The Human Equation suena de fondo conforme mis dedos presionan con rapidez y aparente suavidad las teclas de mi ordenador. Ante mí un Word en blanco y de fondo una amalgama de sonidos que me atrapa, hechiza y sobre todo despierta mi curiosidad. Cuando acepté entrevistar a NORTH OF SOUTH esperaba otra cosa, por fortuna, lo que he hallado me resulta aún más apasionante. Bienvenido a METAL KORNER, Chechu.
 
NORTH OF SOUTH: Gracias a ti, Pilar, y a todo el equipo de Metal Korner. Es un placer poder acercar este proyecto a todos vuestros lectores. De este a oeste y, por supuesto, de norte a sur. Y, además, no se me ocurre mejor plan que conversar un buen rato sobre nuestra pasión común: La música.
 
METAL KORNER: Primero, gracias por tu paciencia y por dedicarme tu tiempo. Segundo, hace dos años decidiste embarcarte en una aventura sin precedentes y crear tu proyecto en solitario. ¿Por qué? ¿Qué te motivo a tomar esta decisión?
 
NOS: Llevo muchos años tocando la guitarra, desde que a los 17 me hice con la primera que tuve. Como tantos otros adolescentes, en aquellos días tenía la idea de formar un grupo junto a mis amigos, pero, primero por estudiar en la Universidad y, luego, por motivos laborales, los traslados de residencia impidieron que aquello se llevara a cabo.
 
Por tanto, musicalmente, siempre he sido un lobo solitario.
 
Como de cara a las historiografía hay que establecer una especie de fecha oficial de nacimiento de NORTH OF SOUTH, ésta quedó fijada en 2017, porque es cuando decido dar el (gran) paso de entrar a grabar al estudio. Pero, en realidad, varias de las canciones de New Latitudes ya fueron compuestas algunos años antes. En ese intervalo de tiempo, me di cierto margen, pensando que, quizá, podría encontrar a otros músicos con quienes formar una banda, más o menos, convencional. Pero NORTH OF SOUTH es, en muchos aspectos, cualquier otra cosa menos convencional. Siempre he tenido claro que quería hacer una música diferente, innovadora, mestiza y experimental. Eso reduce bastante el margen para que aparezcan otros músicos que encajen en ese perfil. Y mucho más en una pequeña ciudad, como León.
 
Al verme en la encrucijada de tener que decidir, finalmente, di el paso: Como no aparecían otros compañeros de viaje, me aventuré a hacerme cargo personalmente de todos los instrumentos y labores, incluida la vocal.
 
En este mundo, nos pasamos la vida diciendo lo que vamos a hacer. Bueno, yo creo que lo que, de verdad, cuenta, no es decirlo, sino hacerlo. Así nace NORTH OF SOUTH.
 
MK: Sigamos la línea anterior, ¿qué buscas de la música a través de NORTH OF SOUTH?
 
NOS: Por encima de todo, disfrutar. Pero, más allá de eso, este proyecto nace de una clara intención por experimentar y aunar las influencias musicales que he ido reuniendo a lo largo de mi vida.
 
En muchos de sus ámbitos, el metal y su público siempre han sido demasiado herméticos, reticentes a la intromisión exterior, incluso entre subgéneros: El aficionado al metal extremo recela de otros estilos más melódicos; el hardrockero reniega de lo extremo; el que gusta del heavy de los 80 piensa que lo actual es demasiado “modernete”; el adolescente moderno cree que lo de antes es “viejuno”. En cambio, yo siempre he huido de esos purismos. El género que más me interesa es la “buena música”. No me importa de qué género. Aunque sí creo que, proporcionalmente, en el Metal hay un volumen importante de esa “buena música”.
 
Por tanto, NORTH OF SOUTH tiene una clara vocación de fusionar estilos, aunque desde unos cimientos netamente metaleros. Mi estación de partida es el metal. Las paradas y el final de trayecto pueden ser otros muchos géneros: Jazz, pop, música latina, folk, etc.
 
Creo firmemente que, cuando uno tiene un lenguaje propio que permita amalgamar distintos elementos, que actúe de “cemento musical”, es factible unir influencias (aunque sean sutiles) tan dispares como Soilwork, Paco de Lucía, Saxon y Michael Jackson.
 
Como ocurre con los platos de cocina de autor, las claves son tener talento, encontrar el punto de cocción adecuado y ensamblar el conjunto con la salsa idónea. Como músico, aspiro día a día a acercarme, aunque sea remotamente, a esas claves.
 
MK: Solamente leyendo tu nota de prensa me da la sensación de que estamos ante un proyecto muy introspectivo y filosófico, ¿qué deseas o qué buscas expresar con tu música?
 
