Aportes técnicos por Vael Luthier
El concierto de
MOONSPELL,
ROTTING CHRIST y
SILVER DUST se presentaba como un acontecimiento único y místico en Murcia. Hacía frío y eso siempre es positivo en una Región donde en diciembre seguimos en camiseta corta hasta la tarde-noche porque hacen 20 grados mínimo. La cuestión es que todo parecía dispuesto para un show que a pesar de celebrarse un jueves prometía acercarse al sold out.
Aprovechando la puntualidad de la tarde y evitando el tráfico llegamos a Murcia, concretamente a la Garaje Beat Club. Fue entonces cuando nos dispusimos a entrar y nos encontramos con la lamentable noticia de que el sello no había proporcionado nuestros nombres a los promotores, quiénes a pesar de mostrarles los correos de confirmación decidieron nos permitirnos el paso. Si bien es cierto que estos casos son aislados es desagradable pasar por semejante vergüenza. En este punto nos dijeron que debíamos contactar con el sello, que es holandés, y que ellos contactaran con la promotora. ¿De verdad era posible que en pleno noviembre a las 19:00 alguien te cogiera el teléfono en Holanda? Ya podéis imaginaros la respuesta.
Al final entramos al concierto pero no sin sufrir y llevar a cabo multitud de acciones: Escribimos un mail a la encargada de dichos pases, llamamos a Holanda, llamamos a la oficina del sello en Francia, escribimos en facebook e instagram al sello y la pertinente mujer, mandamos e-mails a la oficina de Estados Unidos aprovechando que allí era temprano. Milagrosamente casi una hora después nos respondieron por facebook y nos facilitaron el número de teléfono del hombre del tour que salió a la puerta y nos dio nuestros pases. Estábamos dentro pero nos perdimos a SILVER DUST.
La Garaje Beat Club estaba hasta los topes como suele decirse, la cantidad de gente presente llegaba hasta la zona de merchandansing y sobre el escenario ya estaban los blackmetaleros más famosos de Grecia. ROTTING CHRIST saludaron a Murcia con su pertinente: “Buenas tardes, Murcia. Estamos muy contentos por estar por primera vez en Murcia”.
Sin más introducciones y preámbulos ROTTING CHRIST iniciaron su espectáculo musical con Χ Ξ Σ de su undécimo álbum Κατά τον δαίμονα εαυτού, una canción mística como ninguna otra cantada íntegramente su lengua madre y con una cadencia que recuerda a una plegaria.
Terminado el rezo inicial, los griegos nos trasladaban hasta un tema con un sonido totalmente distinto de nombre
Dug Sag Ta Ke que pertenece a su disco de 2010
Aelo. Con unos coros mucho más potentes, RC disfrutaron de un público totalmente entregado que se volcó con corazón, sangre y bravura a su concierto. Allí no había espacio para la luz, eran una profunda oda a la oscuridad en todos sus significados.
Después de tres años ROTTING CHRIST publicó a principios de este año The Heretics, su último trabajo de estudio con un diseño mucho más medieval y un sonido mucho más profundo. Fire, God and Fear fue una de las canciones que utilizaron para promocionarlo en Murcia con grandes coros y un sonido muy variado y potente por parte del bajo de Vaggelis Kariz y el bombo de la batería de Themis Tolis.
La música espiritual y mística de los griegos con sus frases repetidas a modo de mantra nos iba trasladando con armonía y cercanía de un disco a otro. Κατά τον δαίμονα εαυτού sería uno de los temas más propios del black metal con ese riff fácilmente identificable al que las guitarras de Sakis Tolis y George Emmanuel supieron otorgarles el toque característico de ROTTING CHRIST.
Tocaba un nuevo salto en el tiempo aunque sin perder de vista en el horizonte y en nuestros oídos esa esencia ancestral que rodea a cada nueva producción de ROTTING CHRIST y es que los griegos han sido capaces de evolucionar y no caer en la repetición sin abandonar ese ingrediente que los hace únicos.
