Crónica: THE 69 EYES + THE BLANKO en Seinäjoki (Rytmikorjaamo 26-10-19)

Tras este primer concierto era tiempo de pasar al escenario grande, en el que una sala rebosada de gente esperaba a THE 69 EYES, que salieron a la hora prevista. Empezaron el concierto con una intro de “El Fantasma De La Ópera” y enseguida comenzaron con Two Horns Up, uno de los singles de su último disco y en la que el público participó haciendo los cuernos, tal y como Jyrki pedía.

 

A continuación, vino uno de su clásicos Never Say Die, seguida por Black Orchid, otra de las canciones del último disco. Siguieron con Perfect Skin, otra de “las viejas”. Cabe decir que durante todo el concierto alternaron canciones antiguas con nuevas, y aunque la gente estaba animada en todo momento, nada se puede comparar a como reaccionaban con las canciones más antiguas. Con esta en concreto todo el mundo seguía con las palmas a un Jyrki que ya no es ningún chaval y se recorre el escenario de punta a punta con su vestimenta de cuero y sus características gafas de sol.

 

Después siguieron alternando grandes clásicos con los singles más nuevos, sonaron un par de temas de su disco Paris Kills, y Cheyenna, una de las canciones que más me gusta de su último disco y en el que las guitarras de Bazie recuerdan a esos clásicos. Pero fue con The Chair cuando la sala se vino abajo. En cuanto salió el primer riff de la guitarra de Bazie, todo el mundo saltaba, bailaba y daba palmas al ritmo marcado por la batería de Jussi y por las palmas que pedían los demás miembros del grupo, especialmente el guitarrista Timo Timo, que siempre busca la complicidad del público.

Siguieron con Dead Girls Are Easy, canción en la que Jyrki pidió una vez más al público su participación, y con Wasting The Dawn. Es curioso ya que diría que esta es la canción más antigua de su setlist y, siendo tan lenta y larga, es una de las más esperadas y de las que el público más disfruta.

 

Después fue el turno de 27 & Done, otro de sus últimos singles y de Framed In Blood, otro de los clásicos de su disco Blessed Be, que tanta buena acogida sigue teniendo en los directos.

 

Entre canción y canción Jyrki agradeció a todos la asistencia y remarcó que están celebrando su 30 aniversario. También hizo un comentario gracioso recordándonos a todos que esa noche teníamos que cambiar la hora, y bromeó también con el hecho de que Artzie, bajista del grupo, es originario de Nurmo, localidad cercana a Seinäjoki, y pidió que le pusieran una estatua en su pueblo.

 

Tras estas bromas el grupo se despidió para, tras largos aplausos, volver y cerrar el concierto con tres de sus clásicos. Primero sonaron Feel Berlin y Brandon Lee, canciones con las que el público sigue realmente animado. Cerraron la actuación con Lost Boys, canción que alargaron ya que pedían los coros del público y que fue un cierre perfecto para un concierto que duró hora y media aproximadamente y que contentó a todos los fans.

Como nota personal, señalar que este es el tercer concierto que he visto de la gira West End, y como el décimo durante los casi 20 años que llevo siguiente al grupo, y es remarcable y admirable la pasión y dedicación con la que se siguen entregando al escenario tras 30 años. Concierto altamente recomendable para fans de THE 69 EYES, o para todo aquel que quiera pasar un buen rato junto a este mítico grupo.