Crónica: El XIV BARCIA METALFEST hace temblar un año más Torreperogil (Jaén, 3-8-19)

 

Además otro aliciente era la incorporación de dos bandas internacionales en el cartel como eran los ya veteranos JADED HEART y THE THREE TREMORS, el grupo americano hacía la única parada en nuestro país dentro de su gira europea con el aliciente de contar entre sus filas con Tim “Ripper” Owen, ex-vocalista de Judas Priest y Iced Earth. Junto a ellos poniendo el toque nacional al cartel estarían los ya conocidos GUADAÑA y ARMANDO ROCK.

El festival ya había comenzado la noche anterior, con una fiesta presentación en la plaza del pueblo con tres buenas bandas como son Los Kultura, Maltabaco y Overloud, aunque por desgracia no pudimos asistir por problemas de agenda. Pese a ello podemos dar fe que el público asistente lo disfrutó al máximo y salió muy contento con ellos, como bien nos verificaron algunos asistentes.

ARMANDO ROCK

Con un leve retraso de unos diez minutos y con todo preparado para atender al público (parrilla, barra, taquilla…) los encargados de abrir el festival eran ARMANDO ROCK. La banda formada por toda una leyenda del metal español como es Armando De Castro, componente y fundador de Barón Rojo, sirvió de reclamo para todos aquellos amantes del heavy metal clásico, como bien pudimos comprobar durante el festival, donde era frecuente ver alguna camiseta con el logo del Barón.

Su actuación estuvo algo en el aire, pues a poco más de un mes de la celebración del festival Manuel Escudero abandonaba la banda de improviso para centrarse en sus otros proyectos, dejando así el puesto de vocalista libre. Pese a que la banda estuvo buscando un sustituto provisional para cumplir con la fecha, al final se vieron “según las circunstancias reducidos a trío”, como bien nos contaron durante su actuación.

 

Así que del aspecto vocal se encargó el propio Armando, salvando el concierto de manera digna, junto con la colaboración de su compañero Rafa Díaz mientras tocaba la batería, que nos sorprendió a más de uno atreviéndose con algún scream bien ejecutado.

Con el setlist hicieron un buen repaso a su último disco donde destacaron temas como Rompiendo o Carne de cañón, sin duda de los más aclamados por el público, junto con algún tema como Armando Rock, Escrito está o No hay color, todos de su primer disco AR I. Pese a que más de uno entre el público se quedó con las ganas de que tocaran algún tema de Barón Rojo, la banda demostró que no necesitan tirar de temas ajenos para animar al público, ya que para hacer un homenaje a los grandes clásicos tienen temas como Una de Zeppelin o Enhendrix.

 

Nos ofrecieron lo que se esperaba de ellos, una dosis de heavy rock clásico, directo y con estribillos facilones, pero sobre todo de profesionalidad. Pese a que vocalmente salieron bien del paso, sin duda un buen frontman sería importante para la banda, pues así Armando quedaría más liberado del pie de micro, teniendo más libertad para moverse y así poder ofrecer un show más dinámico, como nos demostró cuando dejaba el micro para acaparar toda la atención en los solos, contrastando con la sobriedad de un gran Ángel Arias a las cuatro cuerdas.

 

 

Con el ambiente algo caldeado por ARMANDO ROCK saltaron al escenario uno de los grupos más esperados de la noche y no era para menos. A caballo entre Suecia y Alemania llegaba una banda consagrada dentro del metal europeo e internacional como es JADED HEART. Eso sí, precedido de un cambio que se hizo interminable, ya que se vieron obligados a probar antes de su actuación debido a un problema con sus vuelos, que hicieron que llegaran al festival con el tiempo muy justo. Su actuación por tanto se vio retrasada más de media hora, hecho que sirvió para que muchos, incluido uno mismo, aprovecharan para reponer fuerzas y disfrutar de los precios populares en barra.

Aunque en verdad la espera mereció la pena, pues desataron sobre el auditorio de la Torres Oscuras todo un vendaval de buen hard rock y metal melódico. Viéndolos se me vino a la cabeza aquella joven banda que acompañaba a Helloween y que comenzaba a hacerse un nombre dentro del metal europeo. Si en su día me sorprendieron, de nuevo volvieron a sorprenderme una vez más, pues salieron con las mismas ganas que hace catorce años, eso sí mejor plantados y con más confianza que antes.