NOS: Conceptualmente, NORTH OF SOUTH se mueve en unos parámetros muy similares a los del aspecto musical. No me gustan los clichés. Y, aunque yo también soy capaz de disfrutar a veces de ellos porque todos llevamos un niño dentro, algunos de los tópicos del metal los encuentro demasiado infantiles.
 
Acabo de cumplir 40 años. Hablar de lo mucho que mola Satán, la sangre, empalar cristianos, las puertas del Valhalla, los guerreros del arco iris, las chicas en bikini e ir por la vida de skinhead antifascista malote son cosas que me quedan muy lejos. En realidad, ya pensaba así con 17. Pero, ahora, con mucha más razón.
 
No quiero que se me malinterprete. También a día de hoy soy capaz de disfrutar de los grupos que se decantan por esas temáticas. Pero a mí no me inspira cuando se trata de crear música propia para NORTH OF SOUTH. Siempre he sentido una especial admiración por esos otros grupos capaces de salirse del carril y aprovechar las posibilidades comunicativas de la música para plantear con inteligencia e intelectualidad temas con mucha más profundidad, contenido, belleza y poesía. Al menos, desde la perspectiva de sus letras y concepto, dame antes un Opeth que un Cannibal Corpse, un Emperor que un Manowar, unos Anathema que unos Mötley Crüe, unos Savatage que unos Rhapsody, unos Moonspell que unos Obituary.
 
Y musicalmente creo que el objetivo primordial de NORTH OF SOUTH es claro: Que cuando el oyente acabe de escuchar el disco tenga la sensación de haber disfrutado de algo distinto, de algo con sabor a nuevo, de creer reconocer algunos elementos que pueden serle familiares, pero que, en conjunto, dan lugar a algo, más o menos, inédito.
 
El lema de este proyecto es “North of South is a Different Kind of Metal” (North of South es un tipo diferente de Metal). Eso es lo que me mueve.
 
MK: Naciste en León o al menos allí nació NORTH OF SOUTH, ¿cómo te ha influenciado esta ciudad?
 
NOS: Pienso que, indirectamente, mucho. Llevo aquí viviendo 20 años. Aquí encontré a mi mujer y aquí acaba de nacer mi primer hijo. Desde hace mucho me considero un leonés más a todos los efectos.
 
León es una ciudad muy musical. Sorprende que, siendo una pequeña ciudad de provincias, tenga una larga tradición de grupos y artistas desde hace décadas y, además, un circuito de conciertos relativamente estable, en comparación con otras ciudades de mayor tamaño.
 
Por su situación en el mapa como cruce de caminos, ésta es una tierra hermanada cultural y socialmente con otras regiones próximas, como Asturias, Galicia, Castilla, Madrid. Tiene una personalidad marcada, pero que también ha mamado mucho de otras culturas. Un poco como NORTH OF SOUTH. Además, me atrevería a decir que, como músico, no estar en Madrid o en Barcelona, estar fuera de los, a priori, grandes focos culturales del país, imprime un plus de carácter. Al estar en la periferia, tienes que hablar un poco mas alto para hacerte oír.
 
MK: ¿Por qué NORTH OF SOUTH como nombre de tu proyecto?
 
NOS: Hay una doble explicación o inspiración. Una es literal y otra es metafórica.
 
La literal tiene que ver con la propia ubicación física de León. Desde una perspectiva española, me encuentro en el norte de mi propio país. Sin embargo, desde una perspectiva europea (y hay que tener que NORTH OF SOUTH es un proyecto de clara vocación internacional), esto es el sur. Para el resto del continente, somos el país de la luz, de las playas, del calor, que es algo, sin embargo, muy distinto de la realidad geográfica de León. Así pues, NORTH OF SOUTH vendría a estar en el norte del sur.
 
Metafóricamente, la elección del nombre tiene que ver con la naturaleza ambivalente y de continuo contraste del grupo. Como te digo, en lo que a su público potencial se refiere, NORTH OF SOUTH mira, sobre todo, hacia fuera, hacia el extranjero. Sin embargo, siempre tuve claro que deseaba que ese oyente internacional percibiera una evidente raíz española, latina, mediterránea en mi música. Rítmica y armónicamente, el elemento hispano es una constante en New Latitudes y, sinceramente, creo que es una vía aún por explotar.
 
A veces, me cuesta entender por qué aplaudimos y reverenciamos a bandas de sonido y temática nórdica y, sin embargo, cerramos la puerta a poner en valor nuestra propia herencia cultural y musical. No tiene nada que ver con un enfoque nacionalista del arte. En absoluto. Sino en apreciar nuestra cultura y explorar sus posibilidades creativas. No se trata de sentirnos más que los demás. Pero tampoco menos. Igual que creo en una sociedad mestiza, con sitio para todos, pienso que, en la música, ahí hay un futuro muy interesante.
 
