Fotografías por Javi Palm Mute

 
Otro gran día se comenzaba con grandes nombres en los dos escenarios, era un día intenso donde se han tenido que descartar bandas muy interesantes, pero es el precio a pagar en el Leyendas del Rock, muchas buenas bandas y poco tiempo.
 

Llegamos al recinto y como el día anterior CRISIX empieza su set con cinco minutos de antelación (en general todas las bandas empezaron 5 minutos antes quizás un problema con el reloj del escenario), cuando todavía estaba llegando el público a la escasa sombra al pie del escenario. La banda dio un recital de thrash metal y sobre todo de buen rollo. Juli es muy comunicativo, interactúa y cuando sus fans de Murcia le tiran una camiseta no duda en ponérsela. B.B. el guitarrista se bajó del escenario y tocó un tema casi completo con el circle pit dando vueltas a su alrededor, una imagen poco habitual y que merece la pena ser repetida. Pasé un buen rato y creo que en general todos los presentes lo pasaron muy bien.

 
 
Leyendas dejó Villena durante una hora para mudarse a Avatar Country, el territorio de AVATAR, donde hacen y deshacen, donde son los reyes. Y lo han demostrado. Un show no sólo visual, sino con temas muy bien elaborados y pegadizos. Imposible encasillar a la banda en un género, cuando suena más heavy pasa al death melódico y un sinfín de géneros que podrían ser abarcados sin hacer justicia a la banda. Ejemplo del tema A Statue Of The King, una genialidad con cambios de tempo y estilo. La banda está muy agusto en el escenario, pasando calor con su atrezzo, pero llegaron a coronar a su Rey en la persona de Jonas Jarlsby, su guitarrista. Leyendas estaba a sus pies y como buenos súbditos arropaban a su rey y a su corte. Una actuación de diez, que no se vio mermada por estar a la luz del día, ya que la banda tiene muchos recursos ante todo musicales para captar la atención. Ya he solicitado la nacionalidad en el país de AVATAR.
 
 
En ese momento llegó el solape que más me dolió. DELAIN y DÜNEDAIN, dos de mis bandas favoritas. Aunque sean de fuera, a DELAIN ya los había visto varias veces, mientras que DÜNEDAIN sólo los vi una vez. Así que después de escuchar Hand Of Gold y Suckerpunch me dirigí al Reale para disfrutar de un buen rato.
 
Consigo llegar a la valla, mi sitio favorito del Reale. DÜNEDAIN está de enhorabuena con su nuevo disco Memento Mori, que sigue el camino marcado por Pandemonium, que en su día fue una obra maestra. Con Carlos más que asentado en la formación, y un gran trabajo por acoplar su voz a Tony para formar una de las mejores duplas de vocalista de la escena nacional, sólo pueden salir cosas buenas. Otra vez se llenó el Reale, ya van unos cuantos, en esta edición y los que quedan por llegar. El setlist está equilibrado con temas del nuevo disco y temas más antiguos. Y sobre todo para lo que es el mejor tema de DÜNEDAIN: Vuela, toda la esencia de la banda en una canción. Todos los asistentes estaban coreando los temas, y Carlos les dejaba su parte de protagonismo. Corto, se hizo muy corto el concierto de 50 minutos y como muchos presentes opinaban, DÜNEDAIN debería de estar en el escenario principal. Yo opino lo mismo, dan la talla y se lo merecen. 
 

Volvemos al principal donde ELUVEITIE estaba despachando su folk metal. Con una formación ya más asentada la banda de Chrigel Glanzmann vuelve a unos de sus escenarios favoritos. La época más asequible de Origins ya era historia con Evocation II: Pantheon, y con Ategnatos han vuelto a un sonido más bruto, más cerca del death metal, que el folk. Como dice mi amigo Wolf: “Ategnatos es el doble de brutal que cualquier disco de la banda”. ¡Me lo creo! En directo ELUVEITIE es arrollador. Es una orgía de sonidos con flautas, gaitas, violín, zanfoña o arpa celta mezclados con esos riffs duros y la voz de Chrigel tan característica, que dan ese sonido muy diferenciador, haciendo de ELUVEITIE una banda diferente. No soy un especialista en esa banda, pero nunca defraudan, y en esta ocasión menos. El público pasó un gran rato. 

 
Problemas meteorológicos provocaron que DEE SNIDER no pudiera despegar a tiempo de EEUU para acudir a su cita con el Leyendas. Y ocurrió lo que todo el mundo deseaba en voz alta BEAST IN BLACK en el escenario principal. Vista la cantidad de personas aglutinadas ante el escenario, creo que hubiera sido una locura que tocaran en el Reale, no hubiera rebosado, sino explotado bajo la afluencia.
 
