Ya es el tercer año consecutivo en el que
Metal Korner (crónica
2017 y
2018) viajamos hasta Escañuela (
Jaén) y cubrimos este evento, hecho con mimo y dedicación. El festival sigue en su onda de aunar bandas de rock, punk y metal en su mejor forma. El
VÍNCULA ROCK celebraba los pasados días 26 y 27 de julio su vigesimoséptima (27ª) edición, a la que, en esta ocasión, pudimos acudir sólamente a su jornada del viernes (26 de julio), donde actuaron
ELEPHANT RIDERS,
MALTABACO,
EL GRAN OSO BLANCO,
HAMLET,
PONCHO K,
DEF CON DOS y
TUICIÓN LIBERAL. Al día siguiente actuaron también grandes bandas como BOIKOT, PORRETAS o GÉRMENES, entre otros muchos. Este año y por motivos logísticos nos centraremos en la jornada del viernes, como hemos dicho anteriormente.
El festival sigue teniendo el mismo emplazamiento que estas ediciones anteriores, dejando un grandísimo espacio en el campo de fútbol del pueblo, cubierto por esa ya típica lona azul para proteger la hierba de pisotones, bailes desenfrenados y cervezas derramadas. Los precios, como siempre, una maravilla, costando la cerveza 1,70€ y con un bar al lado donde servían unas deliciosas hamburguesas y patatas gratinadas por un precio más que razonable. Gran opción para coger fuerza y proteínas y poder disfrutar de lo que se avecinaba en la jornada. El escenario sigue siendo enorme, muy bien montado y con un equipo de luces y de sonido de un altísimo nivel. ¡Así da gusto!
ELEPHANT RIDERS
Con bastante puntualidad, el pistoletazo de salida lo dio la banda malagueña ELEPHANT RIDERS, que visitaban Escañuela presentando su más reciente trabajo, un EP titulado
Risen y del que dimos buena cuenta desde
Metal Korner en
esta jugosa review de nuestro compañero Juan Ángel Martos.

Como en todo festival, a alguien le toca la ardua tarea de iniciar los conciertos y aunque el día anterior fue la fiesta de presentación en la plaza del pueblo con YO NO LAS CONOZCO e INSOMA, quienes pusieron respectivamente un toque de punk rock desde Madrid y la fiesta mestiza desde Valencia; para el festival en sí mismo les tocó el turno a ELEPHANT RIDERS, recién llegados desde Málaga para presentarnos su nuevo trabajo, aunque el comienzo fue con un clásico, Challenger, poniendo las bases de su stoner/metal poderoso y contundente donde los matices a MONSTER MAGNET ya se consolidaban en Fire Within o Slave Of The New Era.

Un directo muy poderoso, aunque un poco cohibidos por la poca presencia de público (unas 30-40 personas), que se perdió un directazo de rock en toda regla, donde destacaron Faded y su toque sureño y misterioso como unos reconvertidos ALICE IN CHAINS o la enérgica Sick Ego. Siempre decimos que la letra pequeña es importante y esta vez más que nunca se corroboró, un refrán al que siempre hago caso en cualquier festival que vaya, donde descubrir grupazos en toda regla.
MALTABACO
Después llegaba el turno de la primera banda local (el festival lo cerraría también los locales TUICIÓN LIBERAL, en un concierto muy especial como os contamos más abajo). MALTABACO han tocado en las últimas ediciones del festival, siendo ya todos unos clásicos. Recordad también que en el momento de la publicación de esta crónica, estarán preparando su concierto en el BARCIA METALFEST de Torreperogil (Jaén). La banda, que tiene bastantes tablas y experiencia ofreció un show dinámico, muy en su línea. Con esas letras cargadas de mensaje y crítica social, fueron desgranando tema a tema frente al aún algo escaso público, sobre unas 100 personas. Aún hacía calor y el sol estaba empezando a acercarse al horizonte.

Se ve a la legua que hay un gran compañerismo y complicidad dentro de la banda, tanto por los gestos y miradas como por la puesta en escena, creando una atmósfera de buen rollo dentro y fuera del escenario. Rubén (vocalista y guitarrista) y Juan (guitarrista y coros) hacen un dueto bastante compacto y los gestos de apoyo y sinergia entre ellos eran constantes. El sonido brillante que ambos consiguieron obtener de sus guitarras agradaba al público, que poco a poco iba siendo más numeroso y observador.