El nombre de NORTH OF SOUTH condensa la fusión de elementos contrapuestos: Pesadez y melodía, lo anglosajón y lo hispano, el metal y otras influencias.
 
MK: Tu música y tu estilo es un auténtico cóctel de influencias que van desde el metal y el rock hasta el jazz, el flamenco o la música latina. ¿Puedes exponernos más detalladamente cuáles son tus principales influencias y por qué?
 
NOS: Aunque lleve por bandera la cuestión de la fusión de estilos, he de decir que, ante todo, me considero un fanático del metal. Llevo siéndolo prácticamente desde siempre y, a estas alturas de mi vida, puedo afirmar sin temor a equivocarme que lo seré hasta el último día, porque, lejos de ir a menos, mi pasión sigue en aumento.
 
Mi infancia transcurrió en los años 80, en un contexto muy distinto al de los niños y adolescentes de ahora. Antes, el acceso a la música era muy distinto. No era posible escuchar cualquier disco de la historia universal de la música con un simple click en Internet.
 
Con 10-11 años, ya me recuerdo extremadamente interesado en aquellos tipos de música y pelos largos cada vez que, muy de vez en cuando, en las radio fórmulas sonaban grupos como Europe o Bon Jovi o en la tele, en algún programa alternativo de la segunda cadena de TVE (ahora La 2), ponían algún videoclip de King Diamond, Anthrax o Kreator. Me hace gracia pensar que, con aquella edad, tenía pintarrajeada mi mesa del colegio con nombres de grupos que veía en las revistas de los quioscos, pero a los que no había escuchado nunca.
 
En el verano de 1991, me hice un amigo que ya manejaba cierto volumen de material. Empezó a pasarme grabaciones: Iron Maiden, Kiss, Helloween, Manowar,… Comencé a acumular música y pasé a convertirme en poco tiempo en el centro de intercambio de cintas de otra mucha gente. Lo que uno me dejaba, yo se lo pasaba a otro, para que, a su vez, me suministrara nuevo material.
 
En tres o cuatro años, ya tenía unas mil cintas, lo cual en la era pre-Internet era un patrimonio y un volumen de referencias muy notable.
 
Y así hasta el día de hoy, en el que, lejos de anclarme en el pasado, siempre estoy ávido de conocer nuevos grupos y tendencias.
 
Al margen del Metal, la música siempre ha estado presente en mi vida. Fundamentalmente, porque yo la he buscado, pero, a veces, también porque estaba ahí.
 
Algunos grupos y artistas de la banda sonora de mis padres, que siempre han sonado en la casa familiar, han moldeado mis gustos y composiciones: Dave Grusin, Montreux, Larry Carlton, Santana, Sade, Mike Oldfield, Joaquín Rodrigo, Maurice Ravel, …
 
Al mismo tiempo, soy un niño de los 80: El pop español y extranjero, incluso aunque no estén entre mis escuchas habituales, han desarrollado en mí un gusto por la melodía y cierta sencillez en la estructura de los temas que está presente en NORTH OF SOUTH. Hablo de gente como The Police, The Cure, Dire Straits, Michael Jackson,…
 
Pero no desprecio casi ningún género. Disfruto con grupos de sonoridad folk, como Wolfstone o Luar Na Lubre, música clásica de autores como Saint Saens, Satie, Mozart, el flamenco de Camarón o Paco de Lucía, el pop electrónico de Björk o el rock progresivo castizo y agitanado de Extremoduro.
 
Cada vez que en casa o en cualquier bar, tienda o local, escucho una melodía que llame mi atención, no tardo en activar Shazam para saber de quién se trata y poder escucharlo más tarde tranquilamente.
 
Mi apetito por la música es voraz, jaja.

 
MK: Antes de adentrarnos más en NOS, dime Chechu, ¿cuáles fueron tus primeros contactos con el mundo de la música? ¿Has tocado en otros grupos?
 
NOS: En comparación con otros músicos, mis inicios con un instrumento fueron un poco tardíos. Tuve mi primera guitarra eléctrica a los 17 años. En mí se dio un proceso bastante lógico y natural: De tanto escuchar música, empecé a querer crearla. Sin embargo, como ya comenté antes, mis cambios de residencia para estudiar y, luego, para trabajar, impidieron que levantara un grupo entre mi grupo de amistades metaleras.
 
Eso y mis propias inquietudes personales, moldearon un músico/lobo solitario que ha estado aprendiendo, practicando y componiendo durante años en la soledad de su habitación. Y, sinceramente, es un escenario con aspectos negativos, pero también positivos. Por tanto, no he formado parte oficialmente de ningún otro grupo, aunque he disfrutado muchas veces de quedar a tocar algunos temas con amigos.
 