BEAST IN BLACK es la nueva sensación del heavy metal, que en tan sólo cuatro años han adelantado por la derecha a casi todas las bandas de este género, la mayoría de ellas estancadas. Con un sonido potente y muy actual mezclando power metal con heavy y buenas dosis de acompañamientos. Como siempre en estos casos echo de menos un teclista para dar más libertad a la banda a la hora de improvisar, porque el show de BEAST IN BLACK está rodado, muy rodado. Al instar de bandas como SABATON da poco espacio a improvisar y hace que cada actuación sea casi calcada a las demás. En un mundo marcado por los estándares, echo de menos la capacidad de muchas bandas a tener un golpe de locura en el escenario. Dieron un repaso a sus dos trabajos con temas ya clásicos como Beast In Black, No Surrender y una excelente traca final con From Hell With Love, Blind And Frozen y el excelente End Of The World. El público estaba entregado a los pies de la banda, manos levantadas, cuernos, vocerío y aclamaciones. En este caso llovió a gusto de todos (menos de DEE SNIDER), y presenciamos uno de los grandes momentos del festival.
 
 
El que durante meses fuera el único cabeza de cartel anunciado del Leyendas generaba mucho debate no daban la talla, no tenía la fama suficiente, y más y más habladurías. Cuando sonaron los primeros acordes de Ready To Rock, toda una declaración de intenciones, AIRBOURNE reventó el Leyendas. A todos se les olvidó las críticas, y se presenció un show de lo más añejo, rock y solo rock. No voy a caer en la comparación constante con AC/DC, pero en general me recuerdan a los primeros discos de la banda con Bon Scott, aunque con un sonido más actual y con guiños al metal. El espectáculo está centrado mayormente en Joel O´Keefe quién acapara el escenario, pura adrenalina. Cervezas, muchas cervezas, muchas estrelladas en la cabeza, otras tiradas al público. Un derroche de decibelios con excelentes temas como Heartbreaker, Breakin Outta Hell, y una pauta marcada: rock y siempre rock. Estaban tan agusto que se les olvidó mirar el tiempo y se explayaron más de la cuenta (unos 10 minutos más) y nadie se quejó. Con un guiño a Let There Be Rock, atacaron con Runnin Wild, su tema más universal, convirtiéndose en el broche de oro a una actuación que confirma que la elección del festival era más que acertada.
 

Como cada año WARCRY es fiel a su cita con el Leyendas. Cada año es motivo de alegría para sus fans, y fuente inagotable de crítica por parte de los detractores. Pero un año más la afluencia es óptima a la hora de tocar la banda, entregada, coreando estribillos y viviendo en sus carnes cada nota. En esta ocasión tocaron un setlist especial, distinto al que están tocando en la gira. Han rescatado uno de los temas que más aprecio de la banda que es Aire o el tema épico por naturaleza de la banda: El guardián de Troya. Una actuación enérgica con derroche de medios con la pantalla gigante acompañando la banda, aunque eché en falta que las imágenes estuvieran sincronizadas con la música, ya que se aprecian las letras del estribillo que aparecen durante las estrofas, y llegando al estribillo nada, esos son detalles a pulir. Vinieron otros clásicos como Capitán Lawrence o Hoy gano yo. En general de sus mejores actuaciones en el festival, pero siempre mejorable a mi gusto. En primera fila estaba Alejandra la presidenta del club de fans, que a primera hora de la tarde se quedó sin agua, y tuve que rescatar más de una vez con botellines, es el precio que hay que pagar para estar lo más cerca posible de su banda favorita. Pocas bandas en España pueden presumir de esto. WARCRY tiene algo, todavía no lo he visto, quizás un día…

 

La cuenta atrás continua para los pamplonicas KOMA. Diez bolos más y darán por concluida su gira “La fiera nunca duerme” y eso es lo que hicieron la noche del viernes en Villena, no lo tenían nada fácil tras las grandes actuaciones de los cabezas de cartel del día, pero lo supieron solventar. Al escuchar el sonido del doble bombo de Juancar más que pasada la media noche , todos comenzamos a cantar y a disfrutar. Si hablamos del Tío Sam, preparando La almohada cervical, imaginando a Mi jefe jugando con El sonajero. Podría ser una historia descabellada, pero es un extracto del setlist, un repaso a su carrera dedicada al heavy metal, porque eso es lo que son una gran banda de heavy metal. El parón ha venido muy bien a la banda, que vuelve con energías renovadas y sobre todo con un público con ganas de verlos después de tanto tiempo.

¡Vuelve la fiesta juglar al Leyendas! Como siempre, cerrando la noche a horas muy tardías. La gente que habían abandonado el recinto regresan para bailar con SAUROM. La banda suena bien y siempre me ha gustado la entrada al escenario, la garra que tienen en ese momento, pero después de dos temas siempre se rebaja mi interés. El público estaba disfrutando de lo lindo y decidí quedarme con esa imagen y volver a mi alojamiento ya que el último día se anuncianba agotador.

Un viernes con grandes sorpresas como AVATAR, ya iba avisado, pero me parecieron espectaculares. Y sobre todo confirmaciones, DÜNEDAIN ya es un grande de la escena nacional, sin dudas. Y AIRBOURNE se está imponiendo como un futuro y presente del rock. Un día equilibrado con muchos estilos y bandas españolas de primer nivel. ¡Otro gran día!