El pasado día 22 de junio, el equipo de Metal Korner tuvo el placer de asistir a una nueva edición de este festival que se celebra anualmente en Torredonjimeno, Jaén. En esta ocasión, se celebró en el estadio de fútbol Matías Prats, para albergar a la gran cantidad de gente que tenía prevista su llegada. Este año, el cartel estaba compuesto por cuatro bandas en el concurso de bandas: ORION CHILD (dark power metal), FLAMES AT SUNRISE (metal alternativo) NOPROCEDE (punk rock) y MIND DRILLER (industrial metal). Los cabeza de cartel para esta ocasión fueron los folkies LÈPOKA  y los míticos MEDINA AZAHARA.
 
 

Nada más llegar había que pasar dos controles de seguridad y una vez dentro, obsequiaban con una pequeña botella de aceite, producto estrella de la provincia de Jaén. Había puestos muy grandes de merchan, cosa que se echaba de menos en las ediciones anteriores. Los precios eran muy asequibles, tanto la bebida como la comida, lo que le da un plus extra a la imagen positiva de este festival. Hubo una serie de problemas técnicos y el festival comenzó más o menos media hora más tarde de la hora prevista.

 

Fueron los encargados de abrir el festival bajo un sol que abrasaba dos tercios de una cancha deportiva ya recalentada. Las 150 personas reunidas al inicio de la batalla tendrían que sudar y quemarse la piel para poder disfrutar de las dos primeras bandas. Recordamos que para poder participar en la votación se tenía que haber entrado durante la actuación de la primera banda, para no falsear los resultados. Aunque hay que reconocer que cada miembro de la familia Metal Korner tenía su favorito al inicio y las actuaciones no hicieron variar ni lo más mínimo las intenciones iniciales.

 
Empezo a sonar Long Time Ago…, que también sirve de inicio al nuevo trabajo de la banda Continuum Fracture, y como era de esperar con una tromba de batería arrancó la actuación de ORION CHILD. Jandro disparó su doble pedal iniciando un corto viaje a un futuro, en el que el mundo se divide en facciones y después de la guerra nuclear todo está permitido. Podréis tener más detalles sobre ese universo en la entrevista que publicaremos próximamente.

Como decía truenos y tormenta para The Arrival Gate y ya la banda dejaba patente su estilo, un power metal mezclado con toques de black y/o death metal. Se encadenan melodías como Fareway, momento épicos con Calibrated And Checked, o una de las canciones más extremas como Invictus, con un riff de puro black metal que dejó boquiabierto a más de uno. A la voz limpia del impresionante Víctor se le suman los siempre incisivos guturales de su guitarra rítmico Jones, el cual dio una lección de poses y saber estar en la escena.

Jonkol también aporto detrás de su teclado numerosos coros con screams y voces limpias que complementan la atmósfera tan peculiar de ORION CHILD, mientras que Rafi con su sonrisa contagiosa acompañaba para completar la sección rítmica con su bajo, que junto a la batería de Jandro amenazaba con hacernos salir el corazón del pecho. Dae el guitarrista solista fue quizás el más estático, aunque era palpable en su rostro que estaba disfrutando del concierto.

Remataron el viaje por sus tres discos con el primer single de su recién estrenado trabajo: Nuclear Horizons. Con una pista deportiva ya casi en la sombra el público se animó a acercarse a las primeras filas y despedir como se merece a la banda vasca. Los problemas de sonido iniciales no impidieron a ORION CHILD un gran concierto y convencer a un buen número de aficionados. Es siempre difícil ser la banda que inaugura un festival y en este caso pese a las ganas, no fue posible remontar este escollo. Aunque como comentan ellos mismos: “quien sale ganando es la música”.

Setlist

1. The Arrival Gate 
2. Fight Beyond the Bane 
3. Faraway 
4. Fallen Gods 
5. Calibrated and Checked 
6. Invictus 
7. Nuclear Horizons

 
El segundo grupo fue FLAMES AT SUNRISE, que aportaron un sonido joven y moderno, junto con una gran puesta en escena. Sin duda, la cantante, Eve, demostró que tiene un espectro vocal impresionante, con una parte melódica preciosa, gran proyección de la voz y unos guturales brutales a su vez. Las guitarras sonaron potentes y la batería ensordecedora. 

 
Álvaro a la batería estuvo espectacular, con dobles bombos muy marcados y perfectamente acompasados, sin ningún fallo. Los coros que acompañaban a Eve en las canciones quedaban redondos en torno a las canciones, provocando esa alternancia de voces que conseguía que se pusiera la piel de gallina. Realmente y literalmente lo hizo Eve, tiene una voz melódica con un toque soul muy sensual y los guturales rompían la delicadeza y desgarraban hasta el cielo.