Un ingrediente que también estaba presente en Apage Satana de Rituals y que desembocó en uno de los momentos más especiales del concierto. “La fuerza de su música hacía que la sala cada vez pareciera más llena y que todo el mundo se contagiase de su ritual musical”, escribía Vael Luthier, quién hace los aportes más técnicos siempre a estas crónicas.
La magia de ROTTING CHRIST y su crítica social seguían conformándose mientras las notas y mensajes de sus canciones colmaban la Garaje y se incrustaban en las mentes y almas de los presentes. Dies Irae poseía tanta fuerza y profundidad en directo que simplemente no hay adjetivos calificativos suficientes para ella. La voz magistral de Tolis la empañaba de su intensidad y ese color tan propio de la misma
“Es el momento de The Forest Of N Gai…¡Yeaaah!”, cada frase que brotaba de los labios de Tolis iba siempre acompañada de un “yeah” y de un grito férreo y determinado que arrancaba los gritos de respuesta de un público que seguramente se desplazó desde otros puntos de España para visitar a ROTTING CHRIST en una gira que solo los llevó por Madrid, Barcelona y Murcia.
“Are you ready for some hard? ¡Vamos Murcia!”, con estas palabras se daba paso a una de las canciones más brutales de la formación griega. Societas Satanas hizo las delicias de los fans de los circle split y todas sus variantes, era un instante ideal para darse más de una hostia con el vecino.
“Muchas gracias hermanos y hermanas”, las palabras de agradecimiento salían de vez en cuando de la voz de ROTTING CHRIST, conscientes de que como músicos viven de ese recibimiento. Fue en ese momento cuando en los albores del final de la oscuridad griega King Of Stellar War y In Yumen Xibalba hicieron acto de presencia a modo de vaticinio.
“¡Quiero ver vuestras manos!”, gritaba una vez más con esa voz sepulcral nuestro profeta, cura y vocalista particular. Grandis Spiritus Diavolos irrumpió con una melodía pegadiza y un ritmo menos pesado e igualmente maravilloso. Una pieza que gustó considerablemente al público.
El final se vislumbraba con una claridad pasmosa, nadie quería abandonar el ritual musical en el que los griegos lo habían sumergido. La armonía colectiva y el sosiego propio del que se siente en paz parecían estar presentes en los rostros de los asistentes. “Es la última canción. Non serviam. ¡ESPAÑA NON SERVIAM! ¡ESPAÑA NON SERVIAM!”, exclamó Tolis antes de que guitarras, batería y bajo recuperasen uno de sus himnos más antiguos, Non Serviam del álbum homónimo de 1994.
Es curioso comprobar cómo un grupo que te agrada lleva más tiempo que tú en la vida y en el mundo. Pero también corroborar con gran satisfacción que ese grupo ha sabido mantenerse pero sin repetirse, crear pero sin cambiar drásticamente de sonido y en definitiva, saber defender su sonido y su filosofía en directo de tal manera que nadie prefiera oírlo en directo. ROTTING CHRIST finalizaron su concierto entre vítores y se bajaron del escenario pero su esencia sigue a día de hoy impregnando la alma de todos los que estuvieron hace una semana bajo el influjo de su magia.
Con el estómago lleno y la sala ligeramente algo más vacía se subía al escenario el grupo de metal extremo más reconocido de Portugal. MOONSPELL también son veteranos en el mundo de la música y aún así siguen llenando año tras año salas y festivales. Además, saben español y eso siempre es un punto a favor.
Sonidos rápidos daban paso a
Em nome do medo, la carta de presentación de los portugueses en Murcia. “Murcia, buenas noches, gracias por estar aquí con vuestra energía”, decía en un intento bastante acertado de castellano Fernando Ribeiro, vocalista de la formación
1755 es el último álbum hasta la fecha de los portugueses, ojo, álbum de LP porque el año pasado publicaron su EP I’ll See You in My Dreams; aunque también era la segunda canción de su setlist con sonidos arabescos y darbuka incluida.
MOONSPELL seguía dispuesta a recordar los temas del mencionado trabajo y lo hacía gracias a Tremor Dei que contaba con un gran coro pregrabado y unas melodías pegadizas de las guitarras de Ricardo Amorim con cierto sabor a heavy metal.
