Fotografías de Rubén Montejo
 
 
Hay un dicho que reza que nadie es profeta en su tierra. En el caso de los malagueños CHAOS BEFORE GEA, que nos explicaban como llenaron una sala en Barcelona hace unos meses mientras en casa acostumbran a tocar en familia, lo podemos dar por bueno. Alrededor de medio centenar de personas nos reunimos en la céntrica y coqueta Sala Theatro de Málaga para presenciar el fin de gira de Chronos, el tercer disco de los de la Costa del Sol, en un concierto organizado por el colectivo La Mano. Como invitados de excepción, contarían con la banda madrileña y compañeros de sello HIRANYA, que se encontraban en plena gira por el sur de la península.
 
Allí coincidimos una buena parte de la familia de Metal Korner, aprovechando el puente, apoyando a dos bandas que nos agradan bastante como es el caso de las que nos ocupaban. Los locales CHAOS BEFORE GEA aprovecharon este bolo en casa para dar por concluida su gira después de un año rodando por el país. Antes, los foráneos HIRANYA abrieron fuego sobre el pequeño escenario de la sala para presentar al público malagueño su segundo disco Breathe Out, editado este año.

 
Pese a la corta trayectoria del grupo, se nota que la mayoría de los miembros de HIRANYA no son primerizos en esto, dado el nivel técnico que muestran en las tablas. Ya les habíamos visto la noche anterior en Córdoba y, si bien en aquella ocasión les falló el sonido, en la Sala Theatro este fue inmejorable, un hecho que jugó muy a su favor dado su estilo limpio y lleno de armonías. La banda practica un death metal melódico de corte moderno con tintes metalcore, en la onda de formaciones escandinavas como Soilwork o In Flames. No por nada su último lanzamiento ha sido masterizado por Jens Bogren en los Fascination Street Studios de Suecia (Arch Enemy, Soilwork, Dark Tranquillity…). No era la primera vez que visitaban Málaga, pues ya lo hicieron en el pasado acompañando a los ucranianos Jinjer.

 
Sara, su vocalista, se defiende a la perfección en la alternancia de voces limpias y guturales, con el apoyo en estas últimas del bajista Jio y el guitarrista Johnny. Completan la formación Dani a la otra guitarra y Carlos a la batería. Nos ofrecieron un show muy pulido donde se nota que controlan hasta el más mínimo detalle, llegando a dar la sensación de que van con el piloto automático. Después de una intro, Far Away y Shoeless, de su primer disco Breathe In, fueron las primeras en sonar. De maravilla, por cierto.

 
Peculiar era la forma de Sara de presentar algunos temas. Desde “la grindcore” Insanity a la “intro de anime” Shot, la balada del set, fueron cayendo mientras el público se iba animando. El quinteto tenía que hacer malabares para no chocar sobre el escenario, pero solventaron bien el problema del espacio. Dieron las gracias a los asistentes y a CHAOS BEFORE GEA justo antes de tocar Oiwa, uno de los temas más directos y cañeros del último disco y que personalmente más me gustan. Y, para acabar, una Trasparency de corte muy sueco y una vuelta a su primer LP con Lost dejaron el pabellón bien alto. Se nota cuando hay trabajo y compromiso detrás y, el caso de HIRANYA, es el de una banda que se lo curra.

 
Después de un breve descanso para tomar el aire de una noche malacitana casi veraniega en pleno noviembre, tocaba ver a los cabezas de cartel del evento: CHAOS BEFORE GEA. No hacía mucho los había podido ver en un conocido festival celebrado en Fuengirola, y la verdad es que este show de despedida ofreció pocos cambios a nivel de setlist con respecto a aquel. Sí los hubo, obviamente, en el plano del contexto, ya que pasaban de tocar en un gran festival a hacerlo en una sala pequeña ante unas decenas de personas. La actitud de los músicos, eso sí, fue exactamente la misma, aunque tuvieron que afrontar la ausencia de Adrián López, uno de sus dos guitarristas. Perdieron algo de profundidad, pero la agresividad de su arrollador directo sigue ahí encabezada por la contundencia del frontman Ismael Pérez.

 
Sin pausa, pues el tiempo apremiaba, los malagueños nos ofrecieron, como no podía ser de otra manera, un repertorio basado en Chronos, su último disco (reseña aquí) y culminación de la trilogía conceptual iniciada con Erebo y continuada con Kharon. Aunque, en realidad, sí que hubo un par de pausas en las que agradecieron la asistencia al público de la Theatro y tuvieron palabras de admiración hacia la banda que había abierto para ellos. Un sonido cristalino permitió que disfrutásemos al máximo de cada uno de los cortes que interpretaron. La homónima Chronos y Rebirth sirvieron de calentamiento para un Ismael que terminó por no aguantar más sobre el escenario para pasar a habitar alternamente una plataforma algo más baja en la parte frontal y la misma pista donde estaba el público, deambulando entre nosotros e incluso iniciando algún pogo personalmente.

 
Tampoco podían faltar la colosal The Void o Consciousness, Conscience, entre las que colaron un receso a Kharon con la canción que le da título. Tanto la base rítmica formada por David y Damián como Hernan a la guitarra, aunque en un segundo plano, estuvieron ejecutando sus partes con una gran precisión, algo que se apreciaba más gracias a la nitidez del sonido, mientras Ismael se desgañitaba cantando From The Cradle To The Grave y la poderosa Legacy Of The Flame. Al final, todos nos quedamos esperando un bis que, lamentablemente, por falta de tiempo no llegaría, lo que dejó el ambiente enrarecido durante un par de minutos. Aunque se nos quedó corto, habíamos visto un gran e intenso concierto de los andaluces, y con eso hay que quedarse. Una lección de metal extremo progresivo del más alto nivel.

 
Sin más, dar las gracias a la organización por las facilidades prestadas, a las bandas por su profesionalidad y a vosotros por leer. ¡Hasta la próxima!