Esa individualidad me ha ayudado a dar forma a la música de NORTH OF SOUTH, como yo he querido, sin tener que negociar las composiciones con nadie. Para formar una banda, hubiese sido mucho más fácil si mi planteamiento hubiese sido el de hacer una banda de tal estilo o parecida a no sé quien o no sé cual. Pero, para mí, eso ni es interesante ni me resulta un reto.
 
Lo más probable es que, si hubiese buscado a otros músicos diciéndoles que quería hacer un metal innovador fusionándolo con elementos del pop, la música extrema, el jazz y los ritmos latinos, hubiesen pensado que estaba delirando, jaja.
 
En todo caso, me encantaría encontrarme algún día en mi camino a otros músicos de mi entorno con la mente tan abierta y loca como la mía para poder llevar a NORTH OF SOUTH al directo. No sólo es una opción. Es un deseo que, eso sí, para cumplirse, tiene que darse con las circunstancias y las personas adecuadas.
 
De cualquier forma, NORTH OF SOUTH posee un espíritu muy colectivo, porque, aunque yo esté en el centro de las decisiones, hay un elenco muy importante de colaboradores a mi alrededor: El productor del estudio de grabación, el diseñador gráfico, los directores de los vídeos, la gente del sello y algunos buenos amigos a quienes me gusta consultar cuestiones musicales, armónicas e incluso de traducción de letras. 
 
MK: Me apasiona y me fascina New Latitudes porque hay tal variedad de sonidos que siento que a cada segundo descubro algo nuevo. ¿Cómo se consigue esa sensación?
 
NOS: Gracias por ese comentario, Pilar. Ésa es una premisa básica a la hora de grabar New Latitudes: Que cada canción tuviese su propia personalidad y elemento diferencial. 
 
Me aburren esos discos que, aunque digan en la contraportada que tienen 10 o 12 canciones, en realidad, parecen una sola de 40 o 50 minutos con algunos silencios de por medio. Todo suena igual, plano, monocorde, sin dinámica. En cambio, me apasionan esos trabajos con los que te acabas aprendiendo los nombres de todas las canciones, porque, cada una de ellas, tiene algo que la hace distinta de las demás.
 
Por eso, en New Latitudes, puedes encontrar temas que rondan el territorio del death melódico, como Time will tell, el heavy/rock latino, como There’s no glamour in death, un metal con ciertos tintes pop, como Nobody Knows, el jazz, como Montreux, y el prog metal con elementos aflamencados, como The Human Equation.
 
Sin embargo, pienso que, en los nueve temas, existe un lenguaje común (ese “cemento musical” del que te hablaba antes en otra respuesta) que da cierta homogeneidad y coherencia al conjunto.
 
Pienso que New Latitudes no es un álbum de retales, cosidos torpemente, sino que uno puede sentir y reconocer que, detrás de esas canciones distintas entre sí, hay un mismo nombre y un mismo artista.
 
En el fondo, es un poco como cualquier persona. Según el momento y las circunstancias, podemos mostrarnos contentos, tristes, enojados, eufóricos, dubitativos, confiados, temerosos,… Pero, aunque mostremos distintas emociones, seguimos siendo el mismo individuo.
 
MK: Vayamos por fases, ¿cómo fue el proceso de composición?
 
NOS: En cierto modo, es el resultado de un proceso de formación largo y constante. Después de años de intentar mejorar como guitarrista (en ocasiones, de forma autodidacta, y otras, con buenos profesores), empecé a sumergirme en el mundo de la informática musical, la grabación, la producción, los home studio, etc. Eso posibilitó que empezara a trabajar en composiciones y grabaciones propias con una calidad ya relativamente aceptable.
 
De ese proceso surgieron alrededor de unas 15 canciones en versión demo con las que se construyó la base de New Latitudes, escogiendo o bien los temas que podían resultar más atractivos o aquellos otros que, en cierto modo, podían a ayudar a redondear y equilibrar el álbum.
 
En todo caso, hubo un par de canciones que se compusieron poco antes de entrar a grabar y, en algún caso, incluso llegaron a rematarse prácticamente a muy pocos días de pisar el estudio.
 
Si me preguntas por el proceso de composición en sí mismo, mi rutina habitual de trabajo consiste en crear una base a partir de las guitarras. Una vez construido el esqueleto de la canción, empiezo a incorporar capas con otros instrumentos y a experimentar. A veces, una idea que, en tu cabeza, puede parecer fabulosa, luego, en la práctica, no lo es. Aunque, afortunadamente, en otras ocasiones, la cosa sí funciona y, entonces, uno siente lo mágico que es el proceso de crear una canción.
 
De todas las fases y aspectos de la música, sin duda, con el que más disfruto es con la composición.
 
MK: ¿Dónde se ha grabado el disco? ¿Es autoproducido? ¿Has contado con ayuda para la grabación, masterización y mezcla?
 