María del Mar al bajo hace un muy buen trabajo en la base rítmica, al igual que el baterista Juan Ramón. La técnica con el bajo de María es tosca pero certera. Además, acompaña a Rubén a la voz con algunos coros que le aportan un toque fresco y distinto al rock urbano de MALTABACO. El sonido también acompañaba, la verdad. No noté demasiados problemas, aunque es verdad que a medida que avanzaba el show, el sonido iba puliéndose y mejorando por momentos. En definitiva, es una banda que no falla. Garantía de ejecución con un rock elegante y bien compuesto. No inventan nada nuevo, pero lo que lo hacen, lo hacen la mar de bien. ¡Nos vemos en otra!
EL GRAN OSO BLANCO
EL GRAN OSO BLANCO era la banda elegida de la capital jiennense para la jornada del viernes. Su árido y sureño rock/metal dio pie para presentar en Escañuela temas de
Satanta, editado el pasado año 2018 y del que ya hablamos
en este enlace, gracias a nuestra compañera Helena Arjona. Por supuesto en su actuación no podía faltar
La arena y la sal, uno de sus sencillos, así como tampoco la enérgica y potente
Viaje a ninguna parte, con ese inicio rítmico vibrante y que irremediablemente me recuerda a Queens of the Stone Age. Paco Reig a la batería se luce en este inicio; es una maravilla de tema.

Respecto al sonido en general, fue correcto aunque creo que la carismática voz de Kike estaba un poco por debajo de donde debía, no escuchándose correctamente en algunos fraseos. Sin embargo, el bajo de Víctor sonó brutal, golpeándote el pecho sin compasión. ¿Tal vez más alto de la cuenta? Puede, si eres un pusilánime del sonido grave aplastando tus vísceras. Para mí fue perfecto y demoledor. Kike estuvo como de costumbre activo al frente de la formación, aunque es verdad que lo noté tal vez un poco más apagado que en otros shows donde he podido ver a la banda.
Víctor, pese a ser el miembro de más reciente incorporación, se ha convertido en un estandarte de la banda. Su sonido de bajo y actitud puramente rockera está ya más que acoplada a la banda, destacando enormemente dentro del show. Por otro lado, la guitarra de Sebas sigue sonando como los ángeles. Su capacidad de improvisación y técnica depurada hace que el guitarrista lleve temas más antiguos a otro nivel, mejorándolos e incluyendo algunos matices y arreglos distintos que no había escuchado anteriormente. Un gustazo. No se olvidaron de su debut en LP Deshielo, con temas súper enérgicos como Sr. Ciempiés o Pájaros muertos. Para mí, uno de sus mejores temas, con un gran estribillo melódico y poderoso como pocos: «¡Ahora tienes el control! ¡Sí! ¡Vamos a volar!».

Resumiendo, EL GRAN OSO BLANCO tras decenas de conciertos por toda la península y con 3 trabajos discográficos en apenas 5 años, demostró la gran calidad musical que Jaén atesora. Una banda con mucho futuro y prometedora si sigue trabajando duro. Deseamos que sigan en la brecha por mucho tiempo y sigan atronándonos los tímpanos con ese potente sonido desértico tan áspero y caluroso. Sí, nos gusta sudar y sentir el calor. ¿Y qué?
HAMLET
¿Qué podemos decir a estas alturas de una banda como
HAMLET que no se haya dicho ya mil veces? Nada. Los madrileños son ya de sobra conocidos y queridos por todos los españoles y concretamente por el staff de
Metal Korner. No por nada hemos cubierto su
inicio de gira en Córdoba, y su paso por
Sevilla y
Málaga. Pero no nos cansamos y no quisimos perdernos la oportunidad de verlos en un gran escenario en Escañuela. Así que como no necesitan más presentación, pasemos a lo que pasó el viernes.

Abrieron con Persiste, insiste, repite, el primer corte de su nuevo álbum Berlin, un monstruo sónico de dimensiones descomunales. Y como el tiempo de show fue más reducido que en otras ocasiones en las que la banda actuaba sola, apenas el público había calentado un poco, su frontman Molly saltó al público para cantar con él. Las caras de sorpresa cambiaron rápidamente a felicidad absoluta y culminó en una explosión de hermanamiento musical con los asistentes. Así, casi al final del segundo corte del show ya había una sinergia perfecta con todos los asistentes.

