Por Alberto Zambrano
Hay algunos grupos, no muchos, que nos tienen tan bien acostumbrados que consiguen satisfacer una expectativa alta cada vez que sacan un nuevo disco. Esa fiabilidad es lo que hace de INSOMNIUM una de esas bandas que desde hace años llevan pariendo inexorablemente discazo tras discazo sin hacer demasiado ruido, pues en mi humilde opinión, al igual que otras tantas bandas como Amorphis u Omnium Gatherum, gozan de menos repercusión de la que deberían. No obstante, aquel gran Shadows Of The Dying Sun les catapultó y les hizo disfrutar de una fama moderada hasta hoy, en lo que vienen siendo los años más productivos de la banda también a nivel compositivo.
Tres años después de su última referencia, nos traen a través de Century Media su octavo disco de estudio: Heart Like A Grave. Y se trata de un viaje tan maravilloso como los finlandeses nos tienen acostumbrados, así como una oda al death metal melódico más melancólico, profundo y complejo. La banda, al igual que en su anterior Winter’s Gate, sigue huyendo de los típicos hits pegadizos. Eso sí, mientras que el citado álbum era un trabajo conceptual en donde presentaban una única canción dividida en siete partes y se quedaba algo más corto de lo habitual, en Heart Like A Grave tenemos una vuelta a la que venía siendo su senda hasta Shadows Of The Dying Sun, con temas (¡temazos!) independientes unos de otros y una duración total que sobrepasa la hora de música. La portada, como de costumbre, brutal.
Más variado y crudo que su predecesor, pero también ligeramente menos ambiental. Así es como definiría este Heart Like A Grave a grandes trazas. Cada uno de sus diez cortes cuenta una historia que pasa por diferentes fases, lo que justifica una extensión que ronda los seis o siete minutos por tema. Obviando el primer corte, Wail Of The North, más introductorio que otra cosa con un teclado protagonista que empieza a sumergirnos en el universo de INSOMNIUM. Hay que decir que la banda ha sumado un nuevo miembro desde su anterior disco, Jani Liimatainen, que se une como tercer guitarrista pasando el grupo a ser un quinteto y, además, ha participado directamente en la composición de Heart Like A Grave junto a sus nuevos compañeros.

Los elementos progresivos están más presentes que nunca en este nuevo disco. La propia idiosincrasia de la banda así lo exige, con pasajes que van desde el melodeath más duro propio de bandas como At The Gates hasta delicadas piezas de piano o guitarra acústica. Un carrusel de emociones que transmiten como solo ellos saben y que van desde la nostalgia y la desesperanza que apreciamos en piezas como And Bells They Toll, que tiene incluso un deje doom, o Mute Is My Sorrow, hasta la ira o el lamento más desgarrador en Neverlast o la homónima Heart Like A Grave. Esta, por cierto, con un crescendo espectacular que acaba en el éxtasis coronado por un gran solo de guitarra.
Pero si hablamos de temas destacados de este Heart Like A Grave, sin duda hay que hacerlo de Valediction, un tema redondo donde los haya marcado por el doble pedal y algunas de las pocas voces limpias que escucharemos en todo el disco, y también de Pale Morning Star; un corte que nos recuerda más a Winters’ Gate y que, con cierto aire blackmetalero, nos traslada lejos, quizás a un frío bosque de Finlandia, con guitarras acústicas que se tornan en afilados riffs, blastbeats y las mágicas melodías marca de la casa. Temas más directos como Neverlast o The Offering ponen el vello de punta y además llegan cuando tienen que llegar; me queda muy claro que no es nada casual el orden de los tracks. El disco acaba con un corte instrumental, Karelia, un homenaje a la región de donde proviene la banda que musicalmente me sobra un poco, pues además de no aportar gran cosa, el final con Heart Like A Grave me parece culminante y para mi gusto no hacía falta añadir una pieza más que alargara el álbum. Es quizás el único “pero” que le pongo a este gran regreso de los finlandeses.
Quizás sea mucho decir que Heart Like A Grave sea el mejor disco de INSOMNIUM hasta la fecha, sobre todo por los matices que lo diferencian de una obra maestra absoluta como Winter’s Gate. Lo que sí, como cabía esperar, es una auténtica joya de death metal melódico escandinavo del más alto nivel que refleja un mayor trabajo compositivo, así como un mayor abanico de influencias. En definitiva, pura vanguardia del género. Una producción impecable ayuda todavía más al disfrute de este nuevo trabajo de los nórdicos, que siguen en estado de gracia y reclamando seguir subiendo escalones. Así que no lo pienses más y dale al play; pocas decisiones más sabias vas a tomar hoy.
Tracklist
1. Wail of the North
2. Valediction
3. Neverlast
4. Pale Morning Star
5. And Bells They Toll
6. The Offering
7. Mute Is My Sorrow
8. Twilight Trails
9. Heart Like a Grave
10. Karelia
Formación
Niilo Sevänen – voz/bajo
Ville Friman – guitarra/voz
Markus Vanhala – guitarra
Markus Hirvonen – batería
Jani Liimatainen – guitarra/voz
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