NOS: El disco se grabó en los Zoilo Unreal Studios de Marín (Pontevedra). Tras considerar varias alternativas, finalmente, me decanté por trabajar con Zoilo y pienso que fue una decisión totalmente acertada.
 
Antes de contactar con él, yo ya conocía su propia trayectoria como músico en su banda, Unreal Overflows. De primeras, me resultaba muy atractiva la idea de trabajar con alguien que procede de la escena del metal extremo (del death metal técnico, en su caso) por todo aquello que pudiera aportar al sonido de una banda que, como NORTH OF SOUTH, no está adscrita a esa escena.
 
Previamente, yo ya había grabado por mi cuenta mi propia demo, con los temas muy perfilados y definidos, pero era consciente de que, para conseguir un sonido de calidad y a la altura de un lanzamiento internacional, tenía que grabar en un estudio profesional.
 
Trabajar con Zoilo me dio esa posibilidad y, además, poder tener otro punto de vista para terminar de pulir las canciones y algunos arreglos es muy positivo para un proyecto individual, como NORTH OF SOUTH.
 
Zoilo no sólo es un gran tipo en lo personal y una persona muy divertida, sino un músico enorme, con iniciativa propia para proponerte cambios e ideas muy interesantes, pero, al mismo tiempo, con apertura mental y humildad para no insistir más de la cuenta si el músico en cuestión tiene las ideas muy claras sobre cómo quiere que sean las cosas.
 
A día de hoy, puedo decir que nos hemos convertido en grandes amigos y, de hecho, en estos últimos meses estamos trabajando de nuevo en las que serán las canciones del próximo lanzamiento de NORTH OF SOUTH.
 
MK: En algunas canciones podemos apreciar voces femeninas lo que me hace preguntarme si has contado con colaboraciones. ¿Es así o me he equivocado?
 
NOS: Sí, efectivamente. En los tres primeros temas (The Human Equation, Nobody Knows y Balanced Paradox) cuento con la colaboración de María G. Beberide, que, de hecho, es mi mujer.
 
Fue, precisamente, Zoilo quien llegó con la idea de incorporar algunas voces femeninas para enriquecer el conjunto y, llegado el punto en el que nos encontrábamos, en mitad del proceso de grabación, pensé que la mejor opción la tenía justo a mi lado.
 
Aunque no es una gran oyente de metal, María tiene un buen oído musical. No en vano, hay ocasiones en las que, cuando alguna parte de una canción me plantea ciertas dudas, buscó su opinión, que aprecio mucho porque no está mediatizada, ni condicionada ni encorsetada en los estereotipos del metal. Me da una perspectiva más amplia, que es muy positiva para un proyecto que busca arriesgar, como NORTH OF SOUTH.
 
Volviendo a sus grabaciones, pienso que, efectivamente, le dan un sutil toque de calidad y variedad a esas canciones. Tanto se lanzó en el estudio que incluso llegó a marcarse una buena voz rasgada que puede apreciarse, si uno presta atención, en la parte final de The Human Equation, jajaja.
 
MK: Las letras de los temas están en inglés, ¿por qué? ¿Te has planteado componer en español?
 
NOS: Concibo NORTH OF SOUTH como un proyecto a largo plazo en el que, más allá de las lógicas circunstancias impredecibles que van e irán llegando, algunas cosas están perfectamente planificadas.
 
Creo que, por su naturaleza y estilo, la música de NORTH OF SOUTH puede ser casi mejor entendida fuera que dentro de España:
 
En primer lugar, porque la tradición de metal moderno, experimental y de tintes progresivos de NORTH OF SOUTH (que es una forma, más o menos, somera de etiquetar mi música) no es muy amplia en España. Aquí existe una mayor tradición de lo que yo llamo “rock calimochero” o, hablando de metal, la sombra de grupos como Metallica, Pantera o Sepultura ha seguido siendo muy larga hasta hace muy pocos años.
 
Afortunadamente, las cosas han cambiado un poco últimamente y empiezan a surgir propuestas más abiertas, originales, personales, de calidad e incluso muy apreciadas en el extranjero. Sólo por enumerar algunas podría mencionar a Dry River, Foscor, Against the Waves, Angelus Apatrida, Saurom o los propios Unreal Overflow, de mi amigo Zoilo.
 
En todo caso, por el tipo de metal que practica, que, en España es, más o menos, minoritario, pero también por las inequívocas referencias a los sonidos hispanos y mediterráneos que siempre que querido incorporar a la música de NORTH OF SOUTH, desde un primer momento pensé que podría despertar más empatía y simpatías en oyentes metaleros de otras culturas, menos acostumbrados a esta herencia latina y a quienes mi música puede parecerse un poco más “exótica” o novedosa.
 