Ante nosotros se desplegó una banda que salió a comerse el escenario de Torreperogil desde el primer minuto cuando arrancaron con Phoenix, uno de los cortes más potentes de su último disco Devil´s Gift. Nos hicieron un repaso a su discografía, aunque para ser más precisos a su carrera con su actual cantante Johan Fahlberg, ese gigantón desgarbado que supo ganarse al público mientras que se movía con soltura por el escenario y fuera de este, cantando y brindando entre los asistentes. Aunque no fue el único que se dio un baño de multitudes, pues tanto su bajista Michael Müller, como sus guitarristas Peter Östros y Masa Eto, no pararon tampoco sobre el escenario y bajaron al foso en varias ocasiones.

Si la puesta en escena era buena, musicalmente no fue para menos. La espera inicial tenía su premio, pues temazos como The Enemy, Saints Denied, Schizophrenic o Rescue sonaban a las mil maravillas con Johan pletórico a la voz, siempre bien acompañado por sus compañeros en los coros. Bodo Stricker a la batería no se quedaba atrás tampoco, y es que los platos “prestados” por Rafa Díaz no se merecían peor trato.

El final no fue para menos con dos de sus mejores temas como son With You, de su álbum Common Destiny, y Freedom Call, de Perfect Insanity, que junto con la versión hardroquera del tema de Anastacia, Paid My Dues, dieron por zanjada un actuación de diez, sin duda de las mejores que han pasado por el Barcia Metalfest.

 

THE THREE TREMORS

Era el turno de THE THREE TREMORS, la arriesgada apuesta de la organización como cabeza de cartel para el festival, y digo arriesgada porque a primera vista a más de uno su nombre es posible que no les sonara mucho si no se mantienen al día en el mundo del metal, pero en cuanto investigamos un poco, nos encontramos con tres grandes nombres dentro del metal americano y mundial como son Sean Peck (Cage), Harry Conklin (Jag Panzer) y Tim “Ripper” Owen (ex-Judas Priest, ex-Iced Earth…).

 

En plena gira de presentación de su álbum debut The Three Tremors, la banda eligió el escenario del Barcia Metalfest para mostrárnoslo en directo, actuando así en exclusiva en el festival, siendo ésta su única fecha en España dentro de su gira europea.

Con su álbum debut de nombre homónimo recién salido era claro que le darían un buen repaso sobre el escenario, tocándolo casi al completo. En lugar de abrir el concierto con la misma canción que abre el disco, prefirieron hacerlo con Wrath Of Asgard, un tema más melódico, aunque no retrasaron demasiado la tremenda descarga que supone Invaders From The Sky, encadenándola a continuación en un comienzo de concierto que ya dejó con la boca abierta a más de uno entre el público.

Como ya nos anticiparan en la entrevista previa que nos ofrecieron esa misma tarde, la cual podréis leer en breve, su intención era “hacer que los muertos se levantaran de sus tumbas” con su tremenda descarga. Si no lo consiguieron poco les faltó. Pues temas como el anterior o como Bullets For The Dammed estuvieron a punto de sacarnos el corazón del pecho gracias a ese doble bombo atronador y a esa pegada del gran Sean “The Thrashing Machine” Elg.

Pero no solo su batería y sus tres vocalistas estuvieron impecables, el trío de mástiles formado por los dos guitarristas Dave “Conan” García y el incombustible Casey “The Sentinel” Trask, junto con el bajista Alex “The Captain” Pickard, no se quedaron atrás, demostrando el por qué de su presencia en la banda en lugar de otros músicos con quizás más renombre. Su coordinación y compenetración fue tremenda, algo sin duda beneficiado por el hecho de ser compañeros también en CAGE junto a Sean “The Helldestroyer” Peck.

¿De sus tres vocalistas qué podemos decir? La lección magistral que nos dieron fue tremenda, con los tres en pleno estado de forma, como nos demostraron de forma conjunta como por separado, ya que interpretaron alguna canción de sus grupos anteriores como la famosa Burn In Hell de Judas Priest por Tim “The Ripper” Owen, al igual que Helldestroyer, tema de Cage interpretado por Sean “The Helldestroyer” Peck (de ahí su apodo) o Black cantado por Harry Conklin al igual que en Jag Panzer, todas ellas interpretadas en solitario. Hubo tiempo para otras versiones de tres clásicos como Heaven And Hell (Black Sabbath), Painkiller y Breaking The Law (Judas Priest), donde los tres “tremores” unieron fuerzas para regalarnos tres versiones impresionantes. Pero sin duda la que más nos sorprendió fue la versión del Living After Midnight donde “The Ripper” se encargó de tocar la guitarra de Dave, demostrando también sus buenas dotes con las seis cuerdas.