Tanto su guitarrista Jordi como su bajista Jose estuvieron muy activos y supieron llenar bastante bien el escenario durante toda la actuación, moviéndose y acompañando a su vocalista, sobre todo su guitarrista en primera fila. Quizás el más estático fue su otro guitarrista Marco, pero teniendo en cuenta que venía de prestado por la banda Donuts Hole y que estaba más concentrado en hacerlo bien, fue algo comprensible.

Los temas, según las explicaciones de la cantante, tenían un trasfondo mitológico y profundo. Quizá, algo que comentar en contra de esta banda sería que tanto cantante como guitarrista se sentaron en mitad de una canción brutal y, en mi opinión, hay que darlo todo en todas las canciones. Pese a ese detalle y el calor, dieron un buen espectáculo, creando sensación al final, cuando Eve se bajó del escenario a cantar y se provocó un pogo que hizo la delicia de los presentes.

 
Setlist
1. Embers
2. Never coming home 2
3. Dolmen
4. Ark Flesh
5. Dark Ages
6. The myth: Eurydice’s death
7. Shades falls into oblivion
8. III faces
9. More than fear
Los siguientes fueron los madrileños NOPROCEDE. La banda trajo una atmósfera diferente con su punk rock, consiguiendo hacer bailar incluso a alguno de los presentes. Con el sol ya oculto saltaron al escenario para darlo todo ante el público de Torredonjimeno y presentarnos su último álbum Morder y esperar. El actuar ya de noche fue sin duda algo positivo ya que pudieron sacar más provecho a las luces, consiguiendo un show más visual que sus antecesores, sumado a su buen hacer en directo, donde las guitarras sonaron potentes, rítmicas, con un sonido que me recordó a veces a Los de marras.


Fueron los únicos que cantaron en español así que el mensaje de las canciones caló más en los asistentes al festival, consiguiendo un merecido segundo puesto. Gran importancia tuvo el bajo, resonando potente por todo el campo de fútbol. Las canciones eran bastante poéticas, cantadas por Javier que alternaba una voz bastante rasgada y una voz aterciopelada. En lo musical la batería de Carlos Sánchez, con compases sencillos, marcaba un ritmo bastante bailable en las canciones,  bien acompañados por los riffs de sus dos guitarras Kike y Javier, y el buen hacer de su bajista Fran Porras. Sin muchas florituras se centraron en lo musical, dentro de un estilo de rock urbano que encandiló a la gente.


Los chicos demostraron simpatía y sencillez en todo momento. Quizá se echó en falta un poco más de movimiento encima del escenario, ya que no supieron aprovechar del todo el gran escenario que había dispuesto para esta edición, limitándose casi toda la actuación tras los monitores. Realmente era un reto para ellos, teniendo en cuenta la gran variedad de estilos musicales que había, saliéndose del marco metal que englobaba el festival, pero supieron meterse en el bolsillo a los fans más clásicos. Fueron una gran apuesta por parte de la organización, siendo muy cercanos e interactivos con el público.



Setlist

1. La barrera de coral 
2. Saltan las ratas 
3. Ruido sordo 
4. Miedo al miedo 
5. De mecha corta 
6. Vértigo el cielo 
7. Mentir por dentro 
8. Echarte de más 
9. Fracasar mejor 
10. La antesala del desastre  
Los últimos en tocar fueron MIND DRILLER, los grandes ganadores del concurso de bandas. Jugaban con cierta ventaja porque ya era de noche cuando tocaron, y como llevan un espectáculo lleno de luces y humo son muy atractivos visualmente hablando. Tras desplegar una gran tela con una ouija a la largo del escenario, que cayó tras finalizar la intro, comenzaron su dinámico show, metiéndose al público rápidamente en el bolsillo. 

Sorprendieron a todos con esa alternancia de alemán, inglés y español, mientras que jugaban todo el tiempo con elementos muy visuales: cambios continuos de máscaras en gran parte de las canciones, junto con una indumentaria y maquillaje muy llamativos a su vez. Los sintetizadores no robaban protagonismo a la brutalidad de la instrumental: la guitarra de Javi sonaba potente, acompañada por la excentricidad de Pharaoh, que con sus poses y sus movimientos mientras tocaba el bajo, robaba gran parte del protagonismo al resto de componentes. 

Y no lo tuvo nada fácil porque el trío formado por Estefanía, V y Dani demostraron sus aptitudes como vocalistas deleitando a todo el mundo. Es raro ver a tres cantantes en un mismo grupo, pero gracias a sus registros tan diferentes se complementan a la perfección que, junto con los efectos de voz y el uso de diferentes idiomas, dan un plus al grupo. A la batería Reimon estuvo sobresaliente, incluso se le escapó una baqueta pero se resolvió tan rápido que nadie se dio cuenta. 