Y salir al extranjero, condiciona en gran medida tener que cantar en inglés… al menos, de momento. Porque, en realidad, ese elemento español es un ingrediente esencial en el sonido NORTH OF SOUTH y tengo claro que también se plasmará en la presencia de nuestro idioma en determinados pasajes. Es algo que ya ocurre en un tema de New Latitudes, donde una parte de la canción está cantada en español. Y es algo que, progresivamente, irá a más en el material futuro de NORTH OF SOUTH.
 
Que una banda desconocida, como ésta, pretenda darse a conocer en el extranjero cantando íntegramente en castellano sería algo demasiado quijotesco, que es algo muy español, jeje, pero que estaría condenado al fracaso en un 99,99 por ciento. El 0,01 por ciento lo reservamos para excepciones exitosas ajenas al inglés, como Rammstein y alguna más.
 
En todo caso, puedo adelantarte, Pilar, que, en el próximo lanzamiento de NORTH OF SOUTH, habrá dos temas que incluyan el español y, además, la influencia latina será aún más notable.
 
MK: Hablemos un poco más de las letras, ¿cuáles son los principales temas del disco y por qué?
 
NOS: En New Latitudes he proyectado aquellas cuestiones que más me fascinan y que, en cierto modo, son recurrentes en mis lecturas y en mis propias reflexiones personales. Ahí están temas como el enigma del tiempo, la fugacidad de la vida y la fragilidad del ser humano (tan efímero) frente al Universo (tan duradero).
 
En el fondo, no somos más que un pestañeo en la eternidad. Pero incluso, a pesar de esa fugacidad, el ser humano lleva obrando milagros y grandes proezas desde hace siglos. Por tanto, aunque estemos de paso, merece la pena disfrutar del trayecto. Como digo en Balanced Paradox: “We’re all passing stars“. Todos somos estrellas pasajeras: Somos efímeros, pero tenemos capacidad de brillar.
 
Pienso que el concepto de aprovechar nuestras vidas y darles contenido es uno de los mensajes centrales del disco. Es una cuestión que, desde una perspectiva de cuestionar las religiones, se aborda, por ejemplo, en Faith is not Hope, donde afirmo no entender a aquellas personas que, por seguir ciegamente unos postulados en muchos casos irracionales, prefieren renunciar a su libertad y criterio para encerrarse en su propia prisión mental.
 
En general, ese canto a la vida puede apreciarse también en The Human Equation, donde incido en la complejidad de las relaciones personales y de la condición humana, que muchas veces requiere experimentar el sufrimiento para que, más adelante, sepamos conceder valor a los buenos momentos de nuestras vidas.
 
O incluso There’s no Glamour in Death que, además de ser otro canto a la vida, tiene algo de crítica indirecta a algunos de los tópicos de nuestro metal. Puedo entender el valor lúdico y la posibilidades artísticas de lo oscuro, pero me hacen mucha gracia esas bandas tan típicas y un poco infantiles que parecen venerar la sangre, el sufrimiento y la muerte. ¿Sabéis una cosa? En realidad, cuando tienes la muerte cerca, a tu lado, cuando sufres sus consecuencias en tu entorno real, no puedes tener ninguna duda: La muerte no mola; la muerte apesta. Y, como digo en la canción, no hay ningún glamour en ella.
 
MK: ¿Cuál dirías que es el secreto de este álbum? ¿Estás satisfecho con el trabajo final?
 
NOS: Si entendemos por secreto las claves que hacen que el álbum funcione o transmita algo, yo diría que el riesgo y cierto punto de descaro. He intentado no ponerme límites a la hora de escribir estas canciones, trabajar sin atenerme a ningún corsé y sin grandes temores a lo que la audiencia o los críticos pudieran pensar o decir.
 
Si, por el contrario, por secreto te refieres a aquello que el disco esconde o encierra, pienso que podría ser un potencial que aún está por desarrollar.
 
Ésta ha sido mi primera grabación, ya no sólo con NORTH OF SOUTH, sino como músico en toda mi vida. Por tanto, el objetivo es ir dando pasos, mejorar y siempre ir hacia adelante.
 
Con total sinceridad, estoy muy orgulloso del material de New Latitudes y creo que, dentro de diez años, seguiré estándolo. Y, sin embargo, también estoy convencido de que los mejores trabajos de NORTH OF SOUTH aún están por llegar.
 
De todo se aprende y, cada día que pasa, siento que dispongo de más experiencia y un lenguaje musical más rico para poder expresar todo lo que pasa por mi cabeza. 
 
MK: Pregunta obligatoria, ¿cómo ha reaccionado la crítica y el público a tu trabajo, Chechu?
 
NOS: Si tenemos en cuenta que, hasta julio de 2018, NORTH OF SOUTH era algo que sólo existía para mi entorno más íntimo, lo conseguido en estos últimos meses me hace estar muy contento. No se han recorrido más que unos pocos metros de un camino larguísimo que no sé dónde me llevará, pero lo importante es que NORTH OF SOUTH ha roto el cascarón y ya ha echado a andar.
 