Pero no por corto el concierto se hizo más liviano. Del último álbum Berlín no faltaron cortes como Eclipse o la pausada No sé decir adiós y de sus temas más clásicos los titanes tenían preparados carga pesada como Egoísmo, Limítate, Vivir es una ilusión, Irracional… No faltó nada. Su setlist fue completo, rabioso y con un orden inteligentemente seleccionado. Su sonido también fue una masa sonora desmesurada y cada músico se encargó de ofrecer al show una masterclass de su instrumento.
Tal como llegaron se fueron. Despeinados y aún con una sonrisa tonta, la noche continuó para todos con un talante más relajado y cercano por lo vivido.
PONCHO K
Pasada la tormenta de HAMLET, llegaba el turno del rock nacional que aporta al cartel PONCHO K. La verdad es que nos sorprendió de manera extraña la disposición de bandas en el festival para este día, ya que los madrileños hicieron arder literalmente el campo de fútbol, dejándolo en llamas y con el público extasiado.
Así, fueron muchos los que se retiraron a reponer energía a la barra o al bar para disfrutar de lejos de este concierto. PONCHO K viene acompañado por una sobria banda en formato cuarteto, donde el cantautor, siempre abrazado a su guitarra, hace las veces de segunda guitarra, solista y, cómo no, cantante protagonista indiscutible, así que nos encontramos con un show bastante tranquilo.
No faltó público fiel al artista. La gente coreaba cada canción y celebraba cada clásico. El más vitoreado, su famoso Manolo Caramierda o El último sol, aunque también sonaron muchos cortes de su última trabajo 11 palos, como No me sale del coño, Al trote o Lo tierno y la corteza. También le mandaban regalos y tiraban cosas desde primera fila a lo que el protagonista de la noche respondía con una sonrisa. La cercanía flotaba en el ambiente, aunque no tanto por parte de su banda acompañante, que si bien sonaba impecable, la vimos falta de feedback con los asistentes.
El cambio de bandas se hizo esperar, aunque el festival, como cada año, ha ido siempre impecable en cuanto a organización y horarios se refiere y estaba todo casi dentro del horario establecido, pero el resultado de la espera mereció la pena con creces. Finalmente, incluir un concierto «relajado» entre dos tornados no iba a ser tan mala idea, después de todo. El público se empezó a reunir cerca de las primeras filas y algo se palpaba en el ambiente que nos hacía intuir que había ganas de ver a DEF CON DOS.
Decir que la banda llenó el escenario es utilizar un eufemismo de mal gusto. Literalmente, les faltaron tablas que arrasar y todo el tablado se quedó chico ante la oleada que supuso encontrar a seis músicos interactuando con el público. Cada uno tuvo un protagonismo y modo personal de encargarse de que tu cabeza se saturara musical y visualmente.
Entre su música se pudo escuchar de todo. Desde clásicos como De cacería, El día de la bestia o Acción mutante pasando por hacer un repaso por su último trabajo #trending_distopic. Personalmente mis favoritas de este nuevo disco Derecho a orgasmar, Reservado y Chaleco reflectante no faltaron, incluyendo a Samuel Barranco vestido con un, cómo no, chaleco reflectante que levantó más de un aplauso. No obstante el gran jefe, como siempre, fue J. Al Ándalus enarbolando su bajo, de lo más apabullante de la noche.
En resumen: DEF CON DOS arrasó. El concierto estuvo lleno de detalles que no podríamos parar de enumerar y obviamente el público no paró de saltar y acompañar a la banda con coros, pogos y vítores. Todos los músicos también hicieron alarde de gran forma física, aunque se esfozaron mucho por acabar dentro del elenco de los grandes artistas fallecidos en concierto con Muertos del rock – vol.2. Por suerte les salió mal y hubo mucho concierto por delante del que disfrutar.
TUICIÓN LIBERAL
El cambio se realizó rápidamente, pero no se pudo evitar que muchos fueran los que abandonaran el recinto tras el último espectáculo. Los locales TUICIÓN LIBERAL fueron los encargados de cerrar esta noche en un concierto que, para ellos y todos los que lo acompañamos, fue muy especial. Así, irrumpieron con su punk rock en español dispuestos a dar un último show memorable.
La banda tiene la frescura del género y no inventa la rueda con respecto a su sonido, letras o actuación, pero a su público le encanta. Sus temas son fáciles, coreables y con tendencia a convertise en himnos y consiguen una buena conexión con los oyentes. Y no sólo con los asistentes. En la banda se notan los veinte años que llevan conociéndose y trabajando juntos. Hay química y eso se ve en su sonido y sobre el escenario.

Algunos ya lo sabíamos, porque no era ningún secreto, pero la banda nos lo confirmó: este iba a ser su último concierto. No sólo el de esa noche, sino de la banda. Lo anunciaron días antes en sus redes sociales pero la noticia se hizo real en el momento en el que se verbalizó. Se convirtió entonces en un concierto más emotivo y cercano donde Escañuela se despedía de sus vecinos, los músicos de TUICIÓN LIBERAL.

El festival terminó tarde y todos los asistentes teníamos caras de absoluto cansancio. Algunos se volverían a ver las caras en el mismo sitio, a la misma hora, al día siguiente y otros tomarían la ruta hacia Jódar para visitar el festival Estaka Rock, que por desgracia coincidía el sábado. No obstante, el festival Víncula Rock ha sabido demostrar un año más cómo sigue en perfecto estado de salud y queremos felicitar desde Metal Korner a la organización, como siempre, su buen hacer y trato.
¡Nos vemos el año que viene! ¡Larga vida al Víncula!