 
Son un grupo muy teatral a su vez, además de las máscaras, utilizaron muchos recursos, como ropa llena de sangre, gafas y máscaras steampunk, incluso alguno de ellos acabó convertido literalmente en un títere, etc. Esta última situación, en la que Dani estaba atado como una marioneta, llamó mucho la atención del público, al igual que en Psycho, donde hizo un gran ejercicio de cardio seduciendo a todos los presentes. V y Estefanía se compenetraban a la perfección, dejándose las cervicales a cada momento y dándolo todo encima del escenario. 

 
Sin duda, un concierto de matrícula de honor, donde presentaron su nuevo disco Involution pero tocaron también canciones de sus anteriores trabajos. Ganaron el primer premio del concurso de bandas merecidamente por su puesta en escena y su descaro sobre el escenario, ofreciéndonos un directo arrollador.

Setlist 
Ritual
My Own Law
m4n1k1
The Last Drop
Ein Ende
Escape 
Psycho
Calling at the Stars
Rotten
Ich bin Anders!

Los primeros en abrir lo que culminaría este festival Óleo Rock y su concurso de bandas serían los castellonenses LÈPOKA. Desde que la banda fichara con On Fire, ésta no ha hecho sino sumar adictos a su folk metal. En este caso el septeto venía en agrupación de seis, en la que faltaba su violinista Samu, al que echamos de menos. 
 
Aun así, con todas las baterías cargadas, entraron en escena los seis de LÈPOKA armados con instrumentos y su peculiar armadura de combate: las togas de monjes franciscanos. Para quien no los conociera, desde luego tuvo que ser una gran sorpresa. Nosotros esperábamos con impaciencia ver la escenografía, vestuario y coreografía que nos tendrían preparados para la ocasión.

 
Como vienen presentando una gira de celebración de su décimo aniversario, «Diez años controlando» que les está llevando por toda la geografía española y latinoamericana, la banda viene fresca y con el repertorio muy bien trabajado. Beerserkers y Bibere Vivere son los discos que más sonaron en su setlist, en los que no faltaron temas festivos y cortes de temática social.
 

A mitad de actuación ya notábamos la carencia de su violinista. Es cierto que Zarach y todo su arsenal de viento cubrió el espectro melódico de la actuación, solos de guitarra aparte, claro; pero llegados a un punto se hizo algo pesado y monótono. Tampoco faltaron versiones, en las que homenajearon a la banda Mägo de Öz a la que tanta influencia le deben, ni efectos especiales del tipo bombas de humo que sorprendieron a todo Torredonjimeno.

No obstante la fiesta folk continuó con sus jarras (imaginarias) al aire para brindar con el público. Entre los momentos estelares de la noche, el tema Andro interpretado a dúo de beatbox y gaita y el tema Esta noche yo controlo, de su disco Bibere Vivere en el que un duende apareció para hacer de las suyas dentro del escenario y fuera de este, animando. Desde luego su incursión fue lo más llamativo e inesperado de la actuación.

En resumen, LÈPOKA demostró que se puede llegar a un sitio nuevo y hacer que el polvo se levante a base de poner al público a dar saltos. Desde luego, pudimos disfrutar de una actuación divertida y, cuanto menos, peculiar.

Setlist
1. Intro
2. Goliardos
3. Beerserkers
4. El caldero de los sueños
5. Villabirra
6. Vodka ‘N’ Roll (Mägo de Oz)
7. Carta a María
8. Beatbox
9. Samhain
10. Skål + Resakoff
11. Yo controlo
12. Yab dabadaba dai
13. Chupito
 
 
 
 

Y les llegó el turno a una de las actuaciones más esperadas por la mayoría del público, los cabeza de cartel. MEDINA AZAHARA. Hablar de ellos no es sólo hablar de una gran banda más, sino de uno de los máximos exponentes no solo del rock andaluz, como se clasifican ellos, sino de la historia del rock y el metal de nuestro país. Una leyenda viva que, como una fuerza imparable, sigue captando adeptos entre sus filas de seguidores cada día que pasa, como bien pudimos comprobar en esta nueva edición del Óleo Rock.
 
Su poder de convocatoria fue tal que en este último concierto llegaron a actuar en el recinto ante cerca de 2000 personas, congregando a un público de lo más heterogéneo entre ellos. Tanto el público más adulto, fieles seguidores que han crecido con su música desde los comienzos de la banda, hasta las futuras generaciones que, acompañados de sus progenitores, estuvieron presentes y aguantaron al pie del cañón hasta el final de su actuación.

 
Heavys más clásicos, amantes del power metal o de estilos más modernos como el metalcore, nu metal o el metal industrial, que llegaron atraídos por las otras bandas del cartel, cayeron rendidos ante la actuación de MEDINA AZAHARA, haciendo honor a las palabras de su vocalista durante la actuación. Como bien dijo: “su música está hecha para unir, no para separar”.
 