Mi propósito es conseguir que NORTH OF SOUTH y su música resulten cada vez más conocidos entre el público y, con humildad, pero sin complejos, tratar de que este proyecto siga creciendo, mejorando y proporcionando emociones a quienes le presten su atención.
 
En líneas generales, la respuesta ha sido muy positiva entre aquellos que han podido escuchar el disco. Aunque la principal dificultad radica en esa cuestión: Llegar al oyente. A día de hoy, la cantidad de grupos que hay ahí fuera es descomunal, la competitividad es altísima, hay propuestas de muchísima calidad y, por tanto, resulta complicado sobresalir y llamar la atención.
 
Afortunadamente, he contado con el respaldo de lanzar New Latitudes con un sello discográfico, Rockshots Records, de Italia. Para mí, era un reto importante encontrar una discográfica extranjera con la cual poder editar este disco, darle cierta proyección internacional y empezar a poner a NORTH OF SOUTH en el mapa metalero.
 
Han llegado críticas muy positivas de países como Estados Unidos, México, Finlandia, Italia, Francia, Reino Unido, Portugal, Brasil,… También de España, por supuesto. Es un comienzo ilusionante, desde luego.
 
Si echo un vistazo a las estadísticas de Spotify, sólo en el último mes NORTH OF SOUTH ha tenido oyentes de ¡43 países! De Túnez a Guatemala, pasando por Nueva Zelanda, Islandia, Japón, Sudáfrica y Singapur, por mencionar algunos de ellos.
 
Desde mi humilde perspectiva, es mucho más de lo que podría haber esperado cuando empecé a componer mis primeras canciones.
 
MK: ¿Tienes planeado realizar algún videoclip o lyric video? ¿Cómo crees que benefician este tipo de formatos a un proyecto en solitario que algunos podrían considerar de “menos vistoso” por contar con menos miembros?
 
NOS: Hasta el momento, NORTH OF SOUTH ha lanzado ya dos vídeos oficiales. Primero, un lyric vídeo para The Human Equation, realizado por el británico Andy Pilkington. En su caso, puedo decir que no tuve mal ojo al decantarme por él. Cuando le encomendé el trabajo es cierto que ya había hecho algún lyric vídeo para gente como Orden Ogan o Flotsam & Jetsam, pero, realmente, ha sido después cuando compruebo que le han llegado trabajos de artistas de la talla de Dee Snider, Rhapsody of Fire, Gus G., Warkings, Otep o Dust Bolt.
 
Estoy muy satisfecho con el lyric vídeo que hizo para The Human Equation, que acumula ya más de 32.000 reproducciones en Youtube.
 
Por otro lado, para acompañar el segundo single, que fue Nobody Knows, se lanzó un videoclip. En este caso, trabajé codo con codo con el macedonio Hristijan Konesky, que, en los últimos meses, está creciendo como director y rodando cosas de nivel en Australia. A mí me apetecía en un segundo plano y plantear una historia muy cinematográfica, así que eso es lo que hicimos. También ha funcionado muy bien y está a punto de alcanzar las 55.000 vistas, lo cual es un número muy respetable para un artista novel, como yo.
 
Y la canción llega a estar incluida en el mes de octubre en una de las playlist oficiales de los curadores de Spotify reservada a las nuevas promesas internacionales del metal, lo cual, además de una gran sorpresa, fue un pequeño hito para este proyecto.
 
Como ves, dentro de una limitación de recursos, el planteamiento de NORTH OF SOUTH es plantear un desarrollo artístico lo más profesional e internacional posible. En ese contexto, pienso que lanzar vídeos es algo esencial en una estrategia de promoción. Vivimos en la era de la imagen y de Internet. Si no estás ahí, es muy difícil que se perciba que existas.
 
En mi caso, es muy probable que vuelva a trabajar con ambos directores y, desde luego, seguiré haciendo vídeos.
 
MK: No puedo ir finalizando esta entrevista sin preguntarte, Chechu, si tienes material entre manos para un próximo trabajo. Si es así, ¿qué puedes adelantarme?
 
NOS: Lo cierto, Pilar, es que sí. Estoy muy emocionado con este nuevo material y tengo unas ganas enormes de poder compartirlo con el público. Se trata, sinceramente, de un material del que espero que lleve a NORTH OF SOUTH al siguiente nivel. Si no hay cambio de planes, la idea es lanzar un EP, pero de larga duración, de casi media hora. Contendrá, sobre todo, material original, pero también alguna versión. Pero lo más relevante es que contará con algunas colaboraciones muy destacadas, que van a resultar muy sorprendentes y que serán muy elocuentes sobre la ambición de este proyecto.
 
