los holandeses volaron ilusionados. No se merecían menos.
Cuatro y pico de la mañana, el retraso de algunos grupos provocó que los jóvenes británicos de
DYGORA empezaran más tarde de lo previsto un show que también acabaría de manera extraña, tensa y frustrante. A pesar de las horas los ingleses se subieron al escenario con enormes sonrisas en el rostro y con las ganas de deleitar a las menos de 20 personas que quedaban en la sala.
Death, slam o djent, daba igual cuál fuera realmente el estilo que destilaban los londinenses con Black Man, pieza que se encargaría de iniciar su show, porque tenían actitud, calidad y entusiasmo. Omar Swaby nos sorprendió con su síndrome de “culo inquieto” y se pasó todo el concierto dando vueltas una y otra vez sobre el escenario y sobre todo con su calidad vocal en lo que a guturales se refiere.
Chambers Of Reflection es el primer y último trabajo hasta la fecha del grupo formado en 2011. Publicado en julio de 2018 era su carta de presentación en España y lo seguirá siendo este mes de marzo en el que visitarán Maliaño, Torres de Cotillas, Alzira y El Ejido.
South Side y Chambers Of Reflection reflejaron la gran velocidad que adquieren las composiciones de los británicos empleando las guitarras de Reece Beasley y Mark Cross y la batería de Kieran Heraghty. El primero aprovechó entre tema y tema para bajarse del escenario y acompañar a un público que parecía mucho más entregado.
“Muchas gracias, España“, exclamó en su inglés natal Omar para mostrar su agradecimiento al público por su presencia. New Song y Lucy prepararon los estómagos del público para el postre de ese curioso menú musical aderezado con hardcore, djent y slam. Y no se hizo de rogar, Aurora fue calando poco a poco los corazones del público como la niebla que se levanta en plena noche hasta acariciar sus almas gracias, en parte, al bajo de Archie Farrer. De repente una sudadera voló hasta la pedalera de Mark, Omar la devolvió pero el gesto se repitió hasta dos veces más. Mark y Archie dejaron de tocar y empezaron a guardar sus cosas mientras la guitarra de Reece y la voz de Omar proseguían el concierto. En menos de un minuto el concierto se había acabado y yo volví a sentir vergüenza ajena por culpa de un personal que basa su diversión en las drogas y pierde el norte.
Al cabo de unos segundos Omar dejó de cantar y Reece rasgó las últimas cuerdas de su guitarra. DYGORA se despidió amablemente e incluso se tomaron una instantánea pero el sabor amargo y las expresiones no tardaron en brotar en sus rostros. El EXTREMECORE FEST terminó con un ambiente desagradable por culpa de algunas personas, por suerte, nos quedamos con lo bueno. Con el buen hacer de las bandas, la amabilidad de sus miembros, el gran sonido, la grata organización y sobre todo la buena música porque a pesar de todo esto va de música. Ni de drogas, ni de gilipollas, simple y llanamente de lo más puro. De música.