“Murcia estamos en una noche muy grande con MOONSPELL, ROTTING CHRIST y SILVER DUST”, reflexionaba de cara al público el frontman portugués de cara a una canción muy especial. Desastre es el único o de los pocos temas cantados en español por Ribeiro, el cuál forma parte del LP 1755 y es un homenaje a sus fans españoles.
Entre melodías rápidas y cambiantes, MOONSPELL se comía el escenario en todos los sentidos aunque con una esencia totalmente distinta a la de ROTTING CHRIST. Si los primeros eran los reyes del misticismo, ellos aportaron crítica y rudeza.
Retroceder en el tiempo es una de las grandes virtudes de la música y uno de los lujos que esa noche pudieron permitirse las dos bandas que llevan tantos años en activo. Con una voz mucho más grave y el teclado de Pedro Paixão mucho más presente se deslizaba Opium.
“Queremos que esta noche sea única, ¿todos listos, Murcia?”, preguntaba Ribeiro antes de dar pie a una pieza mucho más mística y atea.
Awake llegaba del lejano disco Irreligious de 1996 para rememorar un trabajo en el que la música de MOONSPELL resulta más sepulcral y oscuro con la batería de Miguel Gaspar que parecía acecharnos en cada movimiento.
La Garaje Beat Club estaba abarrotado, tanto que algunos indeseables del fondo no paraban de conversar sobre temas que poco tenían que ver con la música, y aprovecho estas líneas a raíz de este hecho para criticar a esos asistentes cansinos que se pasan gran parte del concierto hablando a gritos. Por favor, señores, váyanse fuera.
Night Eternal y su sonido resultaron mucho más cercanas al death metal más puro y contundente que al black metal y es que MOONSPELL siempre ha sabido moverse entre ambos estilos con maestría para ofrecer distintas perspectivas de los mismos a sus fans.
Melodías procedentes del teclado, sonidos nacidos de los samplers y una introducción más propia del death metal melódico protagonizaban Breathe (Until We Are No More) hasta que explotó en un ritmo veloz, eso sí sin mantener el sosiego propio que la caracteriza.
La noche transcurrían paciente con voces exaltadas que coreaban los temas de los portugueses, melenas que danzaban al son de la música y cuerpos que vibraban con cada nota bien ejecutada al ritmo de un
setlist que ofrecía un correcto recorrido por la historia de la longeva banda.
Everything Invaded, Evento y Memphisto aumentaban un setlist cargado de música y un concierto protagonizado por el carisma de Ribeiro, la vitalidad de la banda y la cercanía que desprendían en cada comentario compartido con los fans.
“Esta canción es para todos los vampiros y vampiras que hay aquí en Murcia…”, no se necesitó más presentación o definición. La mayoría del público gritó eufórico y se dejó hechizar por la eternidad de Vampiria, tema que se ha convertido en más que un himno de la banda.
El estado de excitación no cesó sino que se mantuvo impertérrita hasta que los primeros acordes de Alma Mater inundaron la Garaje. Emoción en estado puro, intensidad, armonía y una fuerza sin parangón fueron los elementos que protagonizaron el que se suponía que era el cierre de semejante concierto.
Algo cansados nos mantuvimos en nuestras posiciones, no debemos olvidar que era jueves, al día siguiente tocaba trabajar y las once de la noche estaban a punto de encontrarnos fuera de la cama.
Todos Os Santos con cruz-láser incluida y
Fullmoon Madness fueron los bises elegidos por los portugueses. A esas alturas ya era imposible retener el entusiasmo de los fans, quiénes una vez más alzaron sus voces al unísono para acompañar a Ribeiro hasta que de su voz salió la última de las palabras.
“Hasta siempre, Murcia. Molto obrigado”, se despedía.
MOONSPELL se fueron arropados por los aplausos, gritos y silbidos de un público que gozó cada una de sus canciones y se entregó a ellos y su música. Puede que fuese el frío invernal o la sangre murciana o vecina, quién sabe. Lo que sí sabemos es que las llamadas provincias siempre sorprenden y que la música también es bienvenida fuera de las ciudades principales.