Desde que iniciaron su actuación con un pequeño medley de temas de entre los años 2000 y 2010, como suele ser habitual en la veterana banda, nos hicieron un repaso musical con temas ya consagrados dentro del Olympo de su extensa carrera discográfica, como Palabras de libertad, Aprendimos a vivir o Velocidad. Junto con Qué difícil es soñar, de su cuarto álbum Caravana española. Fueron de las más coreadas por un público que ya se encontraba bien animado gracias a la veteranía de su frontman.

 
Este último show fue algo más especial, ya que la banda se encuentra celebrando su cuarenta aniversario sobre los escenarios. Aunque no se limitaron solo a su carrera, pues más que un concierto podríamos hablar de toda una clase magistral de historia musical la que nos ofrecieron, gracias sobre todo a su incombustible frontman Manuel Martínez, impecable a la voz y mejor aún en el trato hacia el público. Llegó incluso a sentarse en el filo del escenario y como si de todo un maestro se tratase, explicó la lección con la misma pasión y la ternura que mostraría ante un niño pequeño, en el cual se personificó el público literalmente durante el concierto.

 
No faltó mención a bandas que han sido pilares dentro de la historia del rock andaluz como Gong, Alameda o los famosos Triana, a los cuales la banda homenajeó con una versión de su conocido tema El lago, tema fijo ya en el repertorio de la banda, al igual que Al padre santo de Roma, de otro icono del arte andaluz como es Camarón de la Isla.
 
Aprovecharon también para presentar su último álbum Trece rosas con dos temas: Mi pequeño corazón, con el que bajaron un poco la intensidad, aprovechando para demostrar su compromiso social apoyando iniciativas como “Juntos contra la ELA” (Esclerosis Lateral Amiotrófica), y con la canción que da nombre al disco, con el que han hecho un pequeño homenaje a las víctimas de la barbarie y la injusticia, en este caso tomando como ejemplo la guerra civil y la dictadura. Eso sí, siempre huyendo de tintes políticos, etiquetas y sensacionalismos, como bien nos explicaron.

 
En el aspecto musical estuvieron impecables, desde su guitarrista Paco Ventura, una eminencia a las seis cuerdas, pendiente en todo momento tanto del público como de los medios, que derrochaba simpatía y regalaba poses constantemente a las cámaras; al igual que su bajista Juanjo Cobacho, que junto con el batería Nacho “Samurai” Fernández, aportan esa juventud y ese derroche de energía de la que se nutre el resto del grupo.

 
De su galardonado teclista Manuel Ibáñez poco podemos decir que no sepamos ya, pura magia a los teclados la que consigue desprender desde su vistosa tarima giratoria, al igual que esas miradas de complicidad con el resto de la banda. Tal era el buen ambiente dentro de la banda, que incluso su técnico de sonido tuvo su momento de gloria al tocar de forma improvisada la batería a cuatro baquetas junto con Nacho durante la canción Tierra de la libertad, algo que pasó casi desapercibido por el público.
 

Tras las apoteósicas Necesito respirar, con un breve guiño de su batería al We Will Rock You de Queen y A toda esa gente, la banda afrontó la recta final con un último bis donde Paseando por la mezquita y Todo tiene su fin, sirvieron para dar por finalizada otra gran noche, pero no sin antes despedirse con la pertinente presentación de todos sus miembros, en donde sonaron fragmentos de temas como We Burn de Rainbow, The Final Countdown de Europe, Bohemian Rhapsody de Queen, o incluso la famosa Escándalo de Rafael y la melodía de Expediente X.

 
A ritmo de Highway to Hell se despidieron entre aplausos de los asistentes con el consiguiente saludo de cortesía y selfie pertinente, dejando otra gran noche para el recuerdo dentro de la historia del Oleorock y de Torredonjimeno.

 
Setlist 
1. Medley 2000
2. Palabras de libertad
3. Aprendimos a vivir
4. Velocidad
5. Solo un camino
6. Qué difícil es soñar
7. O.U.A.
8. Tierra de la libertad
9. Córdoba
10. Mi pequeño corazón
11. Trece rosas
12. El lago
13. Abre la puerta
14. Al padre santo de Roma
15. Necesito respirar
16. A toda esa gente
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17. La mezquita
18. Todo tiene su fin
19. Medley despedida

Con esto damos por cerrada la última edición del Óleo Rock, que de nuevo vuelve a ser todo un éxito y da un salto de calidad muy importante gracias al apoyo de su Ayuntamiento, al público asistente y sobre todo al duro esfuerzo de la asociación cultural RockXimeno AC.