Los templarios del metal HAMMERFALL, después de haber vuelto para perdurar la traducción de Built To Last, en esta ocasión están aquí para conseguir dominar la escena con Dominion. Parece un mal juego de palabras, pero la banda después de más 25 años de trayectoria sigue creciendo, paso a paso, conquistando, asentándose y volviendo a expandirse. Es una tónica de la banda, cada cierto tiempo nos presenta discos que rompen con su trayectoria, con su sonido y son los que realmente captan nuevos oyentes, que después con el tiempo se dejan conquistar con los discos más clásicos.
 
Desde la primera escucha el disco se torna en un muy buen disco, con un gran sonido. El álbum ha vuelto a contar con la producción de James Michael después de su gran trabajo en Built To Last, con la colaboración de Oscar Dronjak y Pontus Norgren. Además, está distribuido por Napalm Records.
 
Después de un periodo convulsa con la salida de Anders Johansen en 2016, parece que la banda ha encontrado en David Wallin el batería ideal. El resto lo forma el núcleo duro: Oscar Dronjak y Joacim Cans, alma de la banda, quienes dirigen con mano certera el camino de HAMMERFALL. Todo ello bien apoyado por Pontus Norgren, que en cada disco amplía su peso tanto fuera como dentro de los escenarios. Finalmente, todos están acompañados por Fredrik Larsson, que siempre cumple aunque parece estar un paso atrás de sus compañeros por lo menos en vivo ya que es el menos visible de la banda.
 
Este Dominion se inscribe en la línea de Crimson Thunder (2002), Chapter V: Unbent, Unbowed, Unbroken (2005), o Infected (2011), los dos primeros por un sonido que se salían de los estándares de la banda y el último por no encajar con las temáticas guerreras y templarías.
 
Los primeros adelantos dejaron claro que HAMMERFALL pretendía evolucionar, con (We Made) Sweeden Rock, vemos que la banda ha parido un himno que a corto o mediano plazo podría sustituir al mismísimo Hearth On Fire como canción final de sus actuaciones. El tercero: Dominion con su fraseo de guitarras inicial deja patente el sello de los suecos, con sus coros de estribillo pegadizo. Un tema a medio tiempo marca de la casa. Lo que me deja realmente perplejo fue One Agasint The World, un tema que parece no arrancar nunca, con el freno puesto y la voz de Joacim Cans abusando del falsete. Dicho tema dentro del disco sí que encaja y complementa el resto de los cortes. Es difícil que HAMMERFALL me sorprenda, pero con ese tema lo consiguieron.
 
Por supuesto encontramos temas más continuistas como Never Forgive, Nerver Forget o Scar Of A Generation con un sonido muy reconocible. Una vez más la banda nos ofrece una balada: Second to one, que personalmente me deja un poco a medias, no llegando a las sensaciones provocadas por Always Will Be de su disco Renegade (2000).
 
En resumen, un gran disco de HAMMERFALL. La banda tiene sus detractores y sus incondicionales, yo soy de la segunda clase. Un disco completo con temas rápidos, baladas, coros, riffs y solos potentes. ¿Qué más podemos pedir a una banda de heavy metal? HAMMERFALL siempre cumple, por mi parte nunca me defraudan y en esta ocasión menos aún.
 
No me puedo despedir sin mencionar And Yet I Smile, que no llega a ser una balada, un digno heredero del tema Glory To The Braves. Despidiendo el tema despido esta reseña y aun así sonrío, siempre lo hago cuando escucho a HAMMERFALL.

 
HAMMERFALL son:
Joacim Cans – Voz
Oscar Dronjak – Guitarras y teclados
Pontus Norgren – Guitarras
Fredrik Larsson – Bajo
David Wallin – Batería
 
Tracklist
1. Never Forgive, Never Forget (5:31)
2. Dominion (4:40)
3. Testify (4:29)
4. One Against the World (3:53)
5. (We Make) Sweden Rock (4:16)
6. Second to One (4:11)
7. Scars of a Generation (4:41)
8. Dead by Dawn (3:59)
9. Battleworn (0:39)
10. Bloodline (4:46)
11. Chain of Command (4:01)
12. And Yet I Smile (5:29)