También intercalaron algunos temas “un poco más tranquilos” como When The Last Scream Fades, King of the Monster, o Lust Of The Blade, donde nos demostraron el sonido impresionante que aporta su trío de coros, mucho mejor logrado en directo que en el disco, así como los matices y la versatilidad que aporta cada cantante con sus distintos registros.

 

Sin duda toda una “sorpresa” anticipada la que nos llevamos con este gran proyecto que emula el que en su día encabezaran Bruce Dickinson, Geoff Tate y Rob Halford, pero en versión americana.

GUADAÑA

Hasta el momento solo podríamos quejarnos de una sola cosa, y es que el festival por desgracia iba llegando a su fin. Pero todavía nos quedaba otra buena actuación por delante como era GUADAÑA, elegidos para cerrar el festival por todo lo alto. Sin duda tenían por delante una dura tarea tras poner el listón tan alto los grupos anteriores.

 

Las altas horas no ayudaron tampoco al igual que la casi una hora de retraso acumulada del resto de actuaciones.  Parte del público se retiró y otra se diseminó  por el recinto, pero los que se quedaron en primera fila no fueron pocos y quizás de los más entregados que vimos en el festival, puesto que se desplazó parte de su club de fans hasta Torreperogil.

La banda no se vino abajo, todo lo contrario, se alimentó de la expectación y de la fuerza transmitida por su público, que junto con la fuerza que desprende ese huracán llamado Glory sobre el escenario sirvieron como motor a un buen espectáculo de heavy metal.

 

Como viene siendo habitual gran parte de su setlist estuvo compuesto por temas de su último trabajo Karma. Temas como Aún sigo en pie, Ser uno mismo o La revolución, se han convertido en auténticos himnos para la banda, como bien quedó demostrado cuando el público los coreaba durante la actuación, al igual que Yo soy la ley, Adrenalina o La suerte, ya consagrados de su anterior disco Deryaz.

El juego de voces formado por Glory y Salva volvió a funcionar a la perfección, siempre bien acompañados en directo por Juanma con la guitarra y Juanlu con el bajo, que como sus compañeros de cartel, supieron moverse estar al frente sobre el escenario. La verdad es que pudimos disfrutar de una banda con mucha experiencia y bien conjuntada bajo las ordenes de su batería Pablo Casas, brutal también con la percusión.

No faltaron las banderas con el escudo de la banda ondeando entre el público y sobre el escenario, como suele ser habitual en sus espectáculos, al igual que un tema con mucho peso en la discografía de la banda como es Dios del trueno, un canto contra el bullying que se ha convertido ya en fijo en los setlists de sus conciertos. Para esta ocasión no faltó sobre el escenario Mjolnir (el martillo de Thor) empuñado por Glory junto a la pequeña protagonista Eneritz, que le dio mayor fuerza y significado a la canción.

La noche llegaba a su final y así también la actuación del grupo, pero no sin antes sorprendernos con una cover del tema Beyond The Burning Skies, original del grupo Battle Beast, donde la banda estuvo a la altura del tema. Para finalizar no podía ser otra que el tema que da nombre a su último álbum Karma, dando por cerrado un gran concierto para el recuerdo de todas aquellos valientes que desafiaron al cansancio y al sueño para verlos.

De nuevo nos vamos con un balance muy positivo del festival que aunque a pasos pequeños sigue creciendo y consolidándose como uno de los festivales medianos más importantes en la provincia de Jaén y fuera de ella. Tanto la organización como el aspecto técnico, luces y sonido, fue impecable. Quitando algún problema puntual en la barra con el servicio de los bocadillos y el problema del retraso en los horarios, algo que fue por causas ajenas a la organización, el festival fue todo un éxito y no hubo ninguna incidencia. Así que solo nos queda contar los días para la próxima edición y esperar que nos sigan sorprendiendo un año más.