En lo que respecta a su contenido musical, pienso que el nuevo material busca potenciar la fortalezas de New Latitudes, con más melodía y más elementos latinos, pero también con más pesadez, algunos pasajes extremos e incluso la presencia de algunas voces guturales más.

 
MK: Leo en tu biografía que eres periodista de oficio, yo también, y quiero hacerte una pregunta más personal. ¿Qué te ha motivado a cruzar la línea que separa ambos mundos o como tú dices, a saltar la trinchera?
 
NOS: Mi amor por la música, definitivamente, y mi tendencia a marcarme nuevos retos. El periodismo es mi profesión y la disfruto mucho, pero la música va mucho más allá: Es mi pasión.
 
Sea como sea, dar ese salto también me está resultando muy enriquecedor y, aunque no creo que jamás haya pecado de soberbia en ese sentido, la visión como músico también supone, en cierto sentido, una cura de humildad.
 
Muchos críticos musicales incurren con frecuencia en el pecado de subestimar todo el trabajo que hay detrás de un disco: Los sacrificios hechos, las horas dedicadas, el dinero invertido, las ilusiones puestas, etc.
 
No se trata tampoco de analizar la música como una hermanita de la caridad, pero veo bastante reseñista pontificador que, habiendo escuchado apenas medio disco, se recrea despedazando a tal o cual grupo, banalizando todo el trabajo que hay detrás de él. Sea excelente, normal o malo, detrás de cada disco suele haber mucha dedicación. Eso ya de por sí, con independencia de su calidad, merece un mínimo de respeto.
 
Estar a este lado también me ha enseñado esto.
 
MK: Vamos terminando, ¿qué te parece el Periodismo Musical que se destila en España? 
 
NOS: Pues creo que tiene sus luces y sus sombras. El metal es un género que siempre ha sabido crear sus circuitos alternativos y tener unos canales en los que refugiarse y darse a conocer al margen de los medios de comunicación más masivos. Eso es gracias a la existencia de una comunidad en la que los fans, los oyentes, tienen un papel muy activo, implicándose, por ejemplo, antes en fanzines, ahora en páginas de Internet, webzines, etc.
 
Pienso que ésa es una de sus grandes fortalezas, pero también, desde otro punto de vista, uno de sus talones de Aquiles, porque eso quiere decir que se cimenta mucho sobre el “amateurismo”.
 
Es muy gratificante encontrar a tanta gente dispuesta a dedicar su tiempo y su trabajo, pero, desde un punto de vista periodístico, a veces, cuesta encontrar contenidos verdaderamente profesionales.
 
Está claro que siempre hay soberbias excepciones de mucho nivel, pero abunda demasiado material pobre de ideas, sin una redacción cuidada, con enfoques poco originales en los reportajes o en las entrevistas, sin contrastar las informaciones en origen y con una gran propensión a que las fake news se propaguen a la velocidad del rayo porque las webs se copian unas a otras.
 
También echo en falta una buena publicación metalera en papel. La crisis del mundo editorial nos ha dejado huérfanos de eso en España y, aunque ha habido varios intentos de levantar algunas cosas interesantes, no han terminado de cuajar.
 
Veo con envidia publicaciones como Decibel Magazine, de Estados Unidos, que publica un material tan excelente que a los lectores no les importa pagar un poco más, porque saben que lo verán recompensado por la calidad del contenido.
 
MK: Ahora sí, ¿qué es la música para ti, Chechu?
 
NOS: Desde mi infancia es, en gran medida, el motor de mi vida. Ha sido la vía de entrada hacia muchos otros campos que me han permitido crecer personal e intelectualmente. Ha sido la compañía perfecta cuando he querido reír y cuando he necesitado llorar. Probablemente, si tuviera que elegir uno solo de los rasgos que componen mi personalidad, diría que apasionado de la música y, en particular, metalero.
 
Dicen que el silencio es la más perfecta y maravillosa de las músicas. Casi no he tenido ocasión de comprobarlo. Cuando un disco se acaba, inmediatamente, pongo otro, jaja.
 
MK: Muchísimas gracias por tu tiempo, si deseas añadir algo es tu momento.
 
NOS: Quiero agradecer a Metal Korner y a ti, Pilar, esta excelente oportunidad de dar a conocer a NORTH OF SOUTH entre vuestros lectores, a quienes invito a que, al menos, den una oportunidad y una escucha a mi música, sea por la vía que sea.
 
He disfrutado mucho contestando a tus preguntas, porque no se me ocurre mejor modo de pasar el tiempo que hablando de música y de metal.
 
Estad atentos al nuevo material de NORTH OF SOUTH, porque, con toda modestia, creo que va a dejar algunas bocas abiertas por muchos motivos. Y, hasta entonces, podéis hacer más amena la espera con las canciones de New Latitudes.
 
North of South is a different kind of